Ahora, en México, por ley tienes que registrar tu celular para
poder tener ese servicio. Hasta la fecha no entiendo cuál es el plan de las
autoridades. Me imagino que lo que quieren y están esperando, es que los
maleantes registren su celular con su nombre y sus datos, y así cuando hagan
llamadas para extorsionar a las personas puedan identificar quién fue.
Lo primero que no entiendo es la cabeza tan chica que tienen
nuestros políticos y autoridades. ¿En verdad piensan que los rateros, narcos y
demás malhechores van a registrar su celular con sus nombres, direcciones y con
su información reales? Quien piense que los maleantes van a caer en la trampa,
con todo respeto, es un ingenuo y un tarado. Los únicos que van a salir
perjudicados son las personas normales que sí registren su teléfono con su
nombre y datos reales, porque en el momento que les roben su teléfono y lo usen
para extorsionar a gente, al que van a culpar va a ser a ellos. Claro que se
pueden defender muy fácilmente, pero la molestia de lidiar con eso nadie se las
va a quitar.
Me molesta mucho que esta ley ¡sea totalmente inútil! Estoy seguro
que el registro de los teléfonos no va a ayudar en nada a atrapar a quien usa
estos teléfonos para extorsionar. En los países vecinos (Estados Unidos,
Guatemala) no obligan a registrar los teléfonos celulares; ¿qué les impide a
los maleantes a cruzar la frontera, comprar un celular y utilizarlo para
realizar sus llamadas necesarias?
Esta ley, a todas luces inútil, solo va a molestar a los usuarios
de los teléfonos celulares, porque a los delincuentes no les va a afectar en lo
mínimo. Yo no quiero registrar mi celular, primero porque es una estupidez, y
segundo porque yo creo que me afecta más de los que me pueda ayudar. No soy el
único, más de 30 millones de celulares todavía no están registrados, a tres
días de que se cumpla el plazo. Y estoy seguro que los delincuentes deben haber
sido los primeros en registrar su celular, porque si les cortan su medio de
extorsión, pues estarían perdiendo mucho dinero; y la razón más importante por
la que creo que registraron su celular primero, es porque no les importa,
porque no registraron su celular con sus datos reales. Yo creo que hasta les
conviene que se tenga que registrar la gente que utiliza el celular, así pueden
echar culpas a otra gente. Tan fácil es obtener el CURP de otra persona, de tu
vecino, hasta del presidente de México. Tan fácil es poner un nombre falso como
si fuera el tuyo (he escuchado que se han registrado celulares con el nombre
Batman). Tan fácil es hacer trampa que me da coraje que estén poniendo empeño
en esta ley.
Y lo que más me molesta es que, nuestros legisladores ineptos,
aprueban esta ley que no sirve para nada, pero no se empeñan en tomar medidas
que sí funcionan, y que a los civiles normales se nos ocurre: ¿por qué no
bloquean la señal de celular en las cárceles, de donde se ha demostrado que
salen llamadas para extorsionar a personas? ¿por qué no en vez de aprobar más
leyes, cumplen las que ya existen? ¿por qué no se investiga a los políticos
corruptos que todos sabemos que existen, y hasta sabemos quiénes son? (ya sé
que todos son corruptos, pero bueno, por lo menos los más obvios). ¿Qué caso
tiene poner más leyes en la constitución si no se van a cumplir?
El mes pasado también estuvo en discusión la ley que quieren
aprobar los diputados para evitar que se le ponga nombres ridículos a los
niños; quería también escribir sobre esta ley, pero es tan poco importante,
ridícula, estúpida, inútil e irónica (la diputada que lanzó esta iniciativa se
llama Aleida Alavez) que me rehúso a hacer más corajes por culpa de los políticos
mexicanos, por lo menos por este mes.
Por lo tanto, yo, voy a registrar mi celular sin mis datos
completos, y hasta el último día que tenga antes de que se venza el plazo.
Antes había decidido que no lo iba a registrar y me arriesgaría a saber lo que
pasaría, esperando siempre que "papi Carlos Slim" intercediera por
nosotros y evitara que nos cortaran la línea, pero como dije en el párrafo
anterior, me rehusó a joder más a mi hígado haciendo corajes por culpa de los
legisladores.