Respaldando lo que escribí

El pasado 28 de octubre comencé a escribir sobre mi parecer acerca de Francisco Martin Moreno. Acepto que fui grosero. No se debe de insultar a las personas, porque eso rebaja la calidad del debate y demerita a quien escribe (o comenta, según sea el caso).


Recibí un comentario donde, al haber yo aceptado en mi entrada que no soy historiador, me reclamaron 'como dices NO ERES HISTORIADOR y hasta que lo seas, deja de hablar despectivamente de la gente que si lo es y que pasa sus días estudiando.' A esto quiero responder una vez más (ya que respondí en un comentario en la misma entrada) con un respaldo de alguien que sí es historiadora. Encontré un artículo de Josefina Zoraida Vázquez en el que desmiente los errores y mentiras de FMM en su libro 'México mutilado'. Creo que ella sí está en posición de desacreditarlo. Les dejo el link para que lean el articulo completo, pero quiero recalcar unas partes:

"Don Francisco Martín Moreno leyó parte de la bibliografía mexicana y norteamericana sobre la guerra de Tejas y con Estados Unidos, con lo que logró una visión general de los sucesos, pero no alcanzó a comprender los múltiples obstáculos que enfrentaron los pobres mexicanos que los vivieron. Claro que sería mucho pedirle al autor algo en lo que también han fracasado muchos profesionales. Creemos que Moreno se complicó la vida, pues una novela no requería tanta información, ni tenía por qué hilvanar una interpretación propia con tan pocos elementos. Entre la bibliografía citada están libros excelentes, como el libro de David Pletcher,3 junto a biografías noveladas, libros de divulgación y novelas como la de James Michener sobre la independencia de Tejas, utilizadas como si tuvieran el mismo valor."

" Moreno optó por ofrecer su versión de los hechos e incluso tratar de comprobarla con unas citas y una bibliografía que no logran cumplir con las exigencias del caso. El autor se toma libertades literarias, lo que es comprensible, pero intenta probarlas; además, se empeña en narrar no sólo la complicada historia del México de esa época, sino también la norteamericana contemporánea, lo cual multiplica los errores, naturales por las fuentes utilizadas. Lo peor es que eso afectó la trama, que muchas veces se pierde en medio de tanta información. "

"Casi no vale la pena señalar los múltiples errores que presenta el libro. Algunos son pequeños, como considerar cada vuelta de Santa Anna al ejercicio del Ejecutivo como una nueva presidencia (p. 621). Tampoco es cierto que Santa Anna disolviera el congreso de 1833 (p. 50). Canalizo ordenó la disolución en 1844, lo que resultó en el desafuero de los dos. Moreno acepta la acusación tejana de la dictadura santanista en 1835, cuando gobernaba Miguel Barragán; sólo fue dictador de 1841 a 1843 y de 1853 a 1855. Se habla de embajadores, en lugar de ministros extranjeros, pues las representaciones de todos los países no fueron elevadas a categoría de embajadas sino mucho más tarde. También habría que eliminar las afirmaciones de que el obispo de Puebla bendijo la bandera norteamericana y hospedó a los invasores, y que Scott "llegó a la plaza de la Constitución entre vítores y aplausos provenientes de los balcones repletos de aristócratas y de buena parte del sector adinerado del país" (p. 12). El diario de Carlos María de Bustamante, que vivió ese amargo día, no lo menciona, y por otras fuentes sabemos que casi todos habían abandonado la ciudad. La interpretación de Moreno debe derivar de la idea posterior de algunos políticos tradicionalistas que, impresionados por la capacidad de Scott para cobrar impuestos e imponer el orden, trataron de retenerlo."

"A pesar de que en su bibliografía se incluye el libro México al tiempo de su guerra con Estados Unidos, no parece haberlo leído, pues en él habría descubierto la variedad de experiencias estatales durante la guerra. También se habría dado cuenta de que la declaración de neutralidad de Yucatán la dictó el pragmatismo: evitar que los norteamericanos bloquearan los puertos yucatecos, algo esencial para una región cuyos alimentos dependían del exterior."

Les recomiendo que lean todo el articulo ya que es muy interesante. Pero con esto quería defender mi entrada anterior donde critico fuertemente los comentarios que hace FMM por estar llenos de mentiras. Y a pesar de que reconozco que utilizar los insultos no son buen medio para señalar un punto, sí creo que a FMM no le importa lo que piense mucha gente y habla de temas que son ofensivos para muchos, y yo, en un intento mínimo por responder a eso, utilizo esas palabras ofensivas. Pero lo que más quiero hacer ver a los lectores, es que FMM no tiene defensa. Escribe novelas queriendo hacer creer que está relatando la verdadera historia. Se ofende, porque le dicen que está mintiendo en su libro, diciendo que las mentiras son 'inducciones dolosas al error' y lo peor, dice que 'en ningún caso pretendí engañar deliberadamente a nadie al estilo de los historiadores oficiales.' Eso quiere decir que está afirmando que los historiadores oficiales pretenden engañar a alguien. O sea que FMM se cree que él quiere desmentir a los historiadores, y comete cantidad de errores que ya demostró la Dra. en historia Josefina Zoraida. Y todavía se atreve a pedir que se disculpen con él. No tiene vergüenza, el hombre este.

También me reclamó, quien haya escrito el comentario, esto: "No eres ningun salvador del pueblo como para que sea tu destino en la vida desmentir lo que hacen otras personas, que cada quien lo haga po si solas. Quitate el complejo de Dios." Bueno quisiera aclararle a esa persona desconocida que escribió su comentario que, en primer lugar estoy 100% de acuerdo con que no soy ningún salvador del pueblo; que no creo que mi destino sea ese que dice, y sobretodo que no creo en el destino; que no tengo complejo de Dios (pero sería 'complejo' tratar de explicar mis razones en este momento) y que FMM parece tener el complejo del que habla. ¿Por qué lo digo? Pues porque dice querer contar la historia verdadera y remata diciendo que él no quiere engañar a nadie al estilo de los historiadores oficiales.

Yo personalmente sí creo que hay dolo en sus mentiras. Me cuesta mucho creer que piense que es verdad todo lo que dice, después de haber leído lo que él dice que ha leído. Nadie puede ser tan subjetivo después de haberse 'quemado las pestañas' leyendo libros de historia, como él dice. Y sobre todo, nadie que quiera escribir la historia verdadera, puede cometer tantos errores, sobre todo después de citar libros que dice haber utilizado como apoyo, donde desmienten lo que dice. Y esto lo sé gracias a la Dra. Josefina Zoraida, quien sí tiene autoridad para decirlo (ya que a mi lector no le parezco suficiente para desmentir a FMM).

Espero haber sido claro, y espero haber elevado aunque sea un poquito el nivel de mis comentarios en contra de FMM. Espero también que, quien haya escrito el comentario sobre la entrada anterior, lea esta entrada también, y me haga el honor de volver a comentar, porque me interesa mucho saber qué piensa.

Saludos a todos.