Papa de transición... ajá

Con esto de la renuncia del Papa, ahora todo mundo sale a decir que ya se sabía que el papado iba a ser "corto". En realidad lo decían desde que eligieron a Benedicto XVI, claro, sin fundamento. ¿Quién se enteró y por qué fuentes de que el papa solo iba a durar unos cuantos años? Los rumores surgían por la edad avanzada del papa: tenía 78 años cuando lo eligieron; Juan Pablo II murió de 84 años. Pero Benedicto XVI no ha muerto sino que renunció, lo que quiere decir que podría seguir siendo papa, tal vez por otros 3 años (nadie sabe) y por lo tanto su papado ya no sería tan corto, o tan de transición como dicen. Claro que comparado con el papado de 26 años de Juan Pablo II casi cualquier papado es corto, pero en realidad decir corto o largo a un periodo de años es muy relativo. 

Tengo serias razones para pensar que es una tontería sugerir que se escoge a un papa para que su papado sea corto: ¿para qué harían eso? ¿qué cambio quieren hacer, y quién (o quiénes), en la iglesia católica como para que necesiten un papado corto entre dos largos? ¿están sugiriendo que el siguiente papa quieren que sea joven y esperan que no renuncie a los 7 años, o 6 o 5? Peor aún, hay quien dice que siempre es así. Esta teoría es aún más ridícula. A continuación presento la lista de papas del siglo pasado y el primero de este siglo, con sus edades y la duración del papado:

Nombre                  Edad en que fue elegido                  Duración del papado

Benedicto XVI;                      78 años                                          7 años
Juan Pablo II                          58 años                                         26 años
Juan Pablo I                           63 años                                         1 mes
Paulo VI                                 66 años                                         15 años
Juan XXIII                              76 años                                           5 años
Pio XII                                    63 años                                          19 años
Pio XI                                     65 años                                          17 años
Benedicto XV                        59 años                                            7 años
Pio X                                      68 años                                           11 años
Leon XIII                                 68 años                                            25 años 

¿Existe acaso alguna relación entre la edad y la duración del papado de los últimos 10 papas? Obviamente entre más avanzada sea la edad menos probabilidades tienen de durar muchos años, sin embargo, como podemos comprobar, hay papas "jovenes" que duraron muy poco. ¿Acaso escogieron a Juan Pablo I sabiendo que se iba a morir en un mes? ¡Vaya transición! Me parece más una casualidad que una tradición (siempre ha sido así). De hecho otro dato interesante, el antecesor de Leon XIII, Pio IX, tenía 54 años cuando lo eligieron papa, y duró 31 años su papado, sin embargo Leon XIII tenía 14 años más que Pio IX cuando lo eligieron papa y duró únicamente 6 años menos que su antecesor. 

Creo que quien piensa que escogen a un papa para que sea transitorio, o no está enterado de lo que sucede en la iglesia y solo creen sin cuestionar los comentarios de los periodistas y de la opinión publica que especulan sobre estos temas, o son de los que especulan sin pruebas sobre esto. No he escuchado de nadie que afirme que una fuente dentro del Vaticano le haya dicho que los cardenales decidieron que era preferente que el papa actual no durara mucho en su puesto. Y para quienes en realidad son católicos y creen en su fe, al papa lo escoge Dios, y dudo mucho que Él le haya comunicado a alguien que prefería que el papa solo durara unos cuantos años. 

Renuncia




La mayoría de estos incidentes sucedió hace décadas. No obstante, representan una carga especialmente para su pontificado. ¿Ha pensado usted en renunciar?
Si el peligro es grande no se debe huir de él. Por eso, ciertamente no es el momento de renunciar. Justamente en un momento como este hay que permanecer firme y arrostrar la situación difícil. Esa es mi concepción. Se puede renunciar en un momento sereno, o cuando ya no se puede más. Pero no se debe huir en el peligro y decir: que lo haga otro.

Esto fue lo que contestó el papa cuando el periodista Peter Seewald le preguntó sobre los casos de sacerdotes corruptos y corruptores en Irlanda y en el mundo entero. Me pareció una respuesta digna de analizarse. El papa respondía frente a una situación muy delicada con palabras muy sensatas. No se debe de huir del peligro, de la responsabilidad, de la emergencia. No se debe de renunciar cuando la situación es complicada sino cuando no hay riesgo inminente, porque renunciar es quitarse una responsabilidad ante un compromiso adquirido, y dejar un problema grande sin resolver es, aunque suene fuerte, un acto de cobardía. Dar la cara cuando la situación es difícil habla bien de quien enfrenta el problema e inspira confianza en caso de enfrentar alguna otra situación indeseada.

Renunciar, como menciona el papa, en momentos serenos también es un acto de humildad y sencillez: aceptar que es mejor que alguien más continúe con el trabajo que uno mismo ya no está despeñando con  completa lucidez es una muestra de saber que no se es único ni indispensable y que no hay terquedad o empeño en quedarse en un puesto (sobre todo los puestos importantes o que otorgan poder) solo por no dejarlo en manos de alguien más.

Recuerdo perfectamente el reclamo que Alejandro Martí le hiciera a los políticos mexicanos exigiéndoles: “Señores, si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien…” refiriéndose a la seguridad que deben de otorgar las autoridades en este país y que claramente habían fracasado rotundamente. En esta ocasión  la renuncia de estos personajes no era solo bienvenida, sino que era lo mínimo que podían hacer después de tan evidente fracaso en sus obligaciones. Aquí el que no hubieran renunciado no era muestra de coraje y responsabilidad, sino descaro al no hacer lo mínimo de sus tareas. Quien no renuncia en tiempos difíciles debe ser para sacar adelante una situación y no para ser parte del problema (como sucede en este caso en particular).

Hay personajes importantes que han renunciado a sus cargos sin ser presa de fracasos o impopularidad. Margaret Thatcher renunció a su cargo de primer ministro de Inglaterra en 1990 después de 11 años de permanecer en el poder, esto debido a los cambios que eran necesarios y que ella no era capaz o no deseaba realizar y perdió así apoyo de su partido, sin embargo, después de 11 años en el poder, es natural que eso suceda, y hubo muchas oportunidades de presión para que esto sucediera antes.

La madre Teresa de Calcuta renunció al liderazgo de la organización que ella fundó dejando a cargo a quien resultara ganadora de una votación. Incluso antes de renunciar ya había sugerido que se hiciera una votación para escoger a quien debiera de ser líder de las Hermanas de la Caridad, había ganado ella por unanimidad a excepción de un solo voto, el de ella.

Octavio Paz renunció a su puesto en la embajada de India en protesta por los hechos ocurridos en 1968 (la matanza de Tlatelolco). Esto elevó su imagen como intelectual.

Ahora el papa también presenta su renuncia, por razones de edad y cansancio. Está integro física e intelectualmente, a diferencia de su antecesor Juan Pablo II quien nunca renunció, y se le reconoce su gran valor y sacrificio por ello, pero que nadie le hubiera reclamado que lo hiciera.

Independientemente de que el papa haya hecho las cosas bien o mal (yo ya en realidad no me intereso en lo que dice, hace o deja de hacer) me gustó mucho esa declaración sobre la renuncia; ciertamente Benedicto XVI es una persona muy inteligente, y es digno de escucharse lo que tiene que decir, independientemente de que se esté de acuerdo o no con él.
No vayas a mi tumba y llores


pues no estoy ahí.

Yo no duermo.

Soy un millar de vientos que soplan,

el brillo de un diamante en la nieve,

la luz del sol sobre el grano maduro,

la suave lluvia de verano.

En el silencio delicado del amanecer

soy un ave rápida en vuelo.

No vayas a mi tumba y llores,

no estoy ahí,

yo no morí.


-anónimo-



Dedicado a Checo Luján, que en paz descanse. Mi solidaridad con todos sus seres queridos, especialmente su mamá, su papá, Nanis, Mando, mi tía Martha y mi tio Mando.

Mi credo



Creo en mí.
Creo en mi capacidad de comprensión, de entendimiento y de aprendizaje.
Creo en la superación; en el trabajo honrado, constante, necesario; y en el descanso merecido.
Creo en la buena voluntad de las personas, que dan sin esperar algo a cambio; que esperan sin desesperar. Creo en el poder de la gente de buscar el bien común.
Creo en la amistad sincera; en el amor profundo.
Creo que el respeto a los demás es la mejor manera de encontrar paz.
Creo que el peor de los pecados es la ignorancia; y que la manipulación es su consecuencia.
Creo que la felicidad depende de uno mismo, y que todos podemos alcanzarla.
Creo en la bondad sin necesidad de promesas o regalos.
Creo en el sacrificio sin necesidad de amenazas.
Creo que no hace falta mentir. Creo en la palabra de las personas; creo en el compromiso.
Creo en la sabiduría, sin dogmas.
Creo que el valor del dinero tiene límites.
Creo que la confianza es invaluable, y que cuando se pierde, es casi imposible rescatarla.
Creo en la tolerancia; y que lo único intolerable, aparte de la maldad, es la intolerancia misma.
Creo en la justicia; creo en la enseñanza; creo en la vida.
Creo que la muerte es inevitable, y por lo tanto da más valor a la vida.
Creo que el tiempo es un regalo, y que no se debe desperdiciar en banalidades. Creo que el tiempo debe usarse para crecer. Creo que nunca dejamos de aprender; y nunca debemos pensar que no se puede aprender más.
Creo que recordar es importante.
Creo que siempre podemos ser mejores.
Creo que siempre hay que intentar ser mejores.
------------------------------------------------------
Mientras escribía esto pensé, seguramente alguien ya lo dijo mejor que yo; al terminar, busqué un poco, y no me había equivocado; esto fue lo que encontré:
My creed
To live as gently as I can;

To be, no matter where, a man;

To take what comes of good or ill

And cling to faith and honor still;

To do my best, and let that stand

The record of my brain and hand;

And then, should failure come to me,

Still work and hope for victory.


To have no secret place wherein

I stoop unseen to shame or sin;

To be the same when I'm alone

As when my every deed is known;

To live undaunted, unafraid

Of any step that I have made;

To be without pretense or sham

Exactly what men think I am.


To leave some simple mark behind

To keep my having lived in mind;

If enmity to aught I show,

To be an honest, generous foe,

To play my little part, nor whine

That greater honors are not mine.

This, I believe, is all I need

For my philosophy and creed.
- Edgar Albert Guest