En una conversación de sábado por la tarde alguien menciona el comentario que hizo un señor de 60 años acerca de cómo las nuevas generaciones ya no ejercitan el pensamiento porque en la escuela ya no les enseñan a hacer operaciones 'a la anitgüita' con papel y lápiz y mentalmente; ahora solo usan la calculadora. Empieza el debate.
Yo soy oponente fervoroso de pensar que la juventud es cada vez peor; que las nuevas generaciones ya no piensan y que los tiempos pasados fueron mejores; que los valores se perdieron o que ya a nadie le importan las tradiciones. Ejercitar la mente no es sinónimo de hacer cálculos matemáticos mentales, hay muchas otras maneras de ejercitar el pensamiento, y que los jóvenes utilicen la calculadora para hacer cualquier operación simple no les impide desarrollarse intelectualmente ya que hay muchísimas más cosas en qué pensar (tal vez antes la única manera de ejercitar la mente era haciendo cálculos matemáticos, pero ahora ya no es así) incluso para aprender a usar las calculadoras que se utilizan en los cursos universitarios se necesita tiempo; ya quisiera ver a alguno de esas personas que se quejan del uso de la calculadora hacer operaciones con esas herramientas tan sofisticadas. Y por otro lado, las calculadoras están en todos lados. Todo mundo tiene una calculadora e incluso están en cualquier teléfono celular (esto es para responder a la pregunta ¿y qué va a pasar cuando no tengan una calculadora a la mano? la respuesta es, la van a encontrar). Hay muchos conocimientos que ya no son relevantes. Un amigo mio me contó lo que le contestó un profesor a una alumna que argumentaba contra el uso de la calculadora: ¿tu sabes hacer pan? Ella obviamente contestó que no; y ese era un ejemplo de cómo, hacer pan, ya no es relevante para la supervivencia porque hay alguien más que hace pan. Todo esto lo escribo para ejemplificar lo ridículo que es preocuparse porque alguien no haga las cosas como se hacían antes. Me parece un síntoma de vejez. Solo los seniles, o los reacios al cambio, piensan así. Yo tengo amigos de mi edad (tengo 30 años) que se asustan de la manera en que bailan los muchachos en los quince años. Me dan pena ajena esas personas. Se supone que los jóvenes (o no tan jóvenes) debemos de ser más tolerantes, más abiertos y más coherentes con nuestro ambiente. ¿Por qué asustarnos de lo que hacen quienes son más chicos que nosotros solo porque nosotros no nos atrevimos a hacerlo?
Quienes nacimos en los ochentas y noventas pertenecemos a la llamada generación milenio. Una generación que vio nacer el Internet como herramienta cotidiana, para hacer tareas, para divertirse, para trabajar y para comunicarse. Somos los primeros en utilizar el Internet para estudiar, y sin embargo también nos tocó ir a bibliotecas a buscar información. Fuimos los primeros en utilizar celulares en las escuelas, pero no nacimos con celulares como juguetes; crecimos con los videojuegos y fuimos los primeros en estar conectados con personas de todo el mundo para jugar esos videojuegos. Una generación que empezó a ver el mundo de manera diferente; ya no queremos trabajar para tener dinero y vivir bien, sino que queremos vivir bien y aparte tener un trabajo que nos guste y nos haga sentirnos a gusto. No estamos casados con la idea del gran sacrificio y los años de largo trabajo y esfuerzo para poder disfrutar del retiro.
Pero lo más importante de nuestra generación es que ya no tenemos un pensamiento lineal como lo tienen las generaciones pasadas. Sabemos que tenemos muchas opciones de cómo hacer las cosas; no nos conformamos con seguir pasos y metodologías. En esta época, como en ninguna otra, tenemos toda la información disponible en un aparato que cabe en los bolsos de nuestros pantalones. Sabemos dónde encontrar lo que estamos buscando, a diferencia de las generaciones anteriores.
La generación milenio no escribe en la barra de google exactamente la pregunta para la cual quiere respuesta, sino que teclea palabras clave, incluso la palabra 'wikipedia' para obtener directamente esa fuente. Comienza a buscar en una fuente que después re-direcciona la búsqueda a otra página, con diferentes temas, y termina leyendo artículos que poco tienen que ver con su búsqueda original. Algo a lo que no están acostumbrados los pertenecientes a las generaciones anteriores, porque lo normal en su tiempo de desarrollo era buscar exactamente el tema que querían en una enciclopedia o en alguna publicación especializada.
La generación milenio no escribe en la barra de google exactamente la pregunta para la cual quiere respuesta, sino que teclea palabras clave, incluso la palabra 'wikipedia' para obtener directamente esa fuente. Comienza a buscar en una fuente que después re-direcciona la búsqueda a otra página, con diferentes temas, y termina leyendo artículos que poco tienen que ver con su búsqueda original. Algo a lo que no están acostumbrados los pertenecientes a las generaciones anteriores, porque lo normal en su tiempo de desarrollo era buscar exactamente el tema que querían en una enciclopedia o en alguna publicación especializada.
La generación milenio es la primera en utilizar el pensamiento no lineal en su vida diaria. Ya no tenemos barreras dentro de las cuales nos movemos. Tenemos diferentes grupos de amigos. Vamos con unos para cierto tipo de actividades y con otros para cosas diferentes. Nos identificamos por poder hacer tareas múltiples o multitasking como se dice popularmente en Internet. Somos más entusiastas; más pro activos. No dejamos que se nos controle con ideas dogmatizadas. Tal vez por eso chocamos con otras generaciones (aunque es obvio que las generaciones choquen entre sí; las ideas cambian y los humanos no sobresalimos por ser muy adeptos a aceptar ideas diferentes a las propias, yo creo que siempre ha sucedido eso). Por eso, una muy buena conclusión de la plática de aquel sábado fue: qué bueno que ustedes vivieron en su época, cuando todo era mejor; nosotros nos quedamos con la nuestra, déjenos disfrutarla.