Los libros y sus peliculas

Detesto mucho cuando en una conversación menciono algun libro a alguien y la respuesta que obtengo es ¿qué no existe ya la película? En mi mente hago un berrinche largo. ¡¿Qué importa que exista la película?!

Yo sé que por yo estar a favor de la lectura puede parecer que siempre voy a estar en contra de las películas basadas en libros existentes, pero no es así. Las películas tienen ventajas sobre los libros, así como los libros tienen ventajas sobre las películas. Pero en mi opinión, los libros tienen más ventajas que las películas; al menos sobre las películas basadas en libros.

Un buen libro te lleva a usar tu imaginación. El autor, sin embargo, debe saber describir los personajes, los lugares y las situaciones que suceden para poder lograr que el lector imagine los eventos de manera correcta. Pero un buen autor te puede llevar casi casi a sentir que estás presente en algún lugar, o sentir las emociones que están experimentando los personajes en la historia. Osea que, mientras en las películas todo el escenario tiene que ser recreado para que el espectador se sienta involucrado y visualice el entorno, en los libros lo único que se tiene que hacer es mencionar lo que se encuentra en cierto ambiente, y el lector hace el resto.

Otra ventaja que tienen los libros sobre las películas, es que en los primeros puede existir un narrador que nos indique exactamente cómo se sienten los personajes que aparecen. Por ejemplo en un libro se nos puede señalar que cierto personaje está preocupado, o enojado, incluso furioso, o nervioso, y en las películas el actor tiene que ser bueno para poder convencer a la audiencia que lo que sucede realmente le está pasando. Eso sin contar que si hay más de un personaje en escena y la audiencia se concentra en uno, mientras que a otro no se le presta atención, se pueden perder detalles importantes en el momento que no se detecte la reacción de algún personaje. En cambio en un libro, el narrador nos relata cómo se siente cada personaje; qué reacción tiene cada personaje a cierta situación, y lo que está pensando cada uno de los personajes en las escenas narradas. Eso es una gran ventaja para quien quiere contar una historia, ya que se asegura que el lector esté al tanto de lo que sucede en cada rincón de la escena.

Cabe mencionar que no es raro encontrar personas que no les gustan las películas porque antes leyeron el libro en el que están basadas y se imaginan cosas diferentes, sean escenarios, personajes, objetos o situaciones. Esta es un arma de doble filo, por eso no lo pongo ni como ventaja ni como desventaja de libros o películas. Creo que es también un poco cuestión de suerte. Se corre el riesgo, en los filmes, de recrear equivocadamente un libro. Pero si aciertan, es muy emocionante ver con nuestros propios ojos una escena que solo habíamos imaginado.

Ahora, las películas pueden llegar a ser herramientas muy eficaces para contar una historia sin aburrir al público. En una película las escenas suceden más rápido y no se pierde tiempo describiendo cada escenario; en cambio en los libros puede ser tedioso leer los detalles de cada acción. Si las películas tienen buen presupuesto, los efectos especiales, los sets y los vestuarios ayudan mucho a hacernos sentir que estamos dentro de la escena, aparte de que los actores no dejan lugar a dudas de cómo es cada personaje físicamente. A mi me ha pasado que durante buena parte de una novela yo me imagino a cierto personaje de una manera, y luego llega un momento en que lo describen físicamente o mencionan algún detalle de su parecido físico, como el pelo o la complexión o algo que difiere a lo que yo ya me había hecho en la mente, y me da coraje tener que rehacer la imagen que tenía en la cabeza.

Otra ventaja que tienen las películas basadas en libros es que pueden modificar la linea de tiempo. Con esto se pueden explicar eventos necesarios para entender la historia más rápidamente y no dejar al espectador sin saber lo que sucede hasta más entrada la novela. Tal es el caso de El Señor de los Anillos, película en la cuál la primera escena es el relato de la historia del anillo y por qué es peligroso; en el libro comienza la historia con un evento del que tu no sabes el contexto: un mundo inventado, razas ficticias de humanos, lugares fantásticos.

Y la ventaja más importante en mi opinión, es que en las películas puedes llegar a ver la recreación de escenas difíciles de imaginar. Incluso en películas basadas en comics (los comics ya tienen un dibujo como herramienta visual) en donde las características de los personajes ya son conocidos, una vez plasmados en la pantalla es fascinante observar cómo se verían esos personajes ficticios si pudiéramos estar físicamente frente a ellos.  Cuando yo estaba chico leía mucho los comics de X-Men, y me daba mucha curiosidad saber cómo se verían los mutantes que aparecían en las historias hechos de carne y hueso. En el año 2000, cuando yo tenía 17 años, mi sueño se hizo realidad. Una de mis películas favoritas de superhéroes, X-Men, salió en el cine, con una excelente trama, buenos diálogos y un actor personificando a Wolverine que me dejó impactado. A pesar de no apegarse al 100% a la historia original, hicieron una película muy buena y muy exitosa.

Por lo tanto se puede decir que no es garantía que un buen libro sea una buena película, ni que una buena película sea un buen libro.  Incluso existen películas que tanto el libro como la película son buenos, y hasta pueden llegar a parecer historias totalmente diferentes. He escuchado comentarios como: la película está muy buena, el libro también es muy bueno pero no tienen nada que ver una cosa con la otra.

Ejemplos, obviamente, hay miles. Voy a mencionar algunos de los que para mi gusto son los más relevantes:


Buenos libros, malas películas:


Sphere (1998)
Excelente libro, uno de mis favoritos. Impredecible, lleno de acción y con ideas dignas de reflexión. Pero la película es pésima. No se apegan a lo que en realidad hace bueno al libro, que son las explicaciones científicas; y aparte eliminaron un diálogo del personaje principal consigo mismo que me parece lo mejor del libro.


Harry Potter
Aunque me critiquen hasta morir, yo no entiendo cómo es que han sido exitosas esas películas. Los libros son buenos, pero las películas, cada que veo la más nueva sigo sin creer que sean tan millonarios los actores que salen ahi. Cortan partes esenciales de la historia, diálogos que a veces son lo único rescatable de algunos libros, y se inventan partes que no tienen nada que ver ni con la historia original ni con lo que sucede en la película. En la sexta parte de Harry Potter no puedo entender por qué recortaron de esa manera la historia de Voldemort. Es lo que más me gustó del libro, y lo arruinaron totalmente en la película.





El Principito (1974)
No entiendo por qué creyeron que hacer una película de ese libro tan profundo y sencillo era una buena idea.



El niño con el pijama de rayas (2008)
El narrador del libro cuenta la historia como si fuera un niño pequeño. La película no tiene ese efecto de que parezca que se está viendo la historia desde la perspectiva del niño. El final de la película es muy dramático y sucede muy rápido.

Star Wars Episode III Revenge of the Sith (2005)
Menciono esta película corriendo el riesgo de ser atacado verbal y físicamente. Aclaro antes que nada que soy fan de las trilogías de Star Wars y que cuando fui al estreno de esta película en el cine salí emocionado; pero luego leí el libro. A pesar de que en este caso el libro está basado en la película, o más bien en el libreto de la película, el libro supera por mucho a esta. Se explican detalles importantísimos para entender las decisiones de Anakin (Darth Vader). Tiene frases que me parece increíble que hayan omitido en la película, y la filosofía que se encuentra en el libro también es inigualable. Al parecer importaron más los efectos especiales que la trama de los personajes. 


Malos libros, buenas películas:

Esta es la categoría más difícil. Hay muy pocas películas en las que el director hace un mejor trabajo que el autor original.

Rita Hayworth and Shawshank redemption (The Shawshank Redemtion, 1994)
Creo que la razón de que sea tan buena película es que está basada en un cuento, lo cual hace más fácil que se incluyan la mayoría de los detalles en la película. Otro aspecto es que el director intercaló muy bien las historias y la secuencia de estas; en el libro, hay personajes que no tienen tanto impacto porque desaparecen antes de que tengas oportunidad de agarrarles cariño, y algunos personajes secundarios están mejor utilizados en la película. Este es el mejor ejemplo que tengo donde la película supero por mucho al libro.


The Devil wears Prada (2006)
La película me gustó mucho por el mensaje, la excelente actuación de Meryl Streep, y por los dilemas que abarca. El libro no lo he podido terminar de leer, me aburre demasiado. Describen muchas cosas de moda que no entiendo en lo absoluto y me parecen irrelevantes; yo sé que no son, pero no es mi tipo de lectura. Seguramente habrá muchas niñas que no estén de acuerdo conmigo.




El Señor de los Anillos
También menciono esta película corriendo el mismo riesgo que con la de Star Wars. Pero la verdad es que los libros son muy largos, usan muchos nombres y la secuencia es un poco monótona. Me explico: aparecen muchos personajes que, como hicieron en la película, podían ser omitidos y dejar que otros personajes hicieran ese rol. Luego separan lo que sucede con Frodo y Sam, con lo que sucede con Merry y Pippin. En la película intercalan muy bien lo que pasa con unos al mismo tiempo que está sucediendo lo de los otros. Aparte de que no te cuentan las muchas aventuras que no tienen nada que ver con la historia central (aquí cabe mencionar lo que me dijo una amiga: si no te contaran todas esas aventuras independientes de la historia, no sabrías la razón por la que son tan amigos los personajes que aparecen. Tiene un excelente punto, pero aun así, la historia es demasiado larga). Además los monstruos y criaturas que aparecen están representados visualmente sin necesidad de imaginar cada uno de ellos; hay que aceptar que no son pocos. Pero  sobre todo, no hay necesidad de imaginar tierras inexistentes, numerosas y grandes, ni tener que recordar lo que imaginaste antes cuando vuelven a cualquiera de ellas.

Por ultimo,
buenos libros y buenas películas:

Eaters of the dead (The 13th Warrior, 1999)
Este lo incluyo por el comentario que recibí de que era uno de los pocos libros donde la película era mejor que el libro. A mí me parece que los dos son buenos. La película omite algunos diálogos y algunos detalles que para mi son fundamentales. Sin embargo es cierto que ésta representa muy bien una época de la historia mundial que es difícil imaginar así nada más. Ciertamente es una buena película, pero yo no dejaría de recomendar el libro, que me gustó mucho.

Jurassic Park (1992)
Una de las mejores películas de mi infancia. A pesar de que omitieron muchos detalles, es una excelente película. Para mí es mejor la película que el libro por el simple hecho de que me parece más hollywoodesco el libro que la película. En el libro hay escenas muy exageradas, además que el principio y el final me parecen mejores que en la película.

The Shining (1980)
Buena película, que a todo mundo gustó sobre todo por la actuación de Jack Nicholson. Y buen libro, que es muy diferente a la película. El libro te atrapa y te hace sentir miedo. No te aburres. La película toma a otro personaje como el principal, y tiene discrepancias en los detalles de la historia, pero qué buena película es.

No juzgues al libro por su portada... ni a la película por el libro en la que está basada.
¡Saludos a todos!

El viajero



Cuando me gradué de la carrera, en el 2006, me fui de viaje 25 días a Sudamérica. Me fui con un amigo brasileño que conocí en Italia, se llama Rapha. Decidimos que íbamos a ir a Argentina, y luego a Chile (en Viña del Mar nos íbamos a ver con unos amigos chilenos) y luego yo me iba  a ir a Brasil con él de regreso; así mi viaje iba a ser un poco más largo que el de él.

Viajé el 25 de diciembre a Buenos Aires. Yo llegaba a la una de la tarde y Rapha llegaba hasta las diez de la noche. Tenía nueve horas para matar el tiempo. Entonces lo primero que hice fue buscar un hostal donde quedarnos porque no teníamos reservación en ningún lugar. Llegué a uno que me recomendaron en el aeropuerto y pedí dos lugares. Justamente había una litera libre en un cuarto donde solo había dos literas. La recepcionista me recomendó tomar ese cuarto ya que los otros eran dormitorios con decenas de literas; el cuarto era más privado, porque máximo íbamos a tener a dos viajeros más durmiendo con nosotros. Acepté y pagué el anticipo de Raphael para no perder el lugar.

Cuando llegué al cuarto había alguien ahí. Estaba alguien dormido en una de las literas. Como las otras tres camas estaban libres puse parte de mis cosas en las dos camas de la litera desocupada para que esa fuera para Rapha y para mí; la cuarta cama estaba libre. Me pareció raro que estuviera dormido el otro muchacho (ya había visto que era hombre), porque ya era tarde. No hice mucho caso y salí a comer porque tenía mucha hambre. Había pasado una hora o una hora y media cuando regresé para lavarme los dientes. El huésped seguía en su cama, dormido. Me pareció muy raro que alguien estando de viaje se despertara tan tarde, 'pero bueno', pensé, 'cada quién, tal vez salió y agarró buena fiesta un día antes y estaba crudeando o algo así'.  Luego bajé a buscar una computadora con internet para enviarle el email a Rapha diciendo en qué hostal estaba  y la dirección, para que no fuera a irse a otro y perder yo mi dinero del anticipo. Después de un rato de enviar emails avisando a mi familia que estaba bien, que había tenido un buen viaje y todo, me salí a la calle a conocer algo yo solo. Caminé hasta el obelisco, recorrí tiendas, y paseé un rato. Sólo quería ubicarme.

Eran como las seis de la tarde cuando volví a mi cuarto a tomar mi libro para leer algo, y vi que el huevón seguía dormido. No lo podía creer, llevaba todo el día así, acostado en una cama del hostal. ¿Qué clase de viaje era ese? Para dormir, pensé, te puedes quedar en tu casa. Ya estaba bajando el sol y este güey no se ha levantado en todo el día.

Me fui otra vez, a la sala a leer mi libro, y a ver si lograba conocer a alguien del hostal. En realidad solo estaba haciendo tiempo esperando a Rapha, no lo había visto desde que regresamos de Italia, en el 2004.

Ya era tarde cuando me dio hambre otra vez y decidí salir a cenar. Antes de eso fui a dejar mi libro al cuarto para no estarlo cargando. La persona inconsciente seguía ahí. Esta vez hasta me asusté, dije este güey está muerto, no es posible que no se haya levantado en todo el día. Me acerqué para checar que estuviera respirando; no me quería ver muy acosador, pero quería revisar que no hubiera problemas. El tipo estaba vivo, entonces lo dejé sin hacer ruido, como todo el día y me fui a cenar.

Cuando regresaba de cenar, por ahí de las 11 de la noche, justo llegaba Rapha al hostal. Lo saludé, platicamos, le pregunté si quería cenar, dijo que sí, dejamos sus cosas en la recepción y nos fuimos otra vez al restorán. Ya sentados platicamos mucho, era obvio, no nos habíamos visto en dos años. Le platiqué, como era de esperarse, del muertito que teníamos en el cuarto del hostal. El se rió pero no hizo mucho caso. Cuando regresamos, claro, todavía seguía dormido nuestro compañero de cuarto.

A la mañana siguiente me desperté, y aunque no lo crean, seguía el individuo dormido en su cama. No era muy tarde que digamos, eran como las 9 de la mañana, pero para alguien que durmió todo el día y toda la noche, era demasiado. Me metí a bañar y cuando terminé siguió Rapha. Fui al cuarto a tomar mi cepillo de dientes y la pasta para ir a lavarme la boca y ¡oh, sorpresa! el muertito no estaba. ¡Por fin! se había levantado. Fui, me lavé los dientes, y cuando regresé ¡estaba el muerto otra vez dormido en su cama! Me parecía imposible, yo creo que se levantó para ir al baño nada más. Yo solo pensaba ¡estás en Buenos Aires! Levántate y vete a conocer algún bar, aunque sea.

Salimos Rapha y yo a ver qué hacíamos en Buenos Aires. Nos fuimos a turistear. Desayunamos en el hostal, y luego salimos a dar la vuelta. En la tarde que regresamos el muerto ya estaba despierto y hasta cambiado. Por fin podía preguntarle si todo estaba bien. Me dijo que era inglés y que llevaba un mes de viaje por Sudamérica. Había empezado creo que en Uruguay, no recuerdo bien. Y luego había ido a otro lugar y luego ya había llegado a Buenos Aires. Le pregunté si había salido de fiesta la noche anterior a algún lugar. Me dijo que no, pero que lo más probable era que ese día tampoco saliera porque al día siguiente iba a ir a un concierto. Me quedé aun más sorprendido. Así que no había salido antes y como quiera se había dormido todo el día en el hostal. No me pude aguantar preguntarle por qué había dormido tanto. Él simplemente me respondió que llevaba mucho tiempo de viaje y estaba muy cansado. Yo solo pensé, por más cansado que esté yo no desperdicio un día entero durmiendo.

Después de eso ya no vi mucho al muerto. Salí con Rapha a un viaje a un rio, organizado por la gente del hostal. Conocimos a unas muchachas y pasamos los días conociendo bares y lugares turísticos de Buenos Aires. Luego, el 31 de diciembre nos fuimos a Chile a pasar el año nuevo con mis amigos. El muerto había quedado ya solo como una anécdota del viaje.

En Chile pasamos cinco días también. Pasamos el año nuevo muy festejados. Al otro día me levanté hasta las seis de la tarde. Pensé en el muerto del hostal, pero me justifiqué con la excusa de que no dormimos en toda la noche de año nuevo. Al otro día visitamos muchos lugares de Valparaiso y Viña del Mar. Dos días después estábamos en Santiago y al otro día volé a Brasil con Rapha.

En Brasil iba a estar dos semanas, era mi viaje más largo. Volé a São Paulo y de ahí nos fuimos Rapha y yo en autobús hasta Batatais, que es el pueblo donde viven los papás de Rapha. Estuvimos yendo a Ribeirão Preto y de regreso. Luego viajamos a São Paulo otra vez porque Rapha tenía que trabajar. Ahí estuve turisteando con la hermana de Rapha, y me llevó a muchos lugares de la ciudad. Al quinto día de haber llegado a Brasil me fui a Rio de Janeiro. El viaje lo hice solo y en autobus. En Rio estaba Virgilio, que fue mi roomy en Italia. Iba a pasar una semana con él antes de volver por dos noches a São Paulo y regresar a México. Ya llevaba poco más de dos semanas viajando, de Argentina a Chile a Brasil. De Buenos Aires a Santiago, a Viña del Mar y de regreso a Santiago, a São Paulo, a Batatais, a Ribeirão Preto, a São Paulo a Rio de Janeiro. Habían sido muchas horas de viaje en autobús. Me sentía cansado, pero emocionado de conocer Rio y de volver a ver a mi roomy después de dos años.

Llegué a la estación de autobuses y ya estaba Virgilio esperándome. Nos saludamos con mucho gusto, y me llevó a tomar el camión para llevarme a un hostal donde podía quedarme. Esta vez iba a estar solo porque, claro, Virgilio dormiría en su casa. Llegamos al hostal, me registré y dejé mis cosas. En el dormitorio donde me iba a quedar había cinco literas, pero solo una de las camas estaba ocupada. Escogí la que fuera y dejé mis cosas. Salí a conocer Rio. Virgilio me había advertido antes, me iba a llevar a conocer todos los bares que valía la pena conocer en Rio. Me dijo que en cada bar que fuéramos íbamos a tomar una caipirinha, porque se tenía que probar la caipirinha de cada lugar, pero primero íbamos a tomar una caipirinha en el mar. Me llevó a un lugar ambulante donde vendían comida y también, obviamente, bebidas. Pedí la caipirinha y nos la tomamos frente al mar. Luego nos fuimos a un bar-restorán muy rico. Otra caipirinha, tal vez dos, por qué no, estaba rica. Y de ahí a otro bar. Otra caipirinha. Y después a comer-cenar, hacía hambre, y claro si íbamos a un lugar donde servían caipirinhas, tenía que probar la de 'la casa'. Y yo bien obediente le hice caso a Virgilio.

Cuando regresé al hostal estaba ya ebrio. No totalmente pedo, pero si tenía ya mucho alcohol en la sangre. Estaba cansado, me entró el sueñito de después de comer. Llegué al hostal, me tiré en mi cama y quedé dormido súpito.  Eran las siete de la tarde.

Escuché ruidos y abrí los ojos. Estaba demasiado cansado y dormido para poner atención a lo que pasaba. Solo vi a gente entrando y paseando en el cuarto y luego reconocí al encargado del hostal que me volteaba a ver y pedía disculpas con un gesto, por el ruido que hacían. A mí en verdad no me molestaba, me quedé dormido otra vez. Me desperté tiempo después, estaba todo oscuro. Vi mi reloj, apenas eran las diez de la noche. Tomé agua y me quedé dormido otra vez. A la mañana siguiente me despertó el ruido de maletas moviéndose dentro del cuarto. Yo no hice caso y seguí durmiendo, qué cansado estaba. Seguía oyendo el ruido de cosas moviéndose pero no quería ni siquiera voltear. Me quedé dormido otra vez. Cuando por fin me pude levantar vi que el cuarto estaba lleno de maletas. Casi todas las camas estaban ocupadas, pero no había nadie. Bajé al comedor. No había nadie, ya habían dejado de servir el desayuno. Compré algo de comer justo afuera y regresé a mi litera. Me quedé acostado y me volví a dormir.

Cuando por fin pude recuperar mis fuerzas fue cuando me despertó una pareja que estaban en el dormitorio. Finalmente ya no estaba cansado, pero me dio mucha pena que me vieran acostado. Eran las dos de la tarde.

No pude evitar pensarlo. Me había convertido en el muertito inglés que conocí al inicio de mi viaje. Saludé a la pareja, eran suecos. La muchacha con el pelo a rape muy bonita y el muchacho alto, también pelón se portaron muy agradables. Platicamos un rato y no me resistí las ganas de pedirles que no pensaran mal de mí, desperdiciando mi viaje. Obviamente les conté del muerto de Buenos Aires, y les causó mucha gracia. Yo llevaba menos de veinte días de viaje, apenas. El inglés llevaba un mes. Entonces aprendí lo mucho que te puede cansar estar de nómada. Y aprendí que es necesario un día de descanso, cuando le quieres hacer al viajero.