La larga pausa, y la flor. El aroma y la ceniza.
Este viaje, lejos, a donde sabemos llegar,
y sabemos regresar. Sabemos... sé.
En el camino, los cerros verdes, luego marrones, luego...
grises.
Y verdes otra vez, cuando el sol vuelve a salir.
Como cada vez.
Salimos... voy. Volvemos... vuelvo.
Y nos reconocemos. Otros.
Rápido voy hasta donde no puedo ver más, y vivo rápido,
para poder volver pronto. Y vivir a placer.
Cansarme para descansar. Degustar para disfrutar.
Amando los cerros, el calor, la urbe y el rincón.
Irnos, a buscar nuestras
nubes, y tratar de no perdernos...
de no perderme.
Sudar y caminar, leer de nuevo y saborear.
Volver y buscar el ámbar;
tratar de decir que no, que ahí está... y saber que no.
Y regresar. Regresar, con otro rostro.
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