Como cada principio de año, este enero empiezo a ver los propósitos de personas que quieren mejorar algo en su vida o quitarse algún vicio. Quien haya visto la película de Volver al Futuro II estará muy ansioso de ver si este año podemos tener todo lo que imaginaron que iba a pasar justo en 2015, hace 30 años. Yo nunca hago propósitos de año nuevo. Una vez un amigo me pregunto por qué, y le dije que nunca me espero a que termine el año para comprometerme a hacer algo que sé que necesito hacer o a dejar de hacer algo que me perjudique; y que creo que si lo puedes hacer a principio de año, también lo puedes hacer al principio de la semana, o al siguiente día de cuando se te ocurrió.
Puede sonar presuntuoso, pero la verdad es que me di cuenta que cuando cumplo algún propósito es porque no lo pienso demasiado, lo tomo en serio y me dedico a cumplirlo. Dejé de fumar por completo un día que me lo propuse. Empecé el programa de ejercicio Instanity al siguiente día de que mi hermana me lo propuso; y no paré hasta terminarlo. El año pasado empecé a hacer crossfit en febrero, cuando me di cuenta que me urgía hacer ejercicio. En fin, la verdad es que no recuerdo haber cumplido nunca algún propósito de año nuevo, cuando de joven los escribía (y siempre perdía el papel).
Pero igual que la tecnología en la película de Volver al Futuro II, muchas veces para hacer realidad algo se necesita visión (y tiempo, obviamente). No es difícil creer que la esta película inspiró a personas a inventar lo que veían. Es una manera de forzar que la película se cumpliera. Tenían ya la meta y querían hacerla realidad. Es lo mismo con los propósitos de año nuevo. Imaginar cómo nos queremos ver en un año ayuda a definirlos y hacer que sucedan.
Pero igual que la tecnología en la película de Volver al Futuro II, muchas veces para hacer realidad algo se necesita visión (y tiempo, obviamente). No es difícil creer que la esta película inspiró a personas a inventar lo que veían. Es una manera de forzar que la película se cumpliera. Tenían ya la meta y querían hacerla realidad. Es lo mismo con los propósitos de año nuevo. Imaginar cómo nos queremos ver en un año ayuda a definirlos y hacer que sucedan.
Este año vi en Facebook una imagen de propósitos de lectura (publicado por Novelistik), y me dieron ganas de cumplirlo. Son solo 20 libros con diferentes características que escoges para leer durante el año. Se me antoja mucho ir tachando cada uno de los retos al cumplir la meta. Y por lo mismo, decidí hacer más propósitos para lograr un cambio tangente a un año de distancia.
Uno de esos propósitos es referente a este blog. Entré a ver algunos blogs, y me di cuenta que hace mas de dos años que no cambio la apariencia del mío. Por eso me voy a proponer actualizarlo y darle una imagen nueva. Ya me había propuesto escribir mínimo 24 entradas al año, pero como no siempre puedo cumplirlo, seguirá siendo esa mi meta.
Y en el trabajo, que siempre he batallado para hacer las cosas en excelente tiempo, forma y calidad, me propongo ser más eficiente mi tiempo (no distraerme y trabajar duro en horas de trabajo), y mejorar mi servicio de alguna manera.
Por lo tanto, mis propósitos quedan así:
1) Leer los 20 libros que propone Novelistik (más dos escritos por Sergio de Regules, que me escribió en el Facebook para poner presión).
2) Escribir en este blog mínimo 2 entradas al mes, o un total de 24 entradas en el año.
3) Cambiar la imagen del blog, incluyendo agregar una imagen interesante en el título.
4) Trabajar más eficientemente y dar mejores resultados a los clientes y a la empresa en la que trabajo.
No son muchos, sobre todo porque yo creo en que es mejor atacar ciertos puntos y no querer cambiar el mundo de la noche a la mañana. Pero espero poder escribir orgullosamente en enero del 2016 que cumplí todos estos propósitos, y que estoy listo para proponerme más.
Feliz 2015.