La historia que nos cuenta George R. R. Martín en la serie de libros "Canción de Hielo y Fuego" mejor conocidos como Game of Thrones, es una historia que se transforma a través de mucho tiempo. Los personajes tienen un arco dramático que no se desarrolla después de solo algunas páginas. De hecho después de 5 libros, Daenerys, que su principal objetivo era conseguir un ejército y una flota de barcos para invadir Westeros, todavía no logra obtener todo lo que necesita. En la serie de televisión que va más avanzada, ya sabemos que por fin logró embarcarse rumbo a Westeros a poner en marcha su plan original, pero tuvieron que pasar 6 temporadas para que este personaje pasara de ser una niña tímida y reprimida, a ser una guerrera que tiene la suficiente fuerza para conquistar un continente. Y lo importante es que hace mucho sentido. Si observamos con atención cómo se desenvuelve el personaje, se necesita de todo este tiempo para que podamos entender cómo llega a ser quién es y por qué toma las decisiones que toma. Si el autor no nos explicara todas las aventuras por las que pasó, los diferentes lugares que recorrió, las diferentes personas a las que conoció y lo que le aportó cada una, no entenderíamos como llegó a ser quién es. Y aunque tuvo oportunidades de arriesgarse con lo poco que tenía, hubo quién le aconsejara que no estaba suficientemente preparada para llevar a cabo su odisea. Podemos ver cómo Daenerys crece y madura a travez de 5 libros y 6 temporadas. Con esto quiero explicar que la paciencia es una virtud fundamental para alcanzar un objetivo importante. Y cuando vivimos en un mundo donde obtienes todo instantáneamente (descargas una película para verla cuando quieras, puedes comprar cualquier cosa y no tienes que esperar mas de dos días a que te lo envíen a tu casa, te sirven comida en 5 minutos) cada vez estamos más acostumbrados a que no es necesario esperar ni poner esfuerzo para obtener algo.
Se ha vuelto muy común escuchar a gente joven que cree que el poder de decidir les da derecho a hacer lo que quieran. Y que si algo les molesta, lo único que tienen que hacer es deshacerse de eso. Porque así es todo: ¿te gusta algo? lo compras y lo tienes; ¿ya no te gusta? lo tiras, sin pensar en las consecuencias. Todo es hoy, ya. Creen que merecen todo lo que quieren solo porque alguien les dijo que lo podían tener. Es común asociar esta actitud con los millennials, aunque en realidad son los “late millennials” y su predecesores. La generación millennial llega hasta el año 2000 más o menos, o finales de los 90’s; estos niños que salen en youtube o que están en prepa, ya no son millennials, tendremos que inventar un término nuevo. El ejemplo más claro y más reciente de este tipo de actitud es el pésimo y ridículo mensaje de La Mars de salirse de la escuela a los 16 años porque piensa que no necesita estudiar para desarrollarse profesionalmente en lo que ella quiere. Y no estoy diciendo que es indispensable tener un título universitario para ser exitoso, pero el hecho de salirse de una preparatoria privada porque piensas que el sistema es retrógrada demuestra una falta de conocimiento, de criterio y de experiencia que hace que la mayoría de las reacciones hayan sido negativas. Nadie dice que la escuela es la única opción, pero muchos de los nuevos millennials creen que dejar la escuela es equivalente a tener el éxito de Mark Zuckenberg o Bill Gates, y no se dan cuenta que cuando ellos dejaron la escuela, fue porque su trabajo y sus proyectos ya no les dejaba tiempo para estudiar. Como en muchos casos, la relación entre la gente que deja la escuela y tiene éxito contra la que no, es muy muy baja.
Hay otros que saben que tienen que trabajar, pero no se enfocan en lo que necesitan para tener el éxito económico que desean. Creen que porque les dijeron que estudiando una u otra carrera en tal o cual universidad les iban a pagar más merecen un sueldo alto, y ahora lo exigen, sin más. No se dan cuenta que para que les paguen más ellos mismos tienen que justificar lo que la empresa les paga, y lo que generen a la empresa es lo que relativamente pueden cobrar por su trabajo. Y a muchos les da coraje tener que esperar algunos años para ganar lo que gana su jefe, o el director, o el vicepresidente. Pero no entienden que el jefe y el director y el vicepresidente no entraron con ese puesto, ni lo ganaron en seis meses. Y los casos donde un empleado llega a escalar alto en poco tiempo, son casos extraordinarios y poco frecuentes. Tampoco se dan cuenta que lo que les paga la empresa no es solo dinero, también es experiencia, y seguridad, y comodidad. Porque de plano, si les parece injusto que les paguen un porcentaje pequeño sobre lo que producen, entonces deberían de ellos abrir su propio negocio y entender cómo es que se genera dinero; y aprender lo que es empezar de cero, y darse de topes cada vez que alguien con más experiencia te aplasta en el mercado, donde a nadie le importa quién eres ni dónde estudiaste, sino si les conviene lo que les ofreces y si están dispuestos a pagar por ello. Porque no es suficiente estar de moda, y se aprende de una manera no muy agradable que no es lo mismo tener éxito con un proyecto que con un video viral.
Creo que los nuevos millennials aprenderían mucho si leyeran a George R. R. Martín, y dejaran que el tiempo les enseñara quiénes son ellos, cómo funciona el mundo, qué herramientas tienen y cuáles necesitan, para ahora sí embarcarse en su batalla principal y tener la mayor cantidad de probabilidades de triunfar.
4 comentarios:
Supe de un caso que un chavo entró a trabajar en X empresa, pero dos semanas después tenía planeado un viaje de 2 meses (reservado y pagado) no se lo comunicó a su jefe y obvio cuando regreso lo corrieron... de estupido y pendejo no lo bajó porque sus planes "eran más importantes" que su compromiso con la empresa.
Yo recuerdo que a nuestra generación y posteriores, no decían que podíamos ser lo que quisiéramos, pero muchos piensan que con solo "merecerlo" es suficiente. No es solo la paciencia, es ego vs humildad.
Totalmente le doy la razón a la empresa por correr al güey este, no se vale que te vayas dos meses sin avisar, incluso si tuviera un año en la empresa, peor aún si llevaba 2 semanas.
Yo conocí a un vato que trabaja en la empresa donde yo trabajaba antes, que falto como un les al trabajo por un "problema personal". No lo corrieron porque el jefe era igual o más incompetente que él, pero lo más sorprendente es que ese guey renunció luego de 2 meses porque ya quería tener un negocio propio, ya no quería trabajar para alguien sino tener lo suyo, y abrió un puesto de tacos en la calle. La empresa donde trabajaba era de talla internacional. Yo no lo podía entender.
Y tienes razón Quetzalli, no es solo falta de paciencia sino falta de humildad y muy muy egocentristas.
¿Cuantas veces no escuchamos: yo no nací para gato? Y no es que seas sirviente ni esclavo, pero estar en cualquier empresa en el puesto que sea, te da conocimiento y experiencia. No es malo tener ambición de nuevos proyectos y negocios, pero denle tantito "unicatex" !!!!
Jajajajaja exacto. Incluso algunas personas que tienen puesto asegurado en la empresa de su familia deciden trabajar en otra empresa, para ¡aprender! También he sabido de personas que se meten a dar clases en alguna universidad o preparatoria, para aprender a tratar con personas y aprender a explicar cosas. No hacen eso por el dinero, lo hacen por la experiencia. Y claro que algunos dirán "pues que fácil trabajar en un puesto jodido si ya sabes que tienes algo seguro" pero el ejemplo aquí es la paciencia, el tiempo que invierten para darse valor a si mismos.
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