
Pero hoy me dio mucho gusto llegar a esa hora por una razón especial. Los albañiles, que se la pasan todo el día laborando en trabajos que requieren mucho esfuerzo físico, estaban jugando fútbol. Tomando el ancho de una bahía por el ancho de tres bahías como cancha, y con dos cascos amarillos delimitando cada una de las porterías, los albañiles corrían de un lado a otro pateando el balón. Cinco contra cinco no dejaban de moverse buscando meter el gol.
No pude evitar dejar de hacer mi trabajo un rato y detenerme a verlos. Me pareció muy curioso el hecho de que usaran las columnas como límite del campo, y después de ver los cascos definiendo las porterías me entró un poco de nostalgia porque me recordaron cuando era yo chico y jugábamos, mis amigos y yo, tochito en la calle. Poníamos la reglas sobre los limites del área para jugar, el touchdown, el primero y diez. Y nos pasábamos horas aventando el balón, cambiando equipos para jugar unos con otros, gritando '¡carro!' cuando se acercaba uno y teníamos que hacernos a un lado. Hasta me dieron ganas de ponerme a jugar con los albañiles.

De verdad disfruté hoy ver esto en la obra. Me gusta ver gente divirtiéndose en cosas sanas y alegres. Estuve viéndolos un buen rato, para después regresar a mi trabajo. Revisando los detalles en la estructura, asegurándome que hubiera suficiente material para que no se detuviera el proceso, contando las grúas que se estaban utilizando... y pensando que tal vez la próxima vez sí les pida chance de jugar con ellos un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario