‘Gravedad’ desde mi microscopio, Parte 4:

Para sujetarnos a algo, necesitamos soltarnos de otra cosa

Don’t let go. (No te sueltes.) Dice uno de los eslóganes de la película. Frase que me dejó con ideas encontradas, tanto por chocar entre ellas y por el significado que le podemos llegar a dar en la película. Cuando Ryan se queda enredada en las cuerdas del paracaídas y tiene a Matt agarrado solo de la correa de la que estaban atados, Matt le dice que lo tiene que soltar, o si no los dos morirán. Ryan no quiere soltarlo pero él se suelta solo; Ryan regresa la Estación Espacial Internacional y le dice a Matt que va a volver por él, y Matt le dice: Ryan tienes que aprender a dejar ir. No habla solamente de dejarlo ir a él, se trata de dejar ir los problemas, los lutos, los complejos. Para sobrevivir, debemos aprender a dejar ir lo que no nos ayuda.

No siempre es fácil darse cuenta de lo que nos está perjudicando cuando estamos metidos en el problema, pero es aún más difícil liberarte de un ancla a la que ya estás acostumbrado. Pero lo bueno es que aunque pueda ser muy difícil en un inicio, una vez que estamos libres podemos ver con claridad las ventajas de no estar atado a esos pesos que nos impedían avanzar. Todas las dificultades parecen menos cuando tenemos una visión más amplia; porque no estamos enfocados en un solo punto y podemos considerar más opciones, y esto es lo que pasa cuando aprendemos a dejar ir todo aquello que nos mantiene hundidos.

Más a profundidad en el personaje de Ryan lo que la mantiene hundida emocionalmente es la muerte de su hija de 4 años de edad. Nos damos cuenta de que ya no siente ninguna motivación para seguir esforzándose. No tiene a nadie más en su vida y no puede superar todavía ese luto. Ella misma le dice a Matt que no hace nada más que manejar después de ir al trabajo, porque eso es lo que estaba haciendo cuando le avisaron de la muerte de su hija. Se quedó estancada en ese momento. “I wake up, I go to work and I just drive.” (“Me levanto, voy al trabajo y solo conduzco.”) Pero cuando por fin se libera de eso, después de encontrar una respuesta en su propia alucinación, una vez más abraza el recuerdo de su hija, pidiéndole a Matt que le envíe un mensaje de su parte y el mensaje dice: “Dile que es mi ángel. Y que me hace muy orgullosa. Muy muy orgullosa. Y dile que no me voy a rendir. Dile que la amo, Matt. Dile que la amo mucho.” En ese momento se desprende por fin de su hija. La deja ir, y se enfoca en su propia vida, en lo que le queda. Incluso antes de abrir la compuerta para dirigirse a la estación china, cuando se está preparando, dice: “no más ‘sólo conducir’, vámos a casa”. Ya decidió dejar atrás su luto. Ya decidió dirigirse a un lugar: a casa. Y es ahí donde encuentro sentido a la frase de los posters y la publicidad, ‘no te sueltes’. No te sueltes de la vida. No te sueltes de ti mismo. Deja ir lo que no te haga ser mejor, lo que no te ayude a avanzar, pero aférrate a la vida, a tus principios y valores. Vive para ti.
 



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