El mensaje a los espíritus



Estoy leyendo un libro muy interesante acerca de la historia de la humanidad (De animales a dioses, Breve historia de la humanidad de Yuval Noah Harari, editorial DEBATE). Cada capitulo que leo es un deleite y me hace reflexionar mucho. Acabo de leer una parte que me llamó mucho la atención y quería dejarla por aquí. 

El capítulo trata sobre el imperialismo y la conquista de las civilizaciones en el mundo entre los siglos XV y XIX, pero los parrafos cuentan una anécdota muy interesante: 

El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong y Buzz Aldrin ponían un pie sobre la superficie de la Luna. En los meses que antecedieron a su expedición, los astronautas del Apolo 11 se adiestraron en un remoto desierto de aspecto lunar del oeste de Estados Unidos. La zona es el hogar de varias comunidades de americanos nativos, y hay una historia (o leyenda) que describe un encuentro entre los astronautas y uno de los habitantes locales:

      Un día, mientras efectuaban actividades de adiestramiento, los astronautas se encontraron con un anciano americano nativo. El hombre les preguntó qué hacían allá. Le contestaron que formaban parte de una expedición de investigación que muy pronto viajaría a explorar la Luna. Cuando el anciano oyó esto, quedó en silencio por unos momentos, y después pidió a los astronautas si le podrían hacer un favor.
- ¿Qué quiere usted?- le preguntaron.
- Bueno- dijo el anciano-, la gente de mi tribu cree que en la Luna viven espíritus sagrados. Me preguntaba si ustedes les podrían transmitir un mensaje importante para ellos de parte de mi pueblo. 
-¿Cuál es el mensaje?- preguntaron los astronautas.
     El hombre pronunció algo en su lenguaje tribal, y después les pidió a los astronautas que lo repitieran una y otra vez hasta que lo memorizaron correctamente.
-¿Qué significa?- preguntaron los astronautas.
-¡Oh!, no puedo decírselo. Es un secreto que solo nuestra tribu los espíritus de la Luna pueden conocer.
     Cuando volvieron a su base, los astronautas buscaron y buscaron hasta que encontraron a alguien que podía hablar el lenguaje tribal y le pidieron que tradujera el mensaje secreto. Al repetir lo que habían aprendido de memoria, el traductor empezó a reírse ruidosamente. Tras calmarse, los astronautas le preguntaron qué quería decir. El hombre les explicó que la frase que habían aprendido de memoria con tanto cuidado decía: No crean ni una palabra de lo que esta gente les diga. Han venido para robarles sus tierras.

De ser cierta la anécdota, me pareció muy conmovedora. Un nativo que conoce lo que le hicieron a su pueblo trata de advertir a otro pueblo, que ni siquiera sabe si existe, de un gran peligro. Lo hace en su propio idioma creyendo que en la Luna pueden llegar a entenderlo de haber personas ahí. 

Parece que la indignación y el dolor por lo que perdieron sigue vigente después de 400 años. Y me hizo pensar que no todos ven a la tecnología y los avances científicos como un progreso. Conocemos la historia de lo que los vencedores hicieron a los vencidos. Si no hubiera tanta crueldad en esos hechos, todos celebraríamos indudablemente lo que hemos alcanzado con el conocimiento. Aunque bueno, tal vez no.  

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