10 años (y razones para ver): El Laberinto del Fauno



El Laberinto del Fauno es una película que se estrenó en el año 2006. Desde la primera vez que la vi en el cine una tarde de viernes, se convirtió en una de mis películas favoritas. Y lo mejor es que cada vez que la volvía a ver me gustaba más y más. Guillermo del Toro se supera a sí mismo como director y escritor con esta obra de arte que merece la pena disfrutar. 

El día de hoy, 29 de diciembre, esta película cumple 10 años de haberse estrenado, y aunque me encantaría escribir 10 extensos posts para poder describir por qué esta película es tan aclamada, preferí escribir un post más breve y describir 10 razones por las cuales se merece todos los reconocimientos que recibió y por qué la recomiendo ampliamente:

1) El Laberinto del Fauno es el regreso de los cuentos de hadas como originalmente fueron concebidos. Antes de que Disney nos invadiera con sus dibujos animados donde recontaba los clásicos cuentos de hadas a su manera, diluyéndolos para que no fueran tan crudos y los niños los pudieran disfrutar más, los cuentos de hadas eran historias que no se retraían con el uso de violencia y crueldad hacia los personajes. Esta película vuelve a esos orígenes y cuenta una historia donde los personajes sufren fisica y psicologicamente dándoles un toque más humano y más creíble al desarrollo de estos. No esperen ver una princesa que termina con un príncipe azul; y el final es al mismo tiempo muy trágico y muy feliz. 

2) La cinematografía es impecable. Mucho se puede  decir de la forma en que Guillermo del Toro cuenta una historia, y tiene que ver con su artística forma de hacerlo. No pierde oportunidad para hacer de cada escena una obra de arte. Esta película tiene belleza en cada toma. Los paisajes, las criaturas, la iluminación, los colores. Todo lo que vemos conlleva un gran esfuerzo detrás para haberse hecho bien. Guillermo Navarro, encargado de la fotografía, se ganó el oscar por esta película.

3) Las actuaciones. Los actores, en su mayoría españoles, se llevan mucho crédito del éxito de esta película. Ivana Baquero, Sergi López, Maribel Verdú, todos hacen un excelente trabajo. Pero yo en particular doy un reconocimiento especial a Doug Jones, quien interpreta al Fauno y al Hombre Pálido. Doug Jones que es estadounidense no habla español, pero si no lo sabes no lo notas en su actuación, pero no aprendió el idioma, memorizó los diálogos de la pelicula; aparte, en todas sus escenas tuvo que utilizar complejos vestuarios y maquillaje que limitaban su movilidad y su visibilidad, sumando a esto los extraños movimientos que tenía que realizar para en verdad parecer una extraña criatura, se necesita de un gran talento que acertadamente Guillermo del Toro vio en él.

4) La historia que cuenta. Que en realidad son dos historias que se unen por un personaje, Ofelia. Ella es quien ve el mundo real en el que vive, y el mundo mágico al que también pertenece pero que tiene que ganarse el derecho de habitar en él. Esta historia se mueve como los engranes de un reloj, con armonía y con ritmo, desarrollandose con elegancia y sin dejar al final cabos sueltos, aunque deja al espectador inseguro si lo que sucedió era realidad o no. 

5) La música. No por nada esta película fue nominada al oscar por mejor banda sonora. Javier Navarrete hace un excelente trabajo dándole un tono muy particular al filme. La banda sonora no es algo que pasa desapercibido y más aun, aporta, como toda buena música, emociones a la historia. 

6) Los personajes. Pudiera pasarme horas hablando de los personajes de esta película. Cada vez que la veo puedo encontrar algo que no conocía del alguno de ellos. Mucho se puede especular de cada uno. Desde el despiadado capitán Vidal, hasta el breve y mudo hombre pálido. De todos puedes inferir un pasado de donde viene. La pequeña Ofelia, quien tiene el arco más importante y es la protagonista de toda esta historia, es un personaje femenino, fuerte, con motivaciones importantes, ya que es la única en la historia a quien le importa lo que suceda en los dos mundos, el real y el fantástico. 

7) El diseño de producción y los efectos visuales. Desde los vestuarios de los monstruos, las hadas, y la manera en que la magia se manifiesta durante la historia, esta película con 10 años de antigüedad sigue muy vigente. Ganadora del oscar por mejor maquillaje, lo que vemos en la pantalla es el resultado de un gran esfuerzo y de ambición por la perfección de parte del director.

8) Las referencias a otros cuentos de hadas. Guillermo del Toro no desperdicia oportunidades de mostrarnos que a pesar de la crueldad y violencia que vemos durante la película, esta sigue siendo un cuento de hadas. Ver al personaje principal referenciando a Alicia en el país de las maravillas, o a Dorothy, o los rebeldes que se asemejan al cazador de Caperucita Roja, esta película está llena de guiños a otras historias que la hacen más interesante. 

9) La narratvia de la película. El laberinto del Fauno no deja de ser un laberinto durante la película. En realidad no es hasta el final que logramos descifrar cómo va a concluir la historia. Guillermo del Toro no tiene miedo de incluir magia inexplicable a su cuento, ni hacer dudar a la audiencia si lo que ven los personajes es real o no. Nos cuenta una historia de manera que no conecta todos los puntos por nosotros, nos deja descubrir y decidir algunos detalles dentro del desenlace final. Y si volvemos a ver la película  podemos ir descubriendo que la manera de contarnos la historia es tan importante como la historia en sí, y que dependiendo de nuestro punto de vista, cualquiera que sea, la historia no deja huecos sin llenar.

10) Porque es una obra maestra de arte puro. Todo en esta película está bien hecho. Se pueden admirar detalles en cada fotograma. Este filme se puede analizar desde muchos puntos de vista: los movimientos de la cámara, los colores en las escenas, lo que representa cada personaje, el momento por el que pasa cada uno, sus arcos, sus diálogos  absolutamente toda la película es digna de análisis.

Esta pelicula no tiene desperdicio. Y a diez años de su estreno vale la pena volverla a ver.





quien sabe ver, ve más

Ir a ver una película al cine en estos tiempos es un volado. Hay tanta basura importada de Estados Unidos y de los grandes estudios, y tanta urgencia por hacer dinero con esas películas que sacrifican los elementos que realmente hacen que valga la pena pagar para ver una película. El problema es que las personas comunes y corrientes no podemos distinguir entre una buena historia y una mala porque los productores se enfocan en impresionar al espectador con costosos efectos visuales que inhiben el buen gusto del consumidor. Desde que somos chicos aprendemos a ver películas en la forma de caricaturas en carne y hueso. Generamos un gusto al ver efectos visuales o maquillajes impresionantes que solo podemos ver en los filmes, cuando en realidad el buen cine se enfoca primordialmente en la historia que nos narra y la manera en que nos la narra. Al perder enfoque en esos dos aspectos dejamos de notar los detalles que hacen que ver una película sea realmente una experiencia. 

Un comercial publicitario de una cadena de cines en México (muchos sabrán a cuál me refiero) que aparece antes de cada película, muestra una secuencia en la que aparecen referencias a muchas películas recreadas en la escena. Durante el movimiento de la cámara alcanzamos reconocer diferentes personajes o escenas de películas, pero solo si conocemos las películas. Aparecen alrededor de 30 referencias en el minuto y medio que dura el comercial, pero estoy seguro que mis papás no reconocerían ni 15; y el slogan del comercial dice “donde los que saben ver, ven más”. Esto es muy cierto, y no solo aplica al cine a donde vayamos a ver alguna película, sino en general. Tener conocimientos previos nos ayuda a apreciar mejor lo que observamos. 

El conocimiento es poder. Esta es una frase que nos alienta a educarnos. El conocimiento sobre algo nos ofrece alternativas para sacar provecho de situaciones que se puedan presentar, y también nos ayuda a disfrutar de las experiencias. Discernir entre buena música y mala música puede ser muy subjetivo si no sabemos nada sobre ritmo, armonía y melodía.  Lo mismo sucede con filmes, literatura, arquitectura, teatro, pintura, etc. Si no se tiene conocimiento, aunque sea básico, cualquier cosa que nos presenten nos puede impresionar, o también podemos quedarnos indiferentes ante una obra maestra. La diferencia entre un critico y un  aficionado es justamente el conocimiento que uno tiene sobre el otro. Al ir a un museo podemos pasar por alto un gran numero de obras maestras, porque no sabemos identificar lo que las hace especiales. Es solo cuando nos explican que nos damos cuenta lo valiosas que son. 

El conocimiento se puede obtener de dos maneras: por el estudio o por la experiencia. Es difícil que una persona promedio tenga el tiempo para estudiar cada tema que le interese, pero es por eso que es importante leer, informarse y buscar experimentar cuanto más se pueda acerca de aquello que disfrutamos. Incluso existen videos en youtube que intentan ayudarnos a ser más perceptivos del arte en diferentes versiones. Pero la experiencia ayuda mucho. Entre más películas vemos podemos comparar lo que nos gusta y lo que no de cada una, y es más fácil identificar cuando un trabajo es mejor que otro. La propia experiencia puede ayudarnos a discernir entre una buena película y una que no vale la pena volver a ver. Lo mismo pasa con los libros. Entre mas leemos, creamos un criterio para evaluar lo que nos gusta, y si encima leemos sobre lo que hace que una obra tenga elegancia y cautive a los lectores, podemos identificar este tipo de cualidades en los ejemplares que llegan a nosotros. Apreciar el arte únicamente se alcanza conociendo de arte; y aunque el arte es muy subjetivo, entre más conocemos mejor podemos explicar por qué nos gusta algo y otras cosas no. Ser experto en arte no es para todos, pero teniendo un mínimo de conocimiento podemos disfrutar mucho más lo que vemos cotidianamente.

La importancia de esta idea que me interesé en escribir radica en la calidad de productos que estamos recibiendo como consumidores. Vivimos en una época en la que los XV años de Rubi genera más ganancias a los medios que noticias sobre éxitos de jóvenes mexicanos en eventos mundiales. Películas de la talla de Pixels, que tiene pésimas reseñas de críticos y público en general, genera mucho más dinero que Birdman, una película en la que podemos apreciar muchísimo arte bien hecho. En nuestra realidad existe mucha ignorancia que limita nuestra capacidad de apreciación. Algo de lo que disfruto mucho es escuchar a alguien que me cuente temas sobre los que no sé tanto. Aprender nos ayuda a poner atención de nuestro alrededor.  Si podemos ver la belleza en las cosas, despertamos el interés en ellas. Entre más cultos somos, más apreciamos el mundo. Creo que esa es la mejor manera de incentivar a alguien a leer, a aprender, a conocer más.




 

17 y 34

Como hace dos años, hoy quiero hacer una reflexión de mi vida en el día de mi cumpleaños, comparándola con lo que era cuando tenía 17 años. A esa edad empecé a tomar. En mi fiesta de cumpleaños fue mi primera borrachera. Muchos de mis amigos se acuerdan de eso muy bien. Y también a esa edad fue cuando viajé a Irlanda, a Galway, para estudiar 6 meses. Esa fue una de las experiencias que más ha cambiado mi vida. No creo exagerar cuando digo que yo soy alguien antes de ese viaje y otro después. Conocí a gente muy diferente a mí, con ideas, valores y sentimientos que yo no compartía en absoluto y me cambió totalmente mi forma de ver el mundo. El cambio de milenio del que tanto se hablaba en aquel entonces fue como una premonición del cambio que venía en mi vida.
 
A esa edad fue la primera vez que viví lejos de mis papás y tuve responsabilidad completa de mis decisiones. Viajé con amigos a varios países de Europa y tuvimos que planear todo nosotros solos, cuidarnos entre nosotros, organizarnos, decidir. Cuando regresé a Monterrey, sentía que podía valerme por mí mismo. Me sentía más independiente. Ya no me asustaba hablar de tabúes. Me sentía más libre. Y creía que ya había alcanzado la sabiduría. Me volví más abierto de mente y creía que por eso era mejor que otras personas. Ya no era parte de la sociedad donde vivía, había visto a las personas que proyectaban las sombras al otro lado del muro. Pero obviamente seguir estando muy pendejo. 

Ahora, 17 años después de haberme ido puedo ver que a pesar de que me faltaban muchas cosas por aprender (y obviamente todavía me falta mucho más a los 34 años) creo que en esa edad comencé a despertar. Fue en ese viaje que poco a poco me fui convirtiendo en quien ahora soy. Solo un amigo que conocí en ese viaje me felicita en mis cumpleaños, pero todas las personas con las que conviví me forjaron de alguna manera. Sí puedo decir que hoy me parezco más al Chema de 17 años que al de 16. Pero aun así no me reconocería hubiera visto como soy hoy hace 17 años. Mis festejos cambiaron mucho de ese entonces a ahora, pero me digo juntando con amigos, solo que en menos cantidad, y en vez de empezar a tomar a las 11 de la noche, comenzamos más temprano. 


Hoy me voy a dormir un año más viejo, pensando que llevo la mitad de mi vida viendo el mundo de otra manera de la que lo veía antes. Y pensando que las decisiones que tomo hoy, siguen moldeando lo que voy a ser, años en el futuro. 


Elogiar sin criticar


Me cuesta mucho elogiar a personas como si fueran perfectos. Me siento falso e hipócrita. Porque las personas tenemos muchos matices de gris en nuestras personalidades, en nuestras intenciones y nuestras acciones. ¿Es aquel una buena persona? Sí, y no. Depende de a quién le preguntes; depende del ángulo del que lo veas. Depende de lo que se esté evaluando de dicha persona. He escuchado que Gandhi golpeaba a su esposa. ¿Era una buena persona Gandhi? Yo mismo he criticado a quienes juzgaban a Diego Rivera por ser comunista y mujeriego, y se oponían a que apareciera en el billete de 500 pesos, porque era un pintor sobresaliente. Lo que hiciera en su vida privada y sus ideologías no tenían nada que ver con su extraordinario talento ¿lo estamos evaluando como pintor o como persona? No creo que sea justo ser absolutistas encasillando personajes como si solo hubiera un aspecto que valorar. 

Por eso, ahora que murió Fidel Castro veo un contraste muy evidente en mi muro de Facebook entre los que creen que fue un tirano que dejó a Cuba en la pobreza y el atraso, contra los que piensan que es un héroe a quién se le debe de agradecer la grandeza del pueblo cubano. Pero cómo defender o cómo criticar a un personaje como Fidel Castro, con tanta gente que se acerca ahora a sus restos a llorar su muerte, pero que esa misma gente se prostituye en las calles por conseguir prendas de ropa. Intentar descifrar lo bueno y lo malo desde afuera es muy difícil, porque no hemos vivido y comparado los pros y los contras. Pero para mí es muy evidente el veredicto del juicio que se le puede hacer a Fidel Castro: fue un dictador, que reprimió a su pueblo dándoles educación pero quitándoles la libertad de pensar por sí mismos. Yo no creo que haya dictaduras que puedan ser buenas. Pero sí creo que las dictaduras pueden traer beneficios. Las personas tendemos a creer que tenemos la razón cuando nos casamos con una ideología; tendemos a defender ilógicamente nuestros métodos, nuestros argumentos y nuestros principios. Por eso hay muchas discordias entre grupos de personas, y tendemos a atacar otras ideologías aunque estas favorezcan a la población. Llegamos a obsesionarnos tanto con nuestras ideas que hacemos lo que sea por enaltecer nuestro punto de vista y satanizar los puntos de vista contrarios. Por eso un dictador que aplasta a los adversarios para poder implementar con facilidad un método de gobierno sin que existan voces que critiquen injustamente y desvíen la atención con saña, ayuda a que este método implementado rinda los frutos que es capaz de rendir. Sin embargo, al mismo tiempo bloquea las criticas constructivas y las ideas de mejora que puedan surgir. Una dictadura que ha durado tanto tiempo como la de Cuba, me habla de una negación a escuchar opiniones. Fidel Castro no aceptaba criticas y se vendía a sí mismo como salvador del pueblo. Es lo mismo que critico de todos los personajes mesiánicos: Donald Trump, Andres Manuel Lopez Obrador, Hugo Chavez, Kim Il-sung (padre de Kim Jon-il y abuelo de Kim Jon-un) y todos los políticos que llegaron al poder e impusieron su agenda a pesar de la lógica y las criticas de mucha gente, incluidos Hitler, Stalin, Mussolini y Pinochet. No aceptan que se les critique, y cuando falla alguna decisión que hayan tomado, culpan a alguien más.

Los dictadores pueden venir con ideas de izquierda o de derecha. Son lo mismo, dictadores, y como tales no respetan lo que prometen, solo cambian de parecer y alegan que porque ahora piensan diferente esa nueva forma es la correcta. Los dictadores nunca saben cuando es tiempo de irse. Terminan convirtiéndose en villanos siempre, porque cuando ves enemigos en la libre opinión de otras personas, estás condenado a cegarte y creer que absolutamente todo lo que haces está bien. Podemos ver cómo Fidel Castro a pesar de tener hundida a Cuba en la pobreza y de recriminar al imperialismo de Estados Unidos por los males que les aquejaban, él vivía con lujos, usaba coches alemanes, usaba ropa marca Adidas, tenia yates, y sus hijos viven con opulencias que los cubanos comunes solo pueden soñar con tener. He ahí la contradicción de este opresor que algunos proclaman héroe. 

La gente que elogia a Fidel Castro pero no lo critica, me parece que no conocen lo que sucede en Cuba. Aquí en México, los mismos que elogian a Fidel Castro, acusan a Enrique Peña Nieto de represor. No me parece que sea esto coherente. Existen muchas incongruencias entre los que admiran los logros de este presidente cubano, empezando por la libertad de expresión. No se dan cuenta que en México a pesar de todos los males que padecemos, vivimos en un país donde podemos ver la película que queramos. Podemos leer el libro que queramos. Podemos viajar a donde queramos; porque a pesar de ser lujos que la gente pobre no se puede conceder, al final si comparamos los países, en Mexico hay una oportunidad de alcanzar ese lujo… en Cuba no. Y mi critica hacia ellos al final es porque defienden lo indefendible. Se puede elogiar el nivel educativo de Cuba, pero se debe de criticar la postura de Fidel Castro de negarse a someterse a pruebas internacionales para comprobar que tienen un nivel educativo alto. Se puede elogiar que tengan muchos y muy buenos doctores, pero se debe de criticar que no permitan la evaluación de sus medicinas y vacunas contra el cáncer. Se debe de elogiar la valentía de encarar y rebelarse contra el autoritarismo estadounidense, pero se debe de criticar la falta de elecciones libres y la competencia política durante 57 años. No podemos criticar a Peña Nieto por sus lujos, con la bandera de que somos un país pobre, pero elogiar a Fidel Castro que hacia exactamente lo mismo.  

Aquellos que no se atreven a criticar a Fidel Castro me dejan en claro que no se dan cuenta de las libertades con las que viven. Nos saben lo que es tener miedo de criticar al presidente de su país. Enaltecer a Fidel Castro es pasar por alto las miles de ejecuciones oficiales y extrajudiciales de las que es responsable. La gente que huyó de Cuba nos deja un testimonio que vale la pena tomar en cuenta: no huyeron por ambiciosos, huyeron por que en Cuba no podían aspirar a nada. No por nada tantos cubanos arriesgaron sus vidas para salir de ahí.

Y a final de cuentas lo que quiero dejar en claro es que criticar a Fidel Castro no es estar a favor de lo que sucede en México o las políticas de Estados Unidos. Evaluar lo que sucede en Cuba no significa criticar sus logros. Pero lo que no entiendo es cómo pueden comparar las cosas buenas que se puedan decir de un dictador contra las libertades que este dictador niega. Podemos culpar a quien queramos del atraso de Cuba, pero el embargo de Estados Unidos no justifica la persecución contra homosexuales, ni la censura de periódicos. La propaganda gringa no justifica que en Cuba no haya más que un partido político cuyo jefe era el mismo Castro. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Nunca voy a estar a favor de los beneficios de un dictador contra las libertades de un pueblo problemático y polarizado. Pensar que en Cuba se vive mejor es olvidarse de que ahí no podríamos compartir nuestras ideas en Facebook.  

El mundo con un Donald Trump

Este post se iba a llamar "el 'hubiera' del mundo con Trump", pero desgraciadamente los estadounidenses nos sorprendieron esta madrugada con un presidente de caricatura que se ha vuelto un fastidio mundial. La locura le ganó a la cordura. Prefirieron arriesgarse con quién hondeaba la bandera en contra del sistema a pesar de las consecuencias. Porque el problema con Donald Trump no es su forma de expresarse ni las amenazas que hizo a diferentes países, culturas y religiones. El peor defecto de Trump es no aceptar sus fallas. Esa es la verdadera amenaza. Cuando las cosas no salen a su favor, culpa a alguien más. Cuando las encuestas no le favorecían, decía que estaban amañadas.  Aceptó que no reconocería el resultado si no resultaba vencedor. Culpó a los mexicanos, a los musulmanes y a los chinos de que Estados Unidos estuviera perdiendo trabajos y seguridad. Todo lo que sucede en su contra, no es su culpa; no cuestiona su discurso racista, agresivo y pueril, ese no le quita popularidad. Si algo le sale mal es porque alguien le está haciendo trampa.

Y yo entiendo que en los Estados Unidos no les interesa lo que pase en otros países, y nada importa si no sucede directamente en su territorio, pero esta vez les hubiera convenido mucho analizar los resultados en todos los países donde un candidato mesiánico logró imponerse con promesas absurdas. Donald Trump es un dictador como cualquiera de los de América latina o los países socialistas en Asia. Habla igual que Fidel Castro en Cuba, Nicolás Maduro en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Kim Jong-un en Corea del Norte o Lopez Obrador en México. Según todos ellos, incluido Trump, solo ellos pueden salvar al pueblo. No hay nadie más. Quienes no los apoyan, es porque tienen una agenda oculta donde los grandes beneficios a la sociedad les afectan. Son absolutistas que creen que siempre tienen la razón. Y por eso, cuando las adversidades se les salen de control necesitan poder señalar a alguien para culparlo y ponerle un rostro al adversario; así la gente no se enoja con ellos, sino con el "enemigo". Se vuelve un juego de "nosotros" contra "ellos" en donde hay que odiar a los que no hacen lo que queremos porque ellos nos odian a nosotros. 

Cuando resultó vencedor en las elecciones primarias, yo no estaba tan preocupado por que Donald Trump resultara presidente en Noviembre. Lo que yo pensaba era que sus promesas de campaña resultarían en lo que todas resultan, solo promesas. Ni Obama, ni ningún presidente cumple la mitad de sus promesas de campaña. No me preocupaba el muro, ni el tratado de libre comercio ni las deportaciones masivas. El señor, como cualquier candidato hambriento de votos decía lo que cada quien quería escuchar; y sabemos que no le puedes dar gusto a todos. Por eso me mantenía tranquilo, si ganaba, serían 4 años de aguantar a un payaso, pero nada más. Me comenzó a preocupar cuando escuché los disparates y ocurrencias que escupía ya en campaña por la presidencia. Decía cualquier cosa para responder a preguntas importantes, mentía, respondía con insultos, y cuando se le cuestionaba sobre sus planes para llevar su administración, no contestaba nada en concreto. Despotricaba contra todo aquel que lo cuestionara y contestaba con absurdas exageraciones: 'te escuchamos como hablabas de las mujeres como si fueran objetos’, 'no hay nadie que respete a las mujeres más que yo'. Era el típico bully de la escuela que aparte de molestar a los demás, era rico y tenía guardaespaldas; nadie se podía meter con él. Se veía como el mirrey que cree que puede hacer lo que quiera a pesar de lo que sea. ¿Qué clase de persona votaría por alguien así? Las comparaciones con Adolfo Hitler no eran desproporcionadas. 

Y la culpa de que haya ganado la tienen los políticos. Nadie más. La gente puede ser tonta y elegir mal, no me cabe duda. Pero la culpa de que resulten electos este tipo de personajes es el hartazgo de la sociedad contra una élite de políticos que no se preocupa en absoluto por ellos. A pesar de que Hillary Clinton era una candidata poco popular, seguía siendo peor elegir a Trump. ¿Por que resultó ganador? Por culpa de Hillary Clinton y de la bola de orangutanes que durante más de un siglo lo único que les importa es tener poder. La gente se da cuenta que ellos tienen el poder de hacer un cambio y no lo hacen. Saben que a pesar de todo siempre van a estar sus intereses personales antes de los del pueblo. Ya no les creen. Nadie les cree. Y por eso llega cualquier persona fuera de su grupo selecto que les promete escucharlos, y toman la primera oportunidad para darles una patada en el culo a los políticos de siempre. Hillary Clinton es muy corrupta, es muy ambiciosa y muy hipócrita. Pero no menos que Donald Trump. Puede ser más políticamente correcta y más preparada en la política, pero no es mejor que Donald Trump. Ninguno de los dos era una buena opción. Pero la gente se negó a escoger al "malo por conocido" y eligió al "peor por conocer, pero que por lo menos no es lo mismo". No les lograron explicar que lo que les prometía Donald Trump es imposible de cumplir. 

Desgraciadamente yo pienso que esta decisión les va a explotar en la cara a los estadounidenses. En su hartazgo nublaron su juicio y soltaron su rabia contra todos por igual. Y lo peor de todo es que nos van a llevar de encuentro a muchos países. Existe una responsabilidad moral de ser el país más poderoso del mundo; no puedes hacer estupideces. Si ya te dedicaste a robar la soberanía de otros pueblos; si ya invadiste los países que quisiste, si ya impusiste tu agenda en el mundo: no puedes dejar que un niño chiflado tenga acceso a tanto poder. Sí, Hillary Clinton es tan corrupta y nefasta como Trump; pero ella es responsable. No culpa a los demás de sus errores. 


Es una lástima que las personas lleguen a esto por desesperación. Me gusta pensar que el mundo va avanzando y que somos mejores que las personas que vivieron antes de nosotros. Pero a veces no quisiera estar viviendo en estos tiempos. No me gusta pensar que esta generación escogió a un Donald Trump, a un Peña Nieto, a un Hugo Chávez, a Vladimir Putin, a Evo Morales y anteriormente a Silvio Berlusconi y George Bush. Esta entrada iba a ser sobre el "hubiera" con Donald Trump. Ahora es sobre lo que nos toca vivir en carne propia. Ay de nosotros.  


¡Menos laxitud a la hora de otorgar derechos!

Con la reciente polémica acerca del matrimonio igualitario, y los derechos de los homosexuales de adoptar niños y educarlos según sus valores, muchos conservadores, sobre todo católicos o al menos religiosos, cuestionaron que los gays fueran dignos de esos derechos. Y alegan que si un hombre no puede engendrar un bebé con otro hombre entonces estos no deberían de tener derecho a criar niños, “porque no es natural” (aunque cuando se les cuestiona por qué a los sacerdotes se les prohibe tener relaciones sexuales, lo cual es muy antinatural ya que nacieron con órganos sexuales, pues contestan otro tipo de cosas que involucran a Dios y ya se vuelve muy desgastante la plática). Incluso llegan a defender un argumento: no porque puedas hacer algo quiere decir que tienes derecho a hacerlo. Y rematan: porque no es derecho de los padres de adoptar para tener hijos, sino de los niños a tener una familia. Y es ahí donde me detengo y me queda claro que no entienden nada. 

Dejando fuera la religión y las ideologías que nunca terminan de convencer a alguno de los dos lados del argumento, usando la lógica para tratar de ser justos, podemos encontrar los errores de las personas que se empeñan en defender o negar derechos a otras personas. Usando preguntas que deben de ser aplicadas en ambos lados de la ecuación  y deben de ser respondidas satisfactoriamente, podemos distinguir si en realidad defienden sus posturas altruistamente, buscando el bien común o es solo una justificación para su discriminación.

Comenzamos con los cuestionamientos sobre a quién negarle u otorgarle un derecho. Si no puedes tener hijos naturalmente entonces no tienes derecho a tenerlos, porque no es natural. Eso querría decir que quienes no puedan procrear teniendo sexo, no deben de tener derecho a tener hijos. Esto incluye a parejas heterosexuales. Si excluyen a los heterosexuales entonces sabemos que no les importa lo que es natural, sino que solo el hecho de que homosexuales no tengan niños bajo su cuidado. Y se puede decir lo mismo de los tratamientos para la fertilidad, o incluso ir más allá y cuestionar avances medicinales; si no están en contra de todo eso, entonces no les importa lo que es natural o no. 

Un tema ridículo es el de la etimología de la palabra matrimonio y familia y todas las palabras que se les ocurren que no quieren que tengan nada que ver con los gays. Y digo que es ridículo porque jamás he visto a alguien quejarse de la palabra “leer”, que en su origen significaba recorrer lineas para recoger la siembra. No se quejan de ninguna otra palabra que no se relacione con su origen, solo las que a ellos les molestan. 

Otro aspecto importante que veo en este tema es que en realidad no les importan los derechos de los niños. Predican que los niños son los que tienen derecho a una familia, pero no explican qué tipo de familia. Hay familias uniparentales y hay familias disfuncionales ¿no importa a qué tipo de familia pertenezcan mientras tengan una familia? Menciono esto porque no veo a nadie pidiendo que se exija a las familias a comprobar ingresos antes de embarazarse. Nunca vi una manifestación para evitar embarazos en menores. Bien lo dicen ellos mismos, no porque puedas hacer algo quiere decir que tienes el derecho a hacerlo. Eso aplica para todos. 

Entonces, yo propongo los requisitos que deberían de cumplir todas las parejas, homosexuales o heterosexuales, para poder casarse y eventualmente tener hijos:

1) Tener al menos 21 años antes de tener hijos

Tenemos leyes que nos prohíben tomar bebidas alcohólicas antes de cierta edad. Tenemos leyes que nos niegan el derecho a elegir a nuestros gobernantes antes de cierta edad. ¿Por qué no existe la misma ley que defienda a los bebés de padres inmaduros? ¿Por qué la ley permite que niñas de 16, 17 y 18 años tengan hijos? ¿Por qué confiar en su juicio para embarazarse pero no para consumir drogas o votar?

2) Deben de poder mantenerse por sus propios medios durante 6 meses. 

No digo que tengan que comprar casa o coche, simplemente, que tengan un trabajo estable con el que puedan subsistir sin ayuda de otras personas. Esto es importante porque muchas personas se casan solo porque pueden. Conozco personalmente a parejas que no trabajan; que reciben dinero de sus papás y con eso viven, pero ellos no saben lo que es ganarse el dinero. Y eso es preocupante porque nadie sabe hasta cuando lo van a poder mantener, y si a los papas les roban todo su dinero ellos saben que pueden generar más, pero los hijos mantenidos no saben hacer nada. 

3) Deben de tener al menos 3 años de casados.

Según una estadística 20% de los matrimonios terminan en los primeros 5 años, lo cual no quiere decir
que todos llegan ni siquiera a los 5 años. Y 32% de los matrimonios terminan antes de los 10 años de casados. Siendo este numero (32%) tan alto, por lo menos deberíamos de considerar el 20% que termina antes de los 5 años. Si hay personas que no duran 5 años ni siquiera con un perro, qué podemos esperar de un matrimonio.  Hay parejas que se casan antes de cumplir el año de novios, y tienen hijos antes de cumplir el año de casados; los niños no merecen pertenecer a una familia que ni siquiera se conoce. Y muchos dirán ¿pero que tal si la pareja ya es grande de edad y no le queda mucho tiempo a la mujer para poder embarazarse? A lo que pregunto yo ¿es culpa del niño? No. Queremos proteger los derechos de los niños, no de los adultos a tener hijos. 

Y por último:

4) La pareja tiene que tener educación avanzada para poder tener hijos

Sí, ya, lo dije, deben de tener más educación que la básica. La educación básica en México es hasta la secundaria. Si en cualquier empresa, para tener un empleo con responsabilidades necesitas al menos una carrera técnica ¿por qué no creemos que tener hijos implica más responsabilidad que desempeñar un trabajo para una empresa? Es importante la educación en una sociedad, y sin embargo nunca he visto una manifestación por parte de las mismas personas que “defendieron la familia” hace algunos meses, manifestándose por exigir padres preparados y educados. 


Y si les parecen exagerados estos requisitos, deberían de preguntarse qué tan exagerados son, frente a la insistente presión de esos “conservadores” que quieren evitar a toda costa que homosexuales puedan adoptar a niños y darles un hogar. Yo creo que si fuera necesario cumplir todo esto para poder tener hijos habría menos embarazos no deseados; habría menos niños sin educación. Tendríamos una sociedad más responsable. No creo que los derechos deban de ser exclusivos de quienes por naturaleza pueden procrearse. Y, si gente sin educación, sin empleo o sin compromiso tiene derecho a educar a una persona, no veo por que alguien que se siente atraída por su mismo sexo no pueda tener ese mismo derecho, así sin más. 




Casarnos (Getting Married)


Hoy me caso. Estoy enamorado de mi novia y estamos muy felices juntos, pero esa no es la razón principal. No soy de las personas que buscaba el matrimonio. Cuando era chico sí quería casarme y tener hijos, pero era cuando todavía no pensaba con ideas propias, más bien veía estereotipos comunes y pensaba que naturalmente se seguían esas tendencias. Poco a poco me di cuenta que no había un solo camino ni una sola manera de hacer las cosas, y más importante, me di cuenta que tenía opciones y que yo podía escoger la que yo quisiera sin tener que preguntarle a nadie; y llegó un momento en el que decidí no casarme nunca si no me sentía seguro y satisfecho con alguien.

Sin embargo me voy a casar, pero porque me siento totalmente a gusto con mi novia. Porque tenemos planes para el futuro para lo que es conveniente tener ese papelito que dice que tenemos un compromiso. Porque legalmente nos conviene estar casados. Y también porque en la sociedad te ven con mejores ojos cuando formalizas una relación. Todas estas razones me ayudaron a tomar esa decisión, pero no son la razón principal.

Porque casarnos implica mucho más que el acto legal. El trámite del matrimonio es tan fácil que el puro hecho de estar casado con alguien no dice mucho (aunque muchas personas piensen que sí). Estar casado no implica responsabilidad per se. Todo lo bueno que te puede hacer parecer el estar casado no implica que estés casado en verdad. Puedes ser responsable sin estar casado, puedes mantener una familia, puedes amar, corresponder, puedes tener hijos, etc sin estar casado. Pero es el compromiso que no puedes firmar en un papel el que verdaderamente cuenta. Nadie va a ir a tu casa a revisar que se estén cumpliendo los votos de la boda; el matrimonio es de dos, el compromiso es de dos. Casarnos  implica cierta seguridad. La seguridad de que vamos a tener a alguien a nuestro lado para enfrentar la vida: lo bueno y lo malo. Saber que no vamos a estar solos en momentos difíciles, y saber que tenemos con quien compartir los momentos felices. Casarnos es ver más allá de nosotros mismos, y más allá de lo que podemos ver fisicamente. Es fijarnos en lo que realmente perdura. Al final, quiero poder tener a alguien con quien tomar café y platicar de cada evento, importante o sencillo, que pueda acontecer en nuestra vida.

Y finalmente, casarnos significa trabajar. Todos los días. Asegurarse de que no nos aburramos. El compromiso no se hace en un día mágico después del cual todo viene de bajadita. El compromiso se necesita ratificar cada día, igual que todo en nuestra vida. No se es esposo o esposa a veces. Casarnos es prometer que vamos a procurarnos el uno al otro y vamos a procurar continuar creando razones para estar enamorados. Porque no hay relación que no necesite mantenimiento. Y, después de pensar en todo esto, vamos a casarnos hoy. Porque sabemos que somos más felices juntos. Somos mejores juntos. 




Today I'm getting married. I'm in love with my girl and we're very happy together, but that's not the main reason for this. I'm not the type of person who was seeking marriage. When I was a kid I did think of getting married and having children, but that was when I didn't think for myself yet, it was more because I saw typical stereotypes and thought that those tendencies would come by naturally. Little by little realized there was not only one way of doing things, of living life; but most importantly, I realized I had different options and I could choose whatever I wanted and didn't have to ask anyone; and then i decided that i would never get married if i wasn't sure and confident that i should marry someone.

Nevertheless I'm getting married, but because I feel totally comfortable with my girl. Because we have plans for the future and it comes handy to have that little piece of paper that says we have a commitment. Because legally it's convenient for us to be married. And because before society, it looks better when you have a formal relationship. All these reasons helped me make the decision, but none of them is the main reason.

Because getting married means way more than the legal paper. The process to get married is so easy that it doesn't mean that much (though most people think it does). Being married does not mean being maturer per se. Any aspect of marriage that can make you seem more mature does not imply being married. You can be responsible without being married, you can sustain a family, you can love, correspond, have children, etc. without being married. But it is the commitment that cannot be singed in a paper the one that really matters. Nobody will go to your house to check if you've being breaking your vows or not; marriage is a commitment of two, and only two.  Getting married implies certain security. The security of having someone beside us to face life: the good things and the bad. Knowing that we won't be alone for the difficult times, and knowing that we have someone to share the happy times. Getting married is looking beyond oneself, and beyond what you can physically see. Is valuing what really lasts. In the end, I want to be with someone with whom I can drink a cup of coffee and talk about the events, important or not, that could happen in our lives.

And finally, getting married means working for it. Every day. Making sure that we don't get bored. The commitment doesn't arrive on magical day after which everything comes down hill. The commitment needs to be renewed everyday, like everything in our lives. You are not husband or wife only at times. Getting married means to take care of each other and to create reasons to fall in love with each other all the time. Because every relationship worth having needs maintenance. And after thinking of all this, we are getting married today. Because we know we are happier together. We are better together.