La 'sub' más grande de México


México ganó la copa mundial en la categoría sub 17 del fútbol.  México campeón del mundo. Lo quiero escribir otra vez... ¡México campeón mundial!

Qué ejemplo. Qué muchachos tan valientes, tan entregados, tan llenos de coraje, y de hambre de triunfo.

No puedo dejar de admirarlos. Quisiera que todos los mexicanos volteáramos a ver a ese equipo y aprender. No sé ni por donde empezar a explicar por qué los admiro tanto.

Ya desde el miércoles pasado quería escribir acerca de la sub 17 por su triunfo ante Alemania: un partido cardiaco, digno de una final de copa del mundo (aunque fuera semi final); de ir ganando 1-0 a ir perdiendo 2-1, sacar la garra y no dejar de pelear para empatar quince minutos antes de terminar el tiempo regular; una entrega indescriptible con el jugador Julio Gómez, lesionado pero que no dejó de jugar  y entró de nuevo para anotar el gol de la victoria. Pero no es solo eso; son muchos factores que me hacen querer hablar de estos niños. 

Hoy, durante el partido de la final, un amigo me dijo 'qué bueno que anotó Gómez el tercer gol, porque si no nos hubiéramos ido directo a penales, y ahí nos hubieran ganado'. No podía creer ese comentario. Mi respuesta fue: tú sigues pensando como típico mexicano del pasado, vencido antes de intentar: ¿no entiendes que estos muchachos son ganadores? yo no sé que hubiera pasado si nos hubiéramos ido a penales contra Alemania, pero lo que sí sé es que no puedes pensar como si fuera un partido al que estás acostumbrado, simplemente porque no es una selección a la que estamos acostumbrados. Estos muchachos no son lo que uno esperaría después de haber seguido 6 copas mundiales de fútbol. ¿Cómo es posible que pensara mi amigo que en penales nos iban a ganar los alemanes cuando contra Holanda, aquí en Monterrey, el portero mexicano Richard González paró un penalty?

La selección sub 17 de México demostró que hay buenos deportistas en nuestro país y que podemos llegar muy lejos. 

Tengo que decir que todos los competidores tienen mucho mérito. Sin ser un experto, puedo decir que vimos muy buen fútbol en este torneo. Las ganas que le echaron, y el coraje que vimos es incomparable con el del fútbol profesional, al menos en nuestro país. Estos muchachos no dan un solo balón por perdido; pelean en todas las jugadas. Sin importar que les metan algún faul ellos siguen peleando en lugar de tirarse al suelo esperando que el arbitro marque a su favor. Sin importar el peligro en la jugada, entran con todo lo que tienen a pelear, no el balón, sino un gol que les de la ventaja. Pero no solo le echan ganas sino que juegan con una calidad que supera a la selección mexicana actual. Con un juego bonito, coordinado, de grandes jugadores, lograron victorias que pocos mexicanos hemos visto. 

Respeto muchísimo a los equipos contra los que jugó la sub 17 de México: Uruguay, Alemania, Francia, Holanda, etc. Todos dieron un muy buen espectáculo, y menciono estos equipos porque fueron los partidos más emocionantes para mi gusto. No dejaron de pelear el balón a la orilla del campo, incluso cuando aprecia que el balón iba  hacia afuera la jugada continuaba y de repente salía un jugador corriendo con la posesión del balón, siempre intentando terminar la jugada en algo grande. Eso es algo que se agradece como espectador. 

Pero lo mejor es que, aquí en México, podemos ver un ejemplo de que sí se pueden hacer las cosas bien. No es necesario hacer trampa, ser corruptos, ser abusivos. Aquí está el ejemplo de lo que se puede lograr cuando no somos indiferentes. Cuando pensamos más allá de nosotros mismos. A pesar de tener una excusa para no seguir, entrar y dar todo por el país. A pesar de creer que no importa lo que hagamos porque alguien más lo va a hacer mal, hacer el esfuerzo sin importar el resultado. Creer en nosotros mismos hasta el final. Saber que, como país somos un equipo: si nos va bien a algunos, nos va bien a todos, si perdemos, perdemos todos juntos. Esos niños no buscaron el uno a uno, o el cero a cero, jugaron siempre a ganar. Eso es lo que debemos aprender todos como mexicanos. Quitarnos esa pesada losa de pensar que todo siempre tiene que ser como antes; que nada puede cambiar. Que somos mexicanos y por eso todo lo hacemos mediocremente. Cambiar ese significado del termino 'a la mexicana'. Los mexicanos estamos a la altura de lo mejor del mundo. Ya lo demostramos en el 2005, ya lo demostramos en el 2011, en el fútbol, en el golf, en el atletismo, en el tae kwon do, en el box; ¿cuántas más pruebas necesitamos? 


Ya es hora de acostumbrarnos a los triunfos, de siempre esperar la victoria, de dejar de preocuparnos por los penales. Ya es hora de crecer.

Hay que querernos. Hay que darnos nuestro lugar. Hay que valorarnos. 

Felicidades a los chamacos. ¡Qué orgullo! ¡Qué ejemplo! ¡Hay que festejar! Somos campeones del mundo.