No fue la respuesta


Como todos saben, y ha estado en todos los noticieros desde el domingo pasado, Enrique Peña Nieto cometió un error cuando, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, le preguntaron qué tres libros habían marcado su vida personal y política. La pregunta francamente parecía fácil. Peña Nieto había ido a la FIL a presentar un libro que él escribió, y en la conferencia de prensa no había muchos reporteros y no había periodistas de política. Pero para sorpresa de todos, esa pregunta inocente hizo titubear al precandidato priísta. Empezó diciendo que había leido varias 'desde novelas' y que no se acordaba de los títulos, luego dijo que la Biblia era uno de los libros que había leido (para luego reconocer que no la había leido toda), y siguió hablando sin decir nada. Mencionó que había leido un libro llamado La Silla del Aguila, pero se equivocó en el autor, al mencionar que era de Krauze, cuando en realidad es de Carlos Fuentes. Y así siguió por más de tres minutos, hablando con muletillas como 'este', 'pues', 'eeh', pero sobre todo sin contestar la pregunta. Luego mencionó que lo último que estaba leyendo era una novela llamada La inoportuna muerte del presidente, para luego preguntar si sí se llamaba así, y para rematar, olvidar el nombre del autor de ese libro. Luego siguió hablando, explicando lo que le gustaba de la Historia de México y que trataba de leer libros de algunas etapas de ella. Cada vez que quería mencionar algún libro pedía ayuda a los presentes para refrescarle la memoria. Los reporteros se burlaban y él cada vez se veía más nervioso. 


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La prensa se lo acabó en los días siguientes. En las redes sociales no dejaron de hablar de eso. Y en las conversaciones de sobremesa fue también el tema principal. Las opiniones eran diversas: unos dicen que le dio un giro de 180° a la percepción de la gente, lo cual a mí me parece una exageración; y otros decían que esto no le va afectar a su imagen más allá de las burlas que le puedan hacer. En esto último yo difiero. Mi mamá dice que ella con frecuencia olvida los nombre de los autores; mi papá me dice que el se equivoca mucho con los títulos. Yo sinceramente no critico si te confundes de autor o de título, sobre todo para los que leemos frecuentemente y tenemos en nuestra lista de libros leidos una considerable cantidad de títulos. Aunque a mí sinceramente me parece muy difícil olvidar el libro que estás leyendo en ese momento, ya que si en realidad lo estas leyendo, pues lo ves seguido y lo tienes en mente, pero bueno, puede pasar.

Dejando fuera el otro incidente, el de su hija, a mí me parece que la imagen de Peña Nieto sí se afectó mucho; pero no por lo que dijo. Errores los comete cualquiera, incluso Cordero, el precandidato del PAN quiso hacer burla de Peña Nieto y falló tambien al confundir el nombre de Laura Restrepo y llamarla Isabel Restrepo. Pero lo que yo veo más importante no es la respuesta que dio Peña Nieto, sino la forma en la que respondió una simple pregunta acerca de libros que supuestamente lee. Trastabilló, no sabía que decir, se rascaba la cabeza, quería decir varias ideas a la vez y terminaba por no decir nada; dijo que había leido novelas e inmediatamente después mencionó la Biblia, para después aclarar que solo había leído algunos pasajes (tal vez por miedo a que le preguntaran acerca de ese tema).  El precandidato más popular, que le lleva ventaja de más de veinte puntos a cualquier otro aspirante fue víctima de su inexperiencia y su poca preparación. Quedó evidenciado lo que dijo Denise Dresser en un video. Ahí explicaba el perfil de Peña Nieto y lo acusaba de ser "rígido, poco hábil para improvisar, debatir, hacer lo que no tiene anotado enfrente" y remata citando a un panista: "cuando se sale del script, resbala". A mí eso me parecían exageraciones. Yo tenía una muy diferente opinión acerca de Peña Nieto; si bien me parecía un político corrupto, creado por Televisa, del más puro estilo priísta, también lo veía como un político inteligente, carismático y ágil. Ingenuamente dudé de Denise Dresser, y ahora me doy cuenta de cuánta razón tenía ella. Se le criticaba que sin sus asesores no era nada; sin la imagen que Televisa le había hecho no era nada; al parecer todo eso es cierto. Vi a un Peña Nieto sorprendido, ridiculizado, lento para reaccionar, y torpe para hablar. De verdad que no me esperaba ese perfil para nada.

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Esto, aparte de ser una gran sorpresa, es un gran alivio. Ver al precandidato al que su triunfo en las elecciones mucha gente ve como inevitable, exhibiendo sus debilidades en un evento que debió de pasar desapercibido, intrascendente, me da ánimos de ver qué está por venir para este político en la campaña electoral del siguiente año. Mi preocupación era que las claras muestras de corrupción de este personaje no estaban siendo suficiente para hacer ver a la gente que no es una buena opción para gobernar el país. Ahora con estos acontecimientos tengo la esperanza de que la gente vea quién es quien nos quiere gobernar: no solo una persona de poca inteligencia, sino un títere de los  priístas antiguos y corruptos que lo único que buscan es gobernar para delinquir.


El respeto al derecho ajeno es TOLERANCIA



¿Por qué es tan difícil hablar de religión o política en una conversación de sobremesa? La respuesta todos la sabemos, pero pocos la podemos identificar especificamente: por la falta de tolerancia. Aceptar y respetar las creencias o formas de pensar de otra persona cuando son diferentes a las nuestras es difícil. Hay de cosas a cosas, y no debe sorprendernos que haya temas en los que abogaremos siempre en contra por ser peligrosos para la sociedad; incluso la tolerancia en exceso deja de ser virtud. Pero es fácil identificar cuando otra persona no es tolerante con sus adversarios, y yo me he dado cuenta de que la falta de argumentos para debatir un punto es una clara señal de intolerancia. Cuando los argumentos se limitan a un 'no, porque no' o cuando no se acepta que el contrario tiene el beneficio de la duda, y necesita tener las pruebas de absolutamente todo lo que se dice, es también una señal de intolerancia. 

Hay un malentendido común entre los conceptos de tolerancia y de 'mente abierta'. Ser afín a puntos de vista poco comunes (por ejemplo la aceptación de los gays, los matrimonios entre homosexuales, el aborto, la eutanasia, la legalización de las drogas y el ateísmo,  entre otros temas controversiales) no es muestra de tolerancia. La tolerancia es igual a respeto. Hay quienes merecen respeto y hay quienes no. Incluso a mí la palabra "tolerancia" no me gusta mucho, ya que me suena como a soportar (que de hecho de ahí viene la palabra: tolerare) y el soportar o aguantar a alguien me parece un poco como si fuera un suplicio. Respetar las creencias de alguien más incluye la aceptación de que no tenemos que ser iguales o creer lo mismo, mientras no afectemos a otras personas con nuestros ideales; aceptar que no estamos de acuerdo pero que no tenemos que estarlo para vivir en paz; tratar de buscar las similitudes en vez de las diferencias y buscar siempre entender a la otra persona. Es ahi donde pienso que mucha gente se pierde. Es una razón que encuentro muy común para la intolerancia: no ponerse en los zapatos de la otra persona. 

¿Qué importa si al otro le gustan ciertas cosas que a mí no me gustan, o cree en ciertos dogmas en los que yo no creo? Mientras eso no me afecte directamente y no se violen mis derechos, no debería de importarme. Sin embargo conozco mucha gente que se molesta por lo que puedan pensar otras personas. Un ejemplo muy claro son los creyentes y los no creyentes. Quienes creen en Dios culpan a los ateos y a personas con diferentes creencias que la suya, de tragedias que ocurren, y algunos hasta sienten que es su deber evangelizar y convertir a la humanidad a su propia religión, a pesar de que una enseñanza común entre la mayoría de las religiones es amar al prójimo. Y pudiéramos pensar que quienes no son creyentes, y se hacen ver como más abiertos de mente, más tolerantes y más civilizados, no señalarían a los creyentes culpándolos de nada, y sin embargo he escuchado muchísimas veces, de los ateos, que las religiones son el cancer del mundo y la razón por la que no existe paz entre los pueblos. Yo difiero de todo eso que escucho. La razón por la que no hay paz entre los humanos es la intolerancia, de todas índoles. No es particular de ningún grupo social. Los adultos mayores critican a los jóvenes, y viceversa, los blancos se quejan de los negros, y viceversa. Católicos, cristianos, judíos, protestantes, ateos, europeos, asiáticos, americanos, blancos, morenos, negros, homosexuales, heterosexuales, hombres, mujeres, politicos de derecha y de izquierda, y en general todos. Incluso he escuchado muchas criticas contra las personas que no quieren tener hijos, algunos a pesar de estar casados; pero me pregunto ¿a quién puede importarle que el otro quiera o no quiera tener hijos? Piensa lo que quieras de la persona pero por qué juzgar o criticar el hecho de que alguien no quiera hacer algo que es absolutamente personal. Siempre pensamos que el otro está mal, porque si yo soy de una manera y estoy bien ¿cómo el otro, que es diferente, puede estar bien también? 

La intolerancia está en cada uno de nosotros, y si no llegamos a controlarla (algo muy frecuente) es cuando empiezan las riñas, los rencores, las guerras y la violencia. Aceptar las diferencias no quiere decir dejar que todos hagan lo que quieran sin responsabilidad, simplemente significa reconocer que no existe una sola manera de hacer el bien, de llegar a un bien común. La intolerancia es odio injustificado, que hace mucho daño. ¿Qué opinan?

Epílogo:
La nueva campaña de United Colors of Benetton me gustó muchísimo. Siempre han sacado campañas publicitarias que me gustan porque justamente apoyan la tolerancia. Y estas fotos tan polémicas, al igual que el comercial de tv, me parecen buenas expresiones en contra del odio injustificado. 


Cuidado con 'Arrebatos Carnales'




Hoy escuché que salió a la venta el tercer libro de Arrebatos Carnales de Francisco Martín Moreno. Como he escuchado a este señor antes y sé de lo que habla en sus libros, me preocupa mucho que sean tan populares. En México no se lee mucho, y me da mucha lástima que entre lo poco que se lee se cuenten los libros de este autor.

Hace algunos meses me topé con la revista Contenido; en esa edición, el director del Centro de Estudios de Historia de México Carso, Manuel Ramos Medina, criticaba el trabajo de FMM. La compré de inmediato. A pesar de que sé que hay gente que tiene presente que lo que dice Martín Moreno en sus libros son mentiras e invenciones, casi siempre morbosas, hay muchas otras personas que se creen lo que les digan, sobre todo si se les ensalzan lo que les cuentan con relatos polémicos o eróticos o cualquier otro recurso que se use para enganchar al lector. Por lo tanto me interesó mucho saber lo que decía un verdadero historiador acerca del trabajo de un novelista del más bajo nivel, ya que habemos muchos que a pesar de no ser historiadores sabemos que FMM miente en sus libros pero no tenemos tampoco mucha autoridad para desmentirlo. Voy a citar algunas partes del articulo que me interesaron. Quisiera escribirlo todo, pero sinceramente no tengo tiempo, pero algo de lo que más me llamó la atención fue esto:

Al proyectar su "investigación" afirma que en su obra Arrebatos Carnales, escribió lo que "platicó" con los grandes protagonistas de la Historia de México pero "en paños menores".

Un historiador medianamente serio escribe en función de las fuentes de información de primera mano, con el fin de comunicar a los demás lo que sucedió en un momento dado. La consulta de fuentes primarias, es decir de archivos, es estrictamente necesaria para recrear un momento histórico.
Se consultan los archivos para interpretar la historia, pero no para desvirtuarla y menos inventarla. No podemos "inventar" la historia porque no sería ético. El que inventa no solo no informa sino que daña y empaña de forma morbosa el acercamiento a la verdad.

La Historia no pretende ser un chisme. Menos una transmisión de la imaginación de un individuo que recrea "los hechos" pensando lo que un hombre o una mujer con toda su carga emocional pudo o no pudo vivir. En última instancia, con qué derecho nos entrometemos en la vida privada de un actor de la Historia que no se puede defender de lo que se le inventa. A los muertos se les respeta.

El señor Moreno afirma que los historiadores son mojigatos, mercenarios e hipócritas. ¿No se aplicarían estos términos en realidad al señor Moreno?

Si lo que quiere el señor Moreno es vender sus obras, podría ser más aventurado al decir que todo lo que interpreta a su manera es producto de su imaginación, al menos sus diálogos en "paños menores" y no afirmar que su trabajo es de investigación realizada en archivos.


El articulo es más extenso, y vale la pena leerlo todo. La edición de la revista Contenido donde encontré este articulo es la 573, de Marzo del 2011. Aquí dejo la liga por si les interesa leerlo: articulo de Manuel Ramos Medina 'Cuidado con Martín Moreno'.

Me parecía importante comentar esto porque quiero dejar claro que no es por nada que critico a Francisco Martín Moreno. Con solo escuchar lo que dice se puede uno dar cuenta de que se basa en mentiras para poder tener éxito con sus libros. Ya antes había compartido otro articulo que escribió Josefina Zoraida Vázquez en el que de igual manera desmiente que la bibliografia citada en uno de los libros de FMM haya sido usada para obtener información ya que con esa misma bibliografía se podían desmentir algunos datos que se cuentan en el libro.

Con esto lo único que pretendo es alertar a quienes leen a este autor para que no crean que están leyendo historia. Que sepan que sus libros son aceptables unicamente si lo que quieren es pasar un buen rato, pero para conocer la historia verdadera hace falta leer libros más serios y de autores más capacitados.

Las mentiras de Francisco Martín Moreno me parecen de muy mal gusto, y querer hacer pensar que en realidad investiga y se esmera en encontrar la verdadera historia "no la que nos cuentan en la escuela" me parece digno de un charlatán. Quisiera que nadie leyera esos libros, pero como sé que sí, espero que la gente sepa diferenciar entre la mentira (que es la mayor parte de esos libros) y los hechos históricos.