Investigación real, y novelas mentirosas


Hace dos semanas terminé un libro que se llama Crónica de la Eternidad, del francés Christian Duverger. El autor explica detalladamente razones para creer que Bernal Díaz del Castillo, nombrado autor de la obra Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, en realidad no fue su autor original. Explica con muchos argumentos respaldados por documentos, que este personaje no pudo haber escrito tal obra; algunas de estas razones son: menciones de libros que no podía haber leído, discrepancias entre lo dicho en diferentes partes de la obra, suposiciones lógicas (el autor de la Historia Verdadera presume recordar, después de 40 años, el nombre de cada uno de los más de 300 soldados que participaron en la conquista, y aparte recuerda cómo murieron y sus características físicas). En fin el libro está muy interesante, está bien documentado, y el autor explica exactamente como llegó a cada una de sus conclusiones, pasando por los diferentes personajes que participaron en la creación e impresión del documento histórico. Obviamente no solo desacredita a Bernal Díaz del Castillo como autor real de la obra, sino que explica quién fue en realidad quien escribió dicho documento. Esa es la parte más interesante.


La razón por la que menciono todo esto es, en primer lugar, porque recomiendo ampliamente esta lectura. No es un libro largo, ni su lectura pesada. El autor te lleva parte por parte con una secuencia lógica y entretenida, por los varios pasajes de la Historia Verdadera en las que se encuentran las pruebas de sus afirmaciones. No aburre, no cansa y es muy pero muy interesante. Incluso dan ganas de leer la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España. Pero aparte porque quiero poner como ejemplo a este autor, Christian Duverger, como un autor digno de leerse. Este es el tipo de lecturas que se deben realizar cuando se trata de querer aprender temas serios. No se debe de leer una novela (ni siquiera una biografía novelada) cuando se quiere aprender de Historia. Se vale leer ese tipo de libros cuando se quiere conocer superficialmente de algún episodio o algún personaje; cuando el motivo es interesarse en el tema. Mas no para aprender. Para eso se necesitan autores confiables; serios. ¿Cómo saber cuál es confiable, serio, y cuales no? Investigando la trayectoria de estos. Conociendo sus estudios. Y aún así, sabiendo esto, debemos tener cuidado y leer con ojo crítico, pero por lo menos son bases necesarias para tener un mínimo de certeza de que lo que se lee tiene filtros.

El viernes pasado escuché a Francisco Martín Moreno, novelista que usa episodios históricos en sus novelas y que tiene una sección en Imagen informativa. Lo escucho porque habla de pseudohistoria, ya he hablado de él antes, y dice muchas mentiras; esto a mí me preocupa porque tiene mucha audiencia y muchos lectores, y como sus libros son muy amenos y fáciles de leer, llegan a mucha gente y quienes son ingenuos, creen lo que leen en ellos. El viernes pasado dijo otra mentira (como normalmente hace) y quiero dejar claro en esta entrada qué tan fácil es desmentirlo. 

Mencionó que Porfirio Díaz había dejado el país con 85% de analfabetismo (y que era obvio que lo iban a quitar de la presidencia solo por este hecho). Este comentario yo lo interpreto así: en 1910, cuando Porfirio Díaz fue derrocado como presidente de México, en México el 85% de la población era analfabeta; y usa este argumento como prueba de que Porfirio Díaz fue un mal presidente al que no le importaba el país. Si alguien lo entiende de otra manera, que me lo haga saber. 

A esto respondo yo: 

revisando los datos del INEGI, tenemos varias pruebas que contradicen lo que menciona el señor Moreno:

1) En 1910, la población alfabeta en México era el 27.7% 

Esto quiere decir que la población analfabeta era de 72.3% (o sea 12.7% más baja de lo que dice Moreno)

pero aparte de esto hay más información.

2) En Mexico, en el año de 1895, la población alfabeta era de 17.9% (casi 10% menos que cuando Porfirio Díaz dejó la presidencia, o sea que hubo una mejoría). Pero aparte de eso, el numero de habitantes no era el mismo en esos dos años.

En 1895 había 12,632,425 mexicanos, de los cuales el 17.9% era alfabeta; pero en 1910, había  15 millones de mexicanos, de los cuales 27.7% era alfabeta. No solo aumentó el porcentaje sino el numero de personas. 

3) Podemos constatar el numero de estudiantes en 1878 y la misma cifra para 1910; también el numero de escuelas y el numero de bibliotecas. En todos los casos creció. 

En conclusión: 

Porfirio Díaz aumentó de 2.2 millones a 4.2 millones la población alfabeta en México, solo entre 1895 y 1910, porque no sabemos qué porcentaje de la población era alfabeta en 1877 que fue cuando entró Porfirio Díaz a la presidencia (pero estoy seguro que era mucho menor). Pero más importante de todo, para 1895 el analfabetismo era de 82.1% y para 1910 se redujo, por lo tanto, ¿de dónde saca el  Moreno que Porfirio Díaz dejó México con el 85% de analfabetismo? La realidad es que no hay respuesta, o bueno sí hay: de su imaginación y de su mala intención de desinformar. Moreno quiere engañar. Según él lee mucho, pero en cada ocasión comenta datos erróneos, por lo que no creo que se equivoque, sino que, con toda la intención de tergiversar la Historia, miente. 





Pido perdón por empezar con un tema y terminar con otro (conquista de México y Porfiriato), pero se me presentaron tan cerca en tiempo estas dos situaciones que no pude dejar de comentarlos. Ya sé que es la tercera vez que critico a Moreno, pero no pienso dejar de hacerlo mientras siga diciendo tonterías al aire.