Libros

Hay pocos temas en nuestra cultura de los que no se pueda aprender en los libros. Los libros nos llenan de conocimiento y nos abren la mente a nuevas ideas y formas de pensar. Gracias a los libros conocemos de Historia, de eventos que sucedieron hace miles de años, recopilados de diferentes formas de impresión que dejaron plasmados para siempre los sucesos en diferentes partes del mundo; sabemos también de ciencia, conocimientos adquiridos por personas que vivieron en otro tiempo o en otro lugar, y que sin la redacción de sus descubrimientos tendríamos la necesidad de investigar todo por nuestra cuenta; los libros nos educan y nos entretienen; la lectura de novelas es un pasatiempo inigualable en sí, pero cuántos libros han inspirado obras de teatro, películas, programas de televisión y pinturas consideradas obras de arte. Los libros son parte esencial en la civilización humana. Desde los papiros sobre los que se escribía en Egipto, pasando por el primer libro impreso en China en el año 868 d. C. y la Biblia de Gutenberg, hasta los libros electrónicos, populares hoy en día, los libros nos han ayudado a transmitir conocimiento de una generación a la otra.


El 23 de abril se conmemora el día internacional del libro y es un buen día para recordar la importancia de los libros y su lectura. Ser una persona alfabetizada no garantiza que se aproveche en gran medida esa habilidad. Si bien es indispensable para no ser considerado ignorante, la pura habilidad no nos quita la ignorancia si no se utiliza para conseguir más conocimiento. Incluso libros que su finalidad no es instruir sino entretener, como novelas o cuentos, su lectura siempre será benéfica para aumentar nuestro intelecto. Pero lo mas bonito de los libros es que hay para todo y para todos. Hay una frase de un escritor francés, André Gide, que me gusta mucho: "Ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al final los libros y las personas se encuentran." Los libros no son celosos, puedes leer a un autor o a otro, un tema u otro, puedes leer libros de diferentes géneros literarios como poesía, novelas, crónicas, ensayos, epopeyas, etc. Hay libros científicos, libros de texto, de consulta, biografías, música, arte y muchos tipos de libros que no acabaría de mencionar. Pero estoy seguro que para cada gusto hay un libro que se acople.

¿Por qué es importante leer? En mi opinión y mi experiencia, leer te expande el criterio. Sabes de hecho que cada persona es diferente, y que hay muchas formas de pensar. Vivimos en sociedad y la tolerancia es indispensable para mantener la paz. Leer nos enseña mucho sobre las personas que no son como nosotros; nos abre los ojos acerca de los temas que no nos competen directamente pero que en aras de convivir en una sociedad multicultural es importante conocerlos, para nosotros y los demás. Leer un libro es como meterte en la cabeza de su autor y ver lo que estaba pensando en ese momento en que escribió; es ver una perspectiva desde otros ojos y entender el mundo desde otro ángulo. Es tener la experiencia de alguien más en tus manos y aprovechar sus consejos y anécdotas para tener una referencia en caso de encontrarnos en la misma situación.


Hay libros que nunca pasan de moda; hay libros con información obsoleta (lo cuál no quiere decir que deja de ser interesantes de leer); hay libros que nos entretienen un rato y otros que dejan una marca en nuestra persona. Ahora que está de moda mencionar los tres libros que han marcado nuestra vida, quiero hacer un comentario sobre esto: hay más de tres libros que a lo largo de mi vida me han marcado, y mencionar únicamente tres no es justo, pero uno que no se va a quedar fuera de esta lista nunca va a ser El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, libro famoso a nivel mundial por ser un libro sencillo que su significado cambia cada vez que se vuelve a leer, y que es ameno a cualquier edad; verdaderamente es el único libro que puedo decir que me marcó profundamente. Otro seguramente sería el primer libro que leí, Juan Chorlito y el indio invisible de Janosch de la editorial El Barco de Vapor, importante para mí por ser el libro que me introdujo a la lectura; una historia con la que me identifiqué profundamente y me animó a leer más; este libro es la razón por la que me gusta leer. En tercer lugar podría poner muchos libros que me han ayudado a ver el mundo, la vida, los problemas, las situaciones de manera diferente, me han hecho reflexionar mucho y en resumen, han aumentado mi criterio de una manera considerable. Entre ellos se encuentran: The Catcher in the Rye, de J. D. Salinger, Eaters of the Dead, de Michael Crichton, El canto del pájaro, de Anthony de Mello, The Body, de Stephen King, Il mio amico Abdul, de Raffaele Mangano, El mendigo alegre, Louis de Wohl,  Episode III Revenge of the Sith, de Matthew Stover, y más recientemente El Libro Vacío, de Josefina Vicens. Todos ellos me han marcado de alguna manera y es muy difícil decidir cuál fue el que más. Lo bueno es que no tengo que escoger entre ninguno de ellos, todos son míos (los llamo míos  porque forman parte de mí).


Los libros nos instruyen sin conocernos, son objetivos, no nos juzgan. Los libros nos muestran a veces nuestras fallas y nos critican nuestras acciones. Los libros nos pueden ayudar en nuestros problemas y nos pueden dar consuelo en nuestras tristezas. Son maestros que nos enseñan; son compañía que nos solaza. Un libro nos lleva a conocer lugares que no podemos alcanzar, por su lejanía o por su inexistencia, pero nos hacen sentir que estamos ahi; nos llevan a tiempos que no pudimos vivir, o a un futuro posible. La lectura de los libros es uno de los mejores hábitos que uno pueda tener. Uno de los mejores sentimientos para mí es cuando cierro un libro porque me quiero quedar pensando un buen rato sobre lo que acabo de leer.

Hoy en el día del libro, no quise dejar pasar la oportunidad de hacer un homenaje a tan valiosos objetos.

Ya como epílogo les dejo esta animación, que ganó el oscar a mejor corto animado este año. Está muy padre la historia y, bueno, tiene que ver con el tema. Ojalá lo disfruten tanto como yo.

Un poco





un poco te extraño, un poco te siento
un poco te escarvo de mis pensamientos.
un poco te escribo, un poco te veo
un poco, no tanto, te escucho aqui adentro

un poco de espacio, un poco de tiempo
un cuarto de un vaso se llena más lento.
no es cuanto te hablo, no es cuanto te quiero
no es lo que te digo, sino lo que tengo

un poco, no es poco, es mas que un entero
un poco es igual que de más o de menos;
no es poco, ni mucho, ni acabo ni empiezo
es todo, es nulo, un vasto desierto

¿qué tanto es de falso?¿qué tanto es de cierto?
un poco, ¿mas cuánto se dice sin credo?
un poco de aire, un poco de cielo
un poco de ti, de tu piel y tu aliento

un poco me acabo, un poco tropiezo
un poco me salgo de mí, de mi fuego.
un poco inclinado, un poco derecho
un poco que hago, que haré y que he hecho

un poco que avanzo, y luego te espero
un poco de ti, de un trato sincero.
un poco, un poquito, un rito secreto
no hay tiempo vivido en ese tintero

un poco eres mia, un poco te dejo
un poco es mentira, mas no es mi complejo.
un poco de alivio, de paz y consuelo
un poco te miro, y me miro por dentro.



José María Hernández Díaz
19/Mayo/2008


El misterio del niño en la fotografía

El domingo en la mañana mi amigo Quique se despertó después de una noche de fiesta por la boda de Kazim el día anterior. Estaban en casa de Milo y ahí se quedaron a dormir varios amigos. Quique les tomó una foto mientras estaban dormidos en un cuarto y la subió al facebook. Más tarde alguien comentó sobre una extraña sombra que se veía cerca de Menon, que estaba acostado en una de las camas. A alguien le pareció que la sombra tenía forma de niño, y se le hizo raro que se encontrara ahi.

Horas después cuando fui a casa de Milo para una carne asada que hicimos, todos estaban hablando de la sombra de un niño que aparecía detrás de Menon. Me enseñaron la foto para que la viera y yo sinceramente nunca le vi forma de niño a la sombra. Les dije que no me parecía raro, pero todos insistían que había una sombra que no podía haber sido proyectada por nada porque la luz entraba por otro lado y no había manera de que esa parte estuviera ensombrecida por algún objeto. Empezamos a hablar sobre fantasmas. Yo les comenté que no creo en los fantasmas; primero porque nunca he visto uno y nunca me ha sucedido algo que me haga pensar que existen espectros de gente que ya murió, segundo porque no me hace sentido: ¿qué hace el fantasma de un niño en un cuarto? ¿Para qué está ahi? ¿qué puede necesitar un espíritu en una casa fisica y material? Pero sobre todo, porque no hay evidencia de que existan los fantasmas. 

Estuvimos platicando un buen rato sobre ese tema y estuve escuchando historias de algunas personas que creían en los espíritus que se quedaban después de la muerte y en la 'energía' buena y mala que habita en el universo. Tambien salieron a colación las religiones y los ovnis (tienen que ver con el tema). Yo, escéptico empedernido, seguí diciendo que no veía ningún niño en la foto y que no creía en los fantasmas. Mi arma más fuerte es que se han desmentido muchas historias de fantasmas cuando se investiga un poco sobre ellas. Las leyendas de gente muerta que se aparece son solo eso, leyendas y si hay alguna 'prueba' esta siempre termina siendo desmentida, por lo tanto, las únicas pruebas de que algo sobrenatural sucedió es que alguien lo vio y lo contó, pero está comprobado que el cerebro humano puede llegar a deformar lo que uno ve para dar sentido a lo que se observa, y por eso a veces diferentes testigos oculares de sucesos se contradicen. 

Al final, llegó la esposa de Milo a decirnos que estuvo con alguien más en otra casa y que ahi hicieron un acercamiento a la fotografía y que se alcanzaba a ver la mano del niño acariciando a Menon. Ahi sí ya no pude más. Saqué mi telefono para ver la foto con el mayor acercamiento posible y verificar lo que me decían. Otra vez no vi absolutamente nada, y hasta quienes decían haber visto la mano aceptaron que en esa foto no se veía bien, lo cual era raro porque era exactamente la misma foto que habían visto ellas solo que en otro aparato. Por fin se me ocurrió decirles que iba a ir a ver el cuarto donde tomaron la foto. Me dijeron cuál era y subí. Regresé con una foto del cuarto iluminado por los focos y se veía claramente que la 'sombra' del niño, en realidad no era una sombra, sino un contacto con dos enchufes conectados que en la foto que mostraban se veían oscuros, mas no era una sombra proyectada. Otra sombra que decían que era el brazo del niño, era la sombra de un cojín que Menon usó como almohada; y así quedó comprobado que no existía ninguna sombra extraña, que si tenía forma de niño era pura casualidad, y lo más importante, que no existía ningún fantasma. 
La esposa de Milo incluso me reclamó: "¡ay, Chema! yo estaba emocionada porque teníamos un niño fantasma en la casa". Luego añadió que prefería no tenerlo. Pero cuando llegué con la noticia de que no había nada extraño ni sobrenatural en la casa, todos me dijeron que qué aburrido era yo, y que no había nada de magia en mi vida. Yo ahi les recordé la razón por la que no creo en los fantasmas. Todos los que dicen haber visto uno tienen pruebas tan inestables como la que tenían el domingo en casa de Milo, y lo peor es que todos lo creyeron sin dudar y sin siquiera ir a ver el cuarto donde se suponía había estado el fantasma.

Soy muy escéptico, lo acepto, pero razón no me falta. Creer por creer no es bueno, me parece absurdo. Y aceptar lo que te dicen sin dudar en lo más minimo me resulta muy peligroso. Yo dejé de creer en la religión por exactamente la misma razón; no pueden esperar que crea en fantasmas solo porque se ven manchas opacas en fotos tomadas con celular. 


Te quiero

                                   


                                       Pensé en ti cuando no estabas,

pude verte sonriendo

y acordarme de cuánto te quiero

para quererte aún más.



                         Porque cuando ya te hayas ido,

o tal vez me iré yo primero

te extrañaré mucho,                   mucho

hasta el momento de volverte a ver



y solo me quedarán tus recuerdos

     y quiero acordarme que te quiero

            para nunca dejarte de querer.



                                  Siendo tú más de lo que quisieras ser

                                                          y yo menos sin ti.




No me dejes que me muero

y no estoy listo para morir.



                                   Lejos de todo y de nada

                                   me sostengo de ti solamente

                                   y si te vas... que Dios me ayude

                                   pues solo Él me dará fuerzas para seguir



        Y seguiré pues no te habrás ido,

                       yo en mí te tendré largo tiempo

                       y cuando todo sea nada


estaremos juntos por siempre.




15 de junio del 2003