Casarnos (Getting Married)


Hoy me caso. Estoy enamorado de mi novia y estamos muy felices juntos, pero esa no es la razón principal. No soy de las personas que buscaba el matrimonio. Cuando era chico sí quería casarme y tener hijos, pero era cuando todavía no pensaba con ideas propias, más bien veía estereotipos comunes y pensaba que naturalmente se seguían esas tendencias. Poco a poco me di cuenta que no había un solo camino ni una sola manera de hacer las cosas, y más importante, me di cuenta que tenía opciones y que yo podía escoger la que yo quisiera sin tener que preguntarle a nadie; y llegó un momento en el que decidí no casarme nunca si no me sentía seguro y satisfecho con alguien.

Sin embargo me voy a casar, pero porque me siento totalmente a gusto con mi novia. Porque tenemos planes para el futuro para lo que es conveniente tener ese papelito que dice que tenemos un compromiso. Porque legalmente nos conviene estar casados. Y también porque en la sociedad te ven con mejores ojos cuando formalizas una relación. Todas estas razones me ayudaron a tomar esa decisión, pero no son la razón principal.

Porque casarnos implica mucho más que el acto legal. El trámite del matrimonio es tan fácil que el puro hecho de estar casado con alguien no dice mucho (aunque muchas personas piensen que sí). Estar casado no implica responsabilidad per se. Todo lo bueno que te puede hacer parecer el estar casado no implica que estés casado en verdad. Puedes ser responsable sin estar casado, puedes mantener una familia, puedes amar, corresponder, puedes tener hijos, etc sin estar casado. Pero es el compromiso que no puedes firmar en un papel el que verdaderamente cuenta. Nadie va a ir a tu casa a revisar que se estén cumpliendo los votos de la boda; el matrimonio es de dos, el compromiso es de dos. Casarnos  implica cierta seguridad. La seguridad de que vamos a tener a alguien a nuestro lado para enfrentar la vida: lo bueno y lo malo. Saber que no vamos a estar solos en momentos difíciles, y saber que tenemos con quien compartir los momentos felices. Casarnos es ver más allá de nosotros mismos, y más allá de lo que podemos ver fisicamente. Es fijarnos en lo que realmente perdura. Al final, quiero poder tener a alguien con quien tomar café y platicar de cada evento, importante o sencillo, que pueda acontecer en nuestra vida.

Y finalmente, casarnos significa trabajar. Todos los días. Asegurarse de que no nos aburramos. El compromiso no se hace en un día mágico después del cual todo viene de bajadita. El compromiso se necesita ratificar cada día, igual que todo en nuestra vida. No se es esposo o esposa a veces. Casarnos es prometer que vamos a procurarnos el uno al otro y vamos a procurar continuar creando razones para estar enamorados. Porque no hay relación que no necesite mantenimiento. Y, después de pensar en todo esto, vamos a casarnos hoy. Porque sabemos que somos más felices juntos. Somos mejores juntos. 




Today I'm getting married. I'm in love with my girl and we're very happy together, but that's not the main reason for this. I'm not the type of person who was seeking marriage. When I was a kid I did think of getting married and having children, but that was when I didn't think for myself yet, it was more because I saw typical stereotypes and thought that those tendencies would come by naturally. Little by little realized there was not only one way of doing things, of living life; but most importantly, I realized I had different options and I could choose whatever I wanted and didn't have to ask anyone; and then i decided that i would never get married if i wasn't sure and confident that i should marry someone.

Nevertheless I'm getting married, but because I feel totally comfortable with my girl. Because we have plans for the future and it comes handy to have that little piece of paper that says we have a commitment. Because legally it's convenient for us to be married. And because before society, it looks better when you have a formal relationship. All these reasons helped me make the decision, but none of them is the main reason.

Because getting married means way more than the legal paper. The process to get married is so easy that it doesn't mean that much (though most people think it does). Being married does not mean being maturer per se. Any aspect of marriage that can make you seem more mature does not imply being married. You can be responsible without being married, you can sustain a family, you can love, correspond, have children, etc. without being married. But it is the commitment that cannot be singed in a paper the one that really matters. Nobody will go to your house to check if you've being breaking your vows or not; marriage is a commitment of two, and only two.  Getting married implies certain security. The security of having someone beside us to face life: the good things and the bad. Knowing that we won't be alone for the difficult times, and knowing that we have someone to share the happy times. Getting married is looking beyond oneself, and beyond what you can physically see. Is valuing what really lasts. In the end, I want to be with someone with whom I can drink a cup of coffee and talk about the events, important or not, that could happen in our lives.

And finally, getting married means working for it. Every day. Making sure that we don't get bored. The commitment doesn't arrive on magical day after which everything comes down hill. The commitment needs to be renewed everyday, like everything in our lives. You are not husband or wife only at times. Getting married means to take care of each other and to create reasons to fall in love with each other all the time. Because every relationship worth having needs maintenance. And after thinking of all this, we are getting married today. Because we know we are happier together. We are better together.

La hija del homosexual

Existe un video circulando en internet promocionado por el Frente Nacional por la Familia (que en vez de defender la familia, tiene como intencion evitar el matrimonio igualitario) en el que una mujer llamada Fernanda Ochoa asegura ser la hija de un homosexual y trata de explicar por qué no debemos de permitir que los homosexuales se casen y que tengan el derecho de adoptar niños. Sus argumentos los basa en la experiencia que tuvo ella como hija de un papá homosexual y los problemas a los que se tuvo que enfrentar desde niña. Pero lo que me sorprende mucho es que en realidad ninguno de sus argumentos tiene que ver con el hecho de que su papá sea homosexual, simplemente culpa a la orientación de su papá por lo malo que le tocó vivir. 

En el video ella comienza diciendo que fue un bebé no deseado, que fue un bebé accidental, lo cual es contrario a lo que dice justo después, porque dice que su mamá “como era la moda de hace mucho tiempo” se embarazó con la intención de agarrar a su papá. En primera instancia, ¿por qué el reclamo es contra el papá? ¡El video debió de haber sido totalmente contra las mujeres que se embarazan para enganchar al marido! Pero aparte después dice que su mamá la trató de abortar, no una, sino dos veces pero no pudo. Y entonces cuando era chica y siendo hija de un homosexual viviendo en la sociedad de Guadalajara, la bulleaban en la escuela, la bulleaban en el club y ¡la bulleaba su mamá! 

Cabe mencionar que su mamá es heterosexual, pero a ella no le reclama nada, todo se lo achaca al papá por ser homosexual. Ese es el nivel del argumento de este video. Desde el principio es totalmente ridículo e injusto. Pero ahí no termina la critica sin fundamentos. Después explica que su papá fue maltratado por su abuelo, quien lo llamaba joto, homosexual y bueno para nada, y ella piensa que por eso su papá se volvió homosexual, lo cual no hace ningún sentido, más bien yo pienso que el hecho de que fuera gay era la razón por la que lo llamaban joto y homosexual; ahora, que lo llamaran bueno para nada eso ya es la fobia por tener un hijo así, o bueno tal vez sí era un bueno para nada pero eso no lo explican, sus argumentos muchas veces se contradicen tratando de hacerlos más anti-gays. Porque en vez de abogar contra el maltrato infantil, más bien lo culpa de la situación de su papá. Esta mujer arremete contra una orientación sexual y no contra los abusos hacia ellos. 

Ella dice que su papá no la quería por su homosexualismo. O sea que no toma en cuenta que la mamá le tendió una trampa al embarazarse para comprometerlo, pero la razón por la que no la quiere es porque es homosexual. No se le ocurre que tal vez su papá nunca quiso tener hijos y culpa a su orientación sexual por el fracaso de su familia. Dice que su papá vive en España donde existen todo tipo de derechos para los gays, pero que no es feliz. Primero habría que preguntar cómo sabe que no es feliz, ya que el único argumento que menciona es que no tiene una pareja estable. Tendríamos que saber si la felicidad de su papá radica en eso. Y lo mas importante, existen muchos heterosexuales sin pareja estable, y ellos también gozan de todos los derechos. Entonces, ¿deberíamos de restringir algunos derechos a los infelices? Parece que la hija del homosexual piensa que el problema es que el papá dejara entrar a diferentes hombres a su casa. Como si  en vez de acostarse con hombres fuera con mujeres dejara de ser problema.

Critica que su padre le sugiriera experimentar y tener sexo con diferentes personas, pero eso no es una característica exclusiva de los gays, como tampoco lo son los malos padres y las malas madres. Vuelvo a lo mismo, su mamá según lo que dice, fue una pésima mamá, pero ella es heterosexual. Entonces el argumento se vuelve contra la falta de responsabilidad, no contra los gays. Y en realidad prácticamente todos los argumentos que usa para criticar a los homosexuales nada tienen que ver con la orientación sexual. Ella asume que el hecho de que sean gays los vuelve frívolos, degenerados e infieles, pero los heterosexuales también pueden ser frívolos, degenerados e infieles. Pide a las parejas homosexuales que quieran adoptar a un niño que interioricen la razón de su decisión, que se pregunten por qué y para qué quieren tener hijos; les pregunta a quién le quieren demostrar que sí pueden tener una familia. Y luego hace un comentario que la delata totalmente, dice “¿le quieren demostrar a su papá que ellos si pueden ser papás y que él no, que él lo hizo mal?”:  esto me dice a mí que eso es lo que ella siente. Tal vez ella quería tener hijos para demostrarle a su papá que ella lo podía hacer mejor. Espero que no tenga hijos esta señora, porque en realidad esas preguntas ¡se las deben de hacer todos, no solo los gays! Es más, ese argumento es buenísimo pero más para las familias heterosexuales ya que ellos sí pueden tener hijos sin pedirle permiso a nadie. Luego dice que un niño que es adoptado carga en su conciencia que ya fue abandonado una vez. Ajá, y ¿por quién fue abandonado? me pregunto yo. ¡Claro! por una pareja heterosexual. Pero al parecer esto no les importa a los miembros del Frente Nacional por la Familia, ellos se conforman con que los gays no tengan los mismos derechos que ellos. 

Si en realidad quieren crear conciencia en la sociedad, deberían de empezar por decir verdades y no ejemplos absurdos. Un bebé no querido, sea de un homosexual o de un heterosexual, sigue siendo no querido, en qué momento se cree que la orientación del padre cambia la atención al niño. Padres buenos y padres malos los hay en todos lados, y más en las parejas heterosexuales por obvias razones. Querer convencernos de que los homosexuales no deben de tener derecho a adoptar porque la hija de un homosexual fue abandonada (por su madre heterosexual también) es igual que el argumento que dice que los sacerdotes se deberían de poder casar porque algunos tienen relaciones sexuales de todas maneras. 


La pobre mujer sufrió mucho, y por eso la compadezco, pero culpar a los homosexuales de lo que le pasó es injusto. Y al final yo no se si se deba permitir que las parejas gays adopten hijos, pero los argumentos que usan para oponerse a ello son muy ridículos. Aunque, bueno, qué se puede esperar de una comunidad que busca restringir derechos a otras personas independientemente de lo ilógico que sean sus argumentos, pero se niega a cuestionar sus propias creencias sin importar que afecte a tantas personas. Aprendieron a creer sin cuestionar, igual que los soldados nazis.

 

Se les olvidó otra vez

Enrique Peña Nieto está pasando por sus peores momentos como presidente. No parece dar pie con bola. Si bien cualquier cosa que haga es motivo de critica por quienes se oponen a él, ha tenido una serie de desafortunadas decisiones que lo dejan muy mal parado y expuesto a una gran cantidad acusaciones. Cierto es que no todo lo que hace lo hace mal, pero ha dejado mucho que desear, y creo que el problema principal radica en el partido que lo puso en el poder. El PRI durante muchas décadas se acostumbró a que la sociedad mexicana, a quienes gobernaban, era completamente pasiva y sumisa. No se quejaban de nada y si se quejaban sabían cómo lidiar con el problema: desaparécelos, mételos a la cárcel, cómpralos, distráelos con algún espectáculo.  Esa era la manera de gobernar durante los 70 años que duró el PRI en el gobierno. Y lo peor del caso es que lo hicieron una cultura. Los partidos políticos que se oponían a estas prácticas terminaban siendo iguales. La forma absolutamente corrupta de ganar elecciones la inventó el PRI. 

En el año 2000 perdieron por primera vez las elecciones presidenciales, y no volvieron a ver la casa de Los Pinos sino hasta después de 12 años. Regresaron con la mercadotecnia de “el nuevo PRI”, que de nuevo solo tenía el adjetivo, y ganaron la presidencia con la más descarada corrupción que se puede ver. Ayudados por la televisora más importante del país y comprando votos como nunca se había visto. Les resultó de tal manera que creyeron que de la misma manera iban a poder gobernar. Creyeron que habían vuelto a los 70’s. Esa niña gorda que estuvo a dieta por 12 años no podía esperar a tener de nuevo el pastel enfrente para acabar con él. Y vaya que no se midieron. Pero se les olvidó que el país ya cambió. Poco. Algo. Pero ya no es el mismo país al que le daban atole con el dedo. 

El PRI se parece a las personas de avanzada edad que no saben usar el internet. Están aferrados a no cambiar sus practicas ni sus métodos; no aprenden a usar la tecnología y creen que no existen ventajas de usar computadoras entonces siguen haciendo todo a mano. El PRI no se da cuenta que ya no pueden esconder sus cochinadas tan fácilmente; la gente se entera de todo, y existen periodistas que se dedican a asegurarse de que la gente se entere de todo. En un mundo tan globalizado ya no puedes matar a 43 personas y esperar a que a la gente se le pase la conmoción como si fuera nada. Ya no puedes comprar casas de 86 millones de pesos y esperar que la gente lo comprenda y no cuestione el origen de ese dinero. Siguen saliéndose con la suya y robando cuanto pueden, pero ya no se van limpios. Y Enrique Peña Nieto en su cuarto año de gobierno no ha entendido en qué época está gobernando. 

Mientras sigan creyendo que la sociedad les cree todas sus mentiras no van a cambiar sus formas, y menos credibilidad van a tener. El presidente piensa que pidiendo perdón por el escándalo de la casa blanca basta para tener una mejor imagen. El muy torpe provoca su propia burla invitando a Donald Trump al país y tratándolo como huésped de honor en vez de reclamarle las ofensas que de él recibimos, y luego se defiende diciendo que solo está pensando en el bienestar del país. Si eso fuera, metería a la cárcel a la bola de corruptos que están en su gabinete. Hubiera exigido la renuncia del titular de la CONADE. Habría ya enfrentado al sindicato de PEMEX y a los gobernadores ineptos de su partido. 

La sociedad no perdona por el puro hecho de que le pidan perdón. Necesita ver hechos. Y aunque se tarden en aceptarlos, porque nadie le va a dar el beneficio de la duda así sin nada más, y lo van a seguir criticando aunque haga cosas buenas, eventualmente ganará adeptos que le crean y su imagen mejorará. Dicen que la burra no era arisca, y así somos los mexicanos. Por más que haya críticos, que siempre va a haber, la realidad prevalecerá. Si el presidente hace más cosas buenas que malas, aunque lo critiquen, su imagen va a ser aceptada; pero si la corrupción del presidente es más desastrosa que su buena administración, no hay manera de defenderlo en absoluto. 


El presidente que tenemos no es muy brillante, no inspira orgullo y es blanco de burlas constantes. Carece de carácter firme, lo que lo hace ver muy débil; solo sobresale cuando tiene escenarios arreglados. No sabe que hacer ante situaciones que le sean adversas o cuando no cuente con el apoyo de su equipo, cuando no haya practicado antes. Un presidente así no puede darse el lujo de ser un ratero. Si tuviera tantita decencia, empezaría a comportarse mas coherentemente, acorde con sus discursos, y se preocuparía por su imagen real ante la sociedad. Si recordara cuanto cambió el país probablemente tomaría mejores decisiones. Si fuera más inteligente… Pero bueno, soñar no cuesta.  


Obligado escribir sobre Juan Gabriel

Porque es uno de los últimos artistas mexicanos que supo triunfar haciendo lo que él quería y no necesitó de escándalos ni publicidad barata para llegar a lo más alto de la popularidad. Juan Gabriel se ganó lo que tenía, nadie le regaló nada y empezó desde los más humilde que alguien puede empezar. 

Juan Gabriel escribió canciones que se quedan tatuadas en la cultura popular de México. Aunque hay gente a quien no le gusta su música o no le llama la atención, yo comparo su legado con el de Jose Alfredo Jimenez. Canciones como Querida, Se me olvidó otra vez y Amor Eterno son canciones que se van a seguir cantando por mucho años. Canciones que todo mundo conoce y muchas otras que la gente no sabe que son de Juan Gabriel y que hicieron grandes a otros artistas; porque Juan Gabriel también era un gran ser humano.  Ayudó mucho a otros a conseguir el éxito que él tuvo, algo que hay que reconocerle a todo aquel que lo haga, sobretodo porque es una virtud rara en México. Le escribió a José José una de sus canciones más famosas, Lo pasado, pasado. También le escribió completamente a Isabel Pantoja uno de sus álbumes más famosos. Le escribió canciones a Luis Miguel, a Thalia y a Rocío Durcal. 

Fue un artista nato. Escribía e interpretaba su música. Escribió muchísimas canciones de desamor, pero también de amor, y sobre todo acerca de disfrutar la vida. Muchas de sus canciones hablan simplemente acerca de ser felices. Fue una persona muy positiva a pesar de todo lo que le toco sufrir cuando era niño; escribió sus experiencias de todo aquello y lo compartió con su música. Sus letras que a veces pudieran parecer muy simples, contenían frases tan profundas que a todos nos hacían reflexionar de una u otra manera. Por eso era tan popular, realmente le cantaba a todos, desde el más humilde hasta el más educado. 


Y por último, me parece importante recalcar que Juan Gabriel nunca dejó de trabajar. Murió después del segundo concierto de su gira a los 66 años. Un año antes también estuvo de gira, en 2013 se presentó por tercera vez en Bellas Artes, y un año antes dio 12 conciertos en el Auditorio Nacional. El año pasado sacó el segundo álbum de sus éxitos a dueto con otros artistas.  Juanga era un apasionado de lo que hacía, tenemos mucho que aprenderle. Y ahora que murió se convierte en una leyenda, de las que no quedan muchas en nuestros tiempos. Todavía nos quedan Armando Manzanero y Marco Antonio Solis, pero Juanga será siempre una referencia de la música mexicana en todo el mundo.