Mónica Bellucci



Mónica Bellucci es una de mis actrices favoritas, por su talento pero sobre todo por su belleza. A pesar de su edad (y para nada gracias a las cirugías) sigue viéndose guapísima; pero aunque bromeo con lo de las cirugías, lo cierto es que Mónica Bellucci tiene mucho porte. Nació en el centro de Italia, y en un inicio quiso estudiar la carrera de Leyes, en la universidad de Perugia, pero trabajó como modelo para pagar sus estudios y ese ambiente la llevó a abandonar la escuela y dedicarse al modelaje; y después a la actuación. 

Yo la vi por primera vez en Matrix Reloaded, y me enamoré de ella. Después salió en La Pasión de Cristo, y me sorprendió que la contrataran para el papel de Maria Magdalena, pero verla con un rostro más al natural y guapa como siempre, hizo que me gustara aún más. Después de eso la vi en otras películas, ya más por verla a ella que por la película en sí; pero siempre la he admirado por su talento de actriz. Habla tres idiomas fluidamente, italiano, francés e inglés, y un poco de español. Ha hecho películas en los cuatro idiomas.




Tuvo su primera hija a los 39 años y su segunda hija a los 45 años, ambas con el actor Vincent Cassel con quien estuvo casada 14 años (pinche suertudo). 












El día de hoy cumple 50 años una de las mujeres más hermosas del Universo (y vaya que ya es decir algo).  




Ochenta Años del Palacio de Bellas Artes

En realidad el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México debería de tener más de 100 años de antigüedad. Pero su construcción se vio suspendida mas de 20 años, primero por falta de recursos, luego por la Revolución Mexicana. A pesar de que se intentó durante 30 años concluir su construcción, no fue sino hasta 1934 que se inauguró; un 29 de septiembre. 

Dos arquitectos forman parte importante de este edificio. Primero, su diseñador original, Adamo Boari, de origen italiano. Cabe mencionar que aparte de arquitecto tenía también el título de ingeniero civil. Boari no vivió para ver su obra terminada, ya que volvió a Europa en 1916, y aunque seguía enviando aportaciones para la finalización del proyecto, este no fue concluido. Boari murió en 1928, 6 años antes de la conclusión de la obra. Por esta razón, en 1930 el presidente Pascual Ortiz Rubio le encargó al arquitecto Federico Ernesto Marsical que terminara el "Teatro Nacional", que era como iba a ser llamo originalmente, sin embargo, en 1932 la obra fue revitalizada con la instrucción de que el edificio fuera más que un teatro: debía ser "...asiento de una institución nacional de carácter artístico". Debía albergar varios museos, y fue por eso que se le cambió el nombre a Palacio de Bellas Artes. 

El Palacio de Bellas Artes fue construido para sustituir el antiguo Teatro Nacional (de ahi que se pensara en que funcionara para exactamente lo mismo, y se le diera el mismo nombre en un inicio). La idea original era remodelar el aintuguo teatro, pero en aras de embellecer la ciudad, el presidente Porfirio Díaz ordenó que se demoliera el antiguo teatro y se construyera uno nuevo. El diseño se tenía listo en 1901, para comenzar su construcción en 1904 y terminarla 4 años después, para que  estuviera listo en el centenario de la independencia de México, en 1910.

El edificio está hecho con estructura de acero, recubierto con fachadas de mármol blanco, lo que lo hacen sumamente pesado y por lo que se hunde más rápido que el resto de la ciudad. Hoy en día se tiene que descender más de un metro para entrar al recinto. La gran cúpula es un armazón de metal, recubierto con nervaduras de cobre, laminillas de ónix translúcido y cerámica. Su belleza es excepcional. 
Dentro hay obras de diferentes artistas mexicanos, entre los cuales destacan Diego Rivera, Siqueiros, Rufino Tamayo y Jorge González Camarena.  El telón, hecho de cristales opalescentes pesa 24 toneladas; fue diseñado por Harry Stoner, de la casa Tiffany de Nueva York, y muestra los volcanes nevados de Popocatépetl e Iztaccíhuatl vistos a traves de un ventanal.

En 1987, la Unesco declaró Monumento Artístico al Palacio de Bellas Artes. 

El Palacio de Bellas Artes es un edificio digno de visitarse para admirar su belleza y lo que representa: todo un símbolo de la cultura y arte mexicano.






Música sin letra

Se me pasó todo el mes de Agosto sin escribir nada. En parte fue porque no lograba inspirarme lo suficiente para escribir sobre algunos de las varias ideas que quiero desglosar y dejar aquí grabadas, pero también porque no he tenido mucho tiempo para sentarme y pensar. Me distraigo muy fácilmente y como tengo mucho trabajo últimamente, cuando por fin tengo tiempo de sentarme enfrente de la computadora, es para avanzar en los proyectos por los que me pagan.  

Justo ahora debería de estar continuándolos, pero decidí detenerme tantito para escribir sobre la música que me gusta escuchar cuando necesito estar concentrado. Muchas veces me pongo los audífonos solo para evitar los ruidos de alrededor (sobre todo cuando estoy en la oficina), pero muchas otras veces escucho música para enfocarme mejor en lo que estoy haciendo sin distraerme. Por eso no puedo escuchar música que pueda cantar, porque yo no sirvo para escribir algo mientras digo otra cosa. Entonces muchas veces o pongo canciones que no conozco la letra, o simplemente pongo música instrumental.

Dependiendo del estado de ánimo en el que me encuentro escucho diferentes tipos de música, aunque casi siempre es clásica (para no batallar), porque desde que estoy chico me he dado cuenta que cuando escucho música clásica, me pongo a pensar. Pero también escojo otras melodías. A veces busco bandas sonoras de películas que me gustan, o también busco canciones que me gustan aunque tengan letra pero busco la versión instrumental. Esto último no lo hago tanto, porque si me sé la canción la empiezo a cantar en mi mente al ritmo de la música; pero funciona muy bien a veces. Otro tipo de música que me gusta escuchar es el 'new age', sobre todo cuando cantan en idiomas que no conozco como gaélico o el galés.

Y hoy que me estaba bañando con música empezó a sonar en mi teléfono una canción de hip hop instrumental que me gusta mucho; no es la típica canción que escucho para relajarme, porque no es tranquila, pero no tiene nada para cantar, y sucedió eso que pasa cuando escucho música sin letra, me puse a pensar en las actividades que tengo que hacer, y organicé mis ideas para ponerme a trabajar y adelantar todo lo que tengo que hacer. Y obviamente también decidí que me podía dar un tiempo para escribir un poquito, para relajarme y despejar mi mente del trabajo en el que he estado hundido desde la semana pasada.