Otra vez 40+1

Este año, de nuevo, llegué a leer 41 libros, como el año pasado. Discutible eso de 41 libros ya que lei varias novelas gráficas y estas son difíciles de contar. Siendo estrictos, fueron 46 libros: El árabe del futuro, de Riad Satouff, se divide en 6 partes, y cada una es un libro. Y Escapar, Historia de un rehén, de Guy Delisle es una novela gráfica con minima cantidad de texto y lo lei completo en menos de dos horas, contando un receso de botana. Las seis partes de El árabe del futuro los conté como un solo libro, y al libro de Guy Delisle le di valor de un libro compensando los otros 5 que ignoré.

En fin, 41 libros este año, y 41 años cumplidos también. Y como ya casi no escribo en este blog, por lo menos quiero dejar el post anual de libros leídos este año que más recomiendo.

Factfulness - Hans Rosling
Ensayo sobre una perspectiva diferente de la historia reciente de la población mundial y cómo hay evidencia de que hemos mejorado muchísimo desde hace 100 años a la fecha, sobre todo después de la segunda guerra mundial. Este libro me hizo cambiar mi forma de ver las cosas con respecto a la propaganda política (a favor y en contra del gobierno). En términos reales, hemos progresado mucho como civilización en cuanto a pobreza y salud respecta. No quiere decir que no debemos exigir esfuerzos por acabar con el hambre y la pobreza, sino que debemos reconocer el camino recorrido.

Klara y el Sol - Kazuo Ishiguro
No sé ni cómo describir este libro. Es de lo mejor que he leído, no solo en el año, sino en mi vida. Me gusto mucho la manera en que el autor usa al androide con inteligencia artificial como narrador y único punto de vista para la historia. Las ideas que percibe dan mucho para reflexionar sobre la misma naturaleza humana; en muchos aspectos me hacia pensar sobre el inicio de la conciencia, sobre todo por la manera en que el androide imprime divinidad a sucesos que no son sobrenaturales. También envuelve la relación entre personas y maquinas, entre amigos y familiares, pero sobre todo entre relaciones personales que nos son utiles y luego dejan  de serlo.
Esta novela tiene muchas capas para deshojar y fue la que me hizo interesarme más en novelas 'sci fi' con tintes filosóficos, que en algunos títulos de esta lista se verá reflejado.

El murmullo de las abejas - Sofía Segovia
Grata sorpresa me llevé con esta excelente novela de una regiomontana que se atrevió a escribir sobre nuestro estado y nuestra ciudad. La novela en sí se lleva a cabo en un pueblo cerca de Monterrey, pero todo el ambiente es muy norteño (del norte de México, claro), algo muy poco común en la literatura.
La historia es muy bonita y conmovedora. Es original, tal vez por ser muy apegada a la historia de la región. Es muy entretenida, tiene ritmo y fluye de manera muy agradable hasta llegar al climax y una conclusión que no decepciona.

Solaris - Stanislaw Lem
Segunda novela de ciencia ficción con grandes temas filosóficos. Escrita a principios de la década de los 60's, el autor examina la naturaleza humana usando replicas humanas creadas por un océano consciente que usa las memorias de humanos para fabricarlos. El autor explora qué tan humanos son estas réplicas abriendo interesantes debates filosóficos.

Twelve angry men - Reginald Rose
Clásico de 1950; nunca he visto la obra ni la película, pero el guion me encantó, sobre todo el inicio, en donde explican que en un juicio, son 12 personas en las que recae la responsabilidad de hacer justicia. Todo el sistema de leyes termina en un jurado que toma la última decisión, y que esas personas no deben tomar esa responsabilidad a la ligera, ya que la vida o la libertad de una persona dependen totalmente de su integridad.

One flew over the cuckoo's nest - Ken Kesey
Otro clásico del que no conocía absolutamente nada, y sin lugar a dudas merece la fama que tiene. La historia es muy bonita, y la profundidad de los personajes, antiheroes y villanos, hacen que el lector se interese completamente en lo que va a pasar.

Jerusalem - Guy Delisle
Muy educativa novela gráfica sobre la vida en Jerusalén. El autor describe objetivamente la situación en esa región que es hogar de multiples religiones y tradiciones que hacen imposible la paz entre los pueblos que ahí habitan, mientras que al mismo tiempo inspira respeto entre creencias que llaman hogar a esa tierra.

Pyongyang - Guy Delisle
Otro acierto de Guy Delisle que cuanta su estancia en Corea del Norte, explicando la vida en ese país y el gobierno teocrático que mantiene a la población controlada. La perspectiva objetiva de Guy Delisle aporta mucho al interés de esta lectura. 

El Arabe del Futuro (partes 1 - 6) - Riad Sattouf
Otra novela gráfica, esta de un autor francés que nos cuenta su vida desde que sus padres se conocen en los años 70's hasta la primavera árabe en 2011. Desde el primer libro la historia te engancha y quieres saber más. El final es muy bueno, y habiendo vivido esa época, se vuelve muy personal lo que nos cuenta Sattouf.

Frankenstein - Mary Shelley
Una de las primeras novelas de ciencia ficción que existen y no decepcionó en absoluto. Muy diferente a la idea de Frankenstein que yo tenía, y sobre todo una narrativa muy ágil que no aburre en ningún momento. Normalmente los clásicos antiguos no me gustan mucho por tener una manera diferente de narrar, pero este libro no es así. Sin duda lo volveré a leer para deshojar con más atención los temas que aborda. 

Confesiones - Kanae Minato
Por último una de las novelas que más me gustaron este año. Esta autora japonesa relata una historia intrigante que involucra a varios personajes y nos da el punto de vista de cada uno. Las decisiones que toman cada uno son dignas de discutirse en un salón de clases. A pesar de ser ficción, los personajes y las situaciones son muy aterrizadas en la realidad y hacen que esta novela nos deje pensando después de cerrar el libro. 


Esos son los libros que más me gustaron este año. Espero poder seguir leyendo esta misma cantidad o más el proximo año, y espero seguir encontrando tanta calidad en la lectura como lo hice este 2023. 
En Twitter (X) dejo una pequeña reseña de cada libro que leo, así como la calificación que les otorgo. 

Feliz 2024.

40 libros en 2022

Últimos días de 2022; obligado hacer el recuento de lecturas de este año, a pesar de que todavía estoy leyendo un libro que seguramente acabaré justo antes de enero. Pero a nadie le importa una lista de 2022 en 2023, así que hago una revisión de lo que leí en estos 11 meses y tres cuartos.

En cuestión de lectura fue un año muy bueno para mí, ya que rompí mi récord personal de 27 libros y alcancé a leer 40 (41 contando el que estoy leyendo ahora). Por lo que me voy a limitar a mencionar solo los que según mi criterio tuvieron una calificación de 10/10.

Fueron varios libros que merecieron este reconocimiento, lo que me tiene muy contento. A nadie le gusta desperdiciar tiempo leyendo algo mediocre, por lo que 13 libros de 41 leídos es una muy buena estadística. Y si contamos los 9's, leí 22 libros muy muy buenos, más de la mitad. Si en 2023 llego a leer la mitad de lo que leí este año estaré muy satisfecho.

Con trece títulos, es un buen compendio para poner en perspectiva lo que me gusta leer. Novelas, novelizaciones, biografias, divulgación de ciencia, historia...

The Devil in the White City - Erik Larson
Excelente libro sobre la historia de la Feria Mundial Colombina de Chicago en 1893. El autor nos narra desde la adjudicación del proyecto hasta el final de la feria, incluyendo en el relato al asesino en serie, H. H. Holmes, quien mató a decenas de personas, casi todas mujeres de quienes heredaba bienes y dinero. La historia de la Feria es fascinante y la del asesino serial, perturbadora; Erik Larson hace un excelente trabajo mezclando ambas con datos históricos y diálogos que realmente sucedieron.
Es una crónica bastante completa de los eventos en esos años y la importancia de la feria de 1893. Creo que es muy interesante conocer los detalles de tan relevante acontecimiento.

El próximo año se estrenará una miniserie basada en este libro, con Leonardo DiCaprio como H.H. Holmes. Es uno de los shows que tengo muchas ganas de ver.

Gates of Fire - Steven Pressfield
Gran novela histórica sobre la batalla de Termópilas. Contada desde el punto de vista de un guerrero capturado por los persas, la historia comienza cuando él todavía vivía en su pueblo, pero es arrasado por un pueblo enemigo y se queda sin hogar. Xeones, el guerrero,  decide aliarse con los espartanos al ser testigo en primera persona de su gran habilidad para la guerra.
Nos cuenta la historia de cómo se volvió escudero del espartano Diekenes, de cómo fueron a la guerra contra Persia, de los valores de los espartanos y de la falta de valores del ejército Persa.
Con anécdotas emocionantes, emotivas y filosóficas, el narrador nos cuenta la batalla épica tal como la relató a sus captores persas, acentuando las lecciones que aprendió al vivir con los espartanos.
Una novela que planeo releer en un futuro.

E.T. the Extraterrestrial - William Kotzwinkle
Se trata básicamente de la película con la diferencia que en la novela conocemos lo que piensa el extraterrestre. E.T. nos cuenta desde su perspectiva lo que busca su especie, la razón de visitar la Tierra. Ese nuevo ángulo mejora totalmente la narrativa de la película, en la que utilizan imágenes para que podamos relacionarnos con los personajes.
Hay algunas escenas que no están en la película y un personaje que tampoco aparece. Por lo demás es prácticamente igual.

El Hombre - Irving Wallace
Novela escrita en 1964. Cuenta el escenario en el que un negro llega a la presidencia de EEUU, debido a la muerte accidental del presidente y sus dos sucesores inmediatos, y todo lo que ello desata. Muestra el racismo del pueblo estadounidense, los obstáculos del presidente para tomar decisiones propias, los complots de personajes políticos que quieren destituirlo y el juicio en el que desemboca.
La novela es muy entretenida, te engancha desde el inicio, tiene personajes muy reales y dilemas muy actuales. 
Esta es la primera novela de Irving Wallace que leo, y pienso leer más. Me gustó mucho su estilo. La novela no cansa a pesar de ser extensa. Los personajes están muy bien desarrollados.

The Catcher in the Rye - J.D. Salinger
Tercera vez que leo este libro. Sorprendentemente me gustó aún más que las dos veces anteriores, y creo que la razón es que esta vez identifiqué la razón por la que me gusta tanto este libro. En esta novela, Salinger expresa los sentimientos del personaje Holden de una manera muy real. Antes pensaba que me identificaba con lo que le pasaba al personaje, pero en realidad con lo que me identifico es con sus sentimientos. Sentir que alguien te cae mal y que no lo toleras y luego cambiar de opinión y darte cuenta que no es así realmente sino que sucede a ratos nada más. Pensar que todo mundo es hipócrita y sentirte deprimido por ello. Ver que alguien en quien confías y hasta admiras resulta tener intenciones oscuras. En fin, no veo mi reflejo en las situaciones sino en la expresión de los sentimientos, y eso es algo que no encuentro fácilmente en una novela.


2001: A Space Odyssey - Arthur C. Clarke
Novela basada en el guion original de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke. Excelente adaptación que no deja ideas vagas como lo hace la película. Mucho detalle sobre lo que sucede entre las escenas del filme; la primera parte de la historia es diferente, mucho mejor explicada, teniendo completo sentido con la secuencia que precede. La razón del monolito no se deja a la interpretación y los sucesos no carecen de lógica.
Quedando 100 páginas para terminar estaba ya totalmente enganchado,  pero las últimas 30 no podía dejar de leer.

I will teach you to be rich - Ramit Sethi
Muy buen libro sobre estrategias para ser financieramente responsable. Sin importar la cantidad de dinero que tengas o el salario que percibas, este libro te anima a ahorrar, invertir y gastar responsablemente. Me enseñó muchísimas cosas que no sabía sobre los fondos de ahorro para el retiro en EEUU. Me mostró cuanto cuestan en realidad las cosas caras (carros, casas, viajes) y cuál es la mejor manera de comprar. También da consejos sobre cómo pedir un aumento en tu trabajo, como negociar un precio y, lo más importante, qué vale la pena negociar y qué no.
Normalmente no leo este tipo de libros, por lo que mi sorpresa fue considerable. Aparte, conozco mucha gente que le vendría muy bien leer este libro.


El Planeta de los Simios - Pierre Boulle
Grande y grata sorpresa. Muy diferente a la película de 1968 y a la de 2001, aunque ambas incluyen partes originales de la novela. Por ser diferente de las versiones cinematográficas me tuvo en suspenso hasta el final.
La novela comienza y termina muy diferente a la original, con una pareja viajando en el espacio al momento que descubren un mensaje en una botella que contiene el manuscrito de la novela que leemos:
Tres astronautas (franceses) emprenden un viaje de 2 años hacia una estrella lejana para investigar los planetas de ese sistema. Saben que el tiempo que transcurrirá durante el viaje equivalen a 350 años en la Tierra, por lo que al momento de regresar habrán pasado al menos 700 años en total. Cuando llegan al planeta identificado se dan cuenta que es prácticamente idéntico a la Tierra, lo llaman Soros  ('hermana' en latin: soror).  Al entrar encuentran una civilización de simios, con tecnología avanzada muy parecida a la de los humanos en el planeta Tierra. En cambio, los humanos en Soros son criaturas salvajes, algunos mantenidos en cautiverio por los monos, algunos utilizados para experimentos científicos. Los astronautas son atacados por los simios, uno muere y dos son capturados. Ulises, un periodista, es enjaulado junto con otros humanos, mientras que el profesor Antelle se presume que es lobotizado.
Ulises muestra a los simios que no es un salvaje como los otros humanos de ese planeta y comienzan a estudiarlo más de cerca. Con el tiempo, Ulises aprende el idioma de los simios y se relaciona con ellos para lograr convencerlos de que es inteligente y que incluso tiene conocimientos que los simios carecen.
Ulises se vuelve una amenaza para la doctrina de los simios que establece que son los únicos seres con inteligencia y alma.
La dra Zira y su prometido Cornelius ayudan a Ulises a demostrar que es un humano de otro sistema solar y que merece ser tratado como los simios de Soros. Eventualmente los simios descubren que no son la primera raza que crea una civilización en ese planeta y que hace 10 mil años los humanos tenían inteligencia y tecnología. Todo se complica cuando una humana que había sido compañera de Ulises en su jaula queda embarazada, cuando al inicio fue obligado a tener relaciones con ella. Zira y Cornelius ayudan a escapar a Ulises con Nova (la humana que embarazó) y su hijo de meses de edad. Los envían a la orbita de Soros en un satélite haciéndolos pasar por humanos de experimento, y escapan en la nave espacial que había quedado en orbita desde la llegada de los tres astronautas terrestres.
Ulises, Nova y Sirio, su hijo, vuelven a la Tierra, pero cuando llegan, 700 años después de la partida de Ulises, esta está dominada por simios.

La novela explora los dogmas de los humanos al creerse superior a las otras especies por intervención divina. Ninguna de las películas de 1968 y 2001 son totalmente fieles a la novela. Ninguna de las dos explora la reacción de los simios a un embarazo de una humana salvaje y un humano desarrollado. En la película de 1968, el planeta Soros resulta ser la propia Tierra del futuro; en la película del 2001, el astronauta sí regresa a la Terra, dominada ahora por simios, como Soros. En la novela, algunos comentarios de Ulises parecen insinuar que Soros es la Tierra 10,000 años en el futuro (el sol rojo y más grande, la luna más pequeña), pero no resulta ser así al final.  La novela es mucho más interesante y entretenida que ambas películas.

Cloud Cuckoo Land -  Anthony Doerr
Deja buen sabor leer algo tan bueno y original.
Tres líneas de tiempo que dificultan la lectura en un inicio (lo empecé en inglés y tuve que cambiar a español). Tres historias unidas (dos de ellas íntimamente por personajes y eventos) por un libro antiguo salvado a duras penas y rescatado por traductores con siglos de diferencia.
Una historia ficticia escrita por un personaje histórico relata las aventuras de Etón para llegar a la 'ciudad de las nubes y los cucos' (Cloud Cuckoo Land). Su epopeya es apenas salvada de Constantinopla por una niña de 13 años que escapa la caída de la ciudad. Siglos más tarde un soldado estadounidense traduce los códices recientemente descubiertos y muy deteriorados y le da vida nuevamente a la historia. Y una niña, en el lejano futuro siglo XXII en lo que cree ser una nave espacial en trayectoria a otro planeta, descubre que su bisabuela conoció la historia por el soldado que la tradujo del griego antiguo.
Las tres líneas de tiempo son interesantes (la del futuro más por ser el futuro que por otra cosa), y los personajes te cautivan. Al final entiendes cómo llegó un libro desde Constantiopla hasta una nave del futuro y por qué llegó en las condiciones que lo hizo, acercándonos a los lectores para sentirnos que somos parte de una gran historia. Una novela muy bonita sobre el valor de vivir en el ahora y no buscar la ciudad en las nubes esperando ser feliz ahí. 

Where the birds never sing - Jack Sacco
Este libro fue una recomendación de un tuitero que me pidió varias veces que lo leyera.
Es la historia personal de Joe Sacco, soldado estadounidense que luchó en la Segunda Guerra Mundial y ayudó a liberar el campo de concentración de Dachau. Excelente recomendación.
Uno piensa que después de haber leído tanto de la Segunda Guerra Mundial y de ver tantas películas y documentales sobre el tema, no te sorprendería nada; pero qué agradable sorpresa me llevé.
Este libro está narrado de manera muy personal por el padre del autor quien a los 18 años fue llamado a inscribirse en el ejercito para ir a la guerra en Europa. Recuenta desde que va al entrenamiento/capacitación en Estados Unidos antes de ir a Europa. Participa en el día D, y recorre Francia y Alemania instalando líneas telefónicas. Nos cuenta con lujo de detalle sus días durante la guerra, la muerte de algunos de sus compañeros, la liberación del campo de concentración de Dachau. Normalmente conocemos lo que sucedió en Auschwitz, pero pocas veces nos cuentan lo que sucedía en otros lugares. En este caso, el soldado relata lo que vieron cuando llegaron y lo que sucedió después, al obligar a los pobladores a ser testigos de los horrores que permitieron.
La descripción de lo que vivió nos hace sentir que estamos platicando con él, y las tragedias que narra se vuelven cercanas a nosotros. Fue el segundo libro sobre la Segunda Guerra Mundial que leí este año y sigo sorprendido por la cantidad de historias originales que continuan escribiéndose sin llegar a ser tediosas.

Surfear el espacio-tiempo - Sergio de Régules y Miguel Alcubierre
Siempre se agradece leer un buen libro de divulgación de ciencia. Éste lo puedo describir con dos calificativos: elegante y muy interesante.
Sergio de Régules y su amigo Miguel Alcubierre nos cuentan prácticamente la historia de Miguel quien desarrolló una teoría con la que se pudiera viajar más rápido que la luz, la cual le dio fama internacional. Nos relatan sobre los estudios de Miguel en el extranjero, sobre cómo se le ocurre la teoría y su regreso a México para continuar publicando y enseñando. En el transcurso nos explican la teoría de la relatividad de Einstein, las predicciones sobre agujeros negros y ondas gravitacionales y cómo fueron demostradas y evidenciadas.
Los buenos divulgadores de ciencia tienen la capacidad de hacerte sentir un genio al entender los temas más complicados.


Sunshine - Alex Garland
Guion en el que se basó Danny Boyle para hacer la película del mismo nombre. Este fue el libro que más batallé para conseguir este año. Cuando vi la película me quedé sorprendido de que no fuera más famosa. La trama y los temas que trata me parecieron interesantísimos, por lo que busqué la novelización de la película. Al no encontrarla, conseguí por fin la mejor alternativa: el guion. Leerlo es como estudiar los detalles de una obra que ya sabes que te va a gustar.
Muy bueno, cortito (124 páginas). Algunas escenas un poquito diferentes.




Por último, una novela que terminé este mes:

Station Eleven - Emily St. John Mandel
Novela post-apocaliptica que sigue las historias de varios personajes unidos por un personaje que muere al inicio de la historia.
Arthur Leander, un actor reconocido muere de un infarto en el escenario de una obra de teatro en la que está actuando. Ese mismo día comienza una pandemia que acabará con el 99.9% de la población mundial en menos de un mes. A partir de ese momento conocemos la historia de varios personajes que directa o indirectamente se relacionan con Arthur Leander. 
A la pandemia sobreviven su segunda exesposa y su hijo; Kirsten, una actriz de 8 años que trabaja en su obra de teatro; Jeevan, el paramédico que intenta salvarlo en el escenario; y su mejor amigo, Clark.
Veinte años después del cataclismo, vemos a Kirsten con un grupo de nómadas que se dedican interpretar musica y obras de Shakespeare en diferentes pueblos.  Cuando regresan a uno de los pueblos que visitaron dos años antes, no encuentran a dos de sus compañeros que se habían quedado ahí esperando su regreso pues estaban esperando un bebé. Pronto se enteran que el pueblo fue abordado por una secta que prohibe que los habitantes desobedezcan al líder a quien llaman El Profeta.
Durante flashbacks nos vamos enterando de la vida de todos los personajes y cómo están relacionados entre ellos.

La novela trata sobre el colapso de la civilización, sobre relaciones personales en una era sin teléfonos, sin redes sociales, sin internet, sin electricidad, sin comunicación. Los diferentes caminos que toman las personas en situaciones extremas.


Esos fueron los libros que merecieron una calificación perfecta, lo que no significa que sean perfectos, solo que son muy recomendables para todo mundo, y que vale mucho la pena leerlos sobre otros libros. 
Un muy buen año de lecturas, tratando siempre de reflexionar sobre lo leído (la razón de este ejercicio), para recordar más, y recomendar a otros.


Y ahora, esta es la lista de libros que leí este año, sin calificación (para eso pueden pasar a mi cuenta de Twitter):

Le avventure di Pinocchio -  Carlo Collodi
Nieve - Orhan Pamuk
Spider-man - Peter David
The Midnight Library - Matt Haig
The Devil in the White City - Erik Larson
The Terminator - Randall Frakes
Oficio de Tinieblas - Rosario Castellanos
Gates of Fire - Steven Pressfield
E.T. the Extraterrestrial - William Kotzwinkle
Y líbranos del mal - Santiago Roncagliolo
The Hunt for Red October - Tom Clancy
Before The Batman -  
Alien - Alan Dean Foster
Los recuerdos del porvenir - Elena Garro
Se una notte d'inverno un viaggiatore - Italo Calvino
El Hombre - Irving Wallace
La pista de Hielo - Roberto Bolaño
Guns, Germs and Steel - Jared Diamond
La Vegetariana - Han Kang
X-Men -
Love Death + Robots Vol. 2 - 
Dead Wake - Erik Larson
The Catcher in the Rye - J.D. Salinger
El infinito en un junco - Irene Vallejo
2001: A Space Odyssey - Arthur C. Clarke
El peligro de estar cuerda - Rosa Montero
I will teach you to be rich - Ramit Sethi
La Colpa - Raffaele Mangano
El Italiano - Arturo Pérez-Reverte
Ad occhi chiusi - Gianrico Carofiglio
El Planeta de los Simios - Pierre Boulle
Voces de Chernóbil -  Svetlana Alexievich
Cómo se filosofa a martillazos -  Nietzsche
Cloud Cuckoo Land -  Anthony Doerr
Tiempos Canallas -  Jaime Alfonso Sandoval
Where the birds never sing - Jack Sacco
Surfeando el espacio-tiempo - Sergio de Régules y Miguel Alcubierre
A Little Princess - Frances Hodgson Burnett
Sunshine - Alex Garland
Station Eleven - Emily St. John Mandel

Y, The illustrated adventures of Sherlock Holmes - Arthur Conan Doyle

40, expectativa vs realidad

 Otra vez reflexiono sobre la edad que cumplo hoy. Otra vez ese recuerdo de pensar que probablemente no llegaría a cumplir 40 años. Creo que no era que pensara no llegar, sino que no podía imaginarme cómo llegaría a esta edad.

Cuando era chico creía que para los 40 años tendría un hijo de 13 o 14 años; que estaría establecido con un negocio propio y me ocuparía de administrar los ingresos y al personal. Tal vez estaría dando mi opinión alguna vez sobre política en alguna revista local o asesorando estudiantes para guiarlos en sus carreras. Creo que me veía como un señor maduro, sabio, listo para entrar en la tercera edad. 

Ni hijos adolescentes, ni negocio estable, ni madurez, ni sabiduría (bueno algo). Sigo leyendo cómics, ahora realzados con películas que siguen el mismo formato de continuidad. Todavía caigo en los mismos errores de cuando era estudiante. Soy menos confiado, sí, pero muy crédulo aun. Uso gorra, tennis, camisetas de superhéroes, me siguen gustando los videojuegos... vaya, no me siento diferente de hace 15 años. Afortunadamente no me veo tan diferente de hace 10 años. 

Mis expectativas de los 40 no se cumplieron. No es que no me sienta bien conmigo mismo. Hace 20 años creía que 20 años eran suficientes para superar mi inmadurez, pero ahora me doy cuenta que ya prácticamente había alcanzado mi máximo nivel de madurez entonces. Exagero, sí, pero en realidad no esperaba estar peleando con gente por internet, o emocionarme de la misma manera con películas o series. 

Claro, en ese entonces no había Twitter, ni el Universo Cinematográfico de Marvel, ni Xbox, ni sabiduría en mí (sin lugar a dudas).

Y aquí estoy. Pero si la vida empieza a los cuarenta, como dicen, pues qué bonito es empezar sabiendo todo lo que sé ahora.




El reflejo en The Catcher in the Rye

Hace algunos años encontré en EBay una copia de la primera edición de The Catcher in the Rye de J.D. Salinger, de 1951, la compré de inmediato. Aparte de ser uno de mis libros favoritos, muy famoso desde que se publicó, se puede considerar un nuevo clásico. El personaje principal, Holden Caufiled, es reconocido por casi cualquier persona que sepa de literatura universal. Esa copia la guardo como un tesoro.

Leí la novela por primera vez en el 2010 sin esperar mucho. En ese entonces había comprado varios clásicos de la literatura para aumentar mi historial cultural. Uno identifica los clásicos más por lo que se dice de ellos que por lo que se conoce de primera mano, así que decidí arreglar eso e incluir de tanto en tanto un clásico en mi lista de lectura.

No resultó como yo esperaba, no por ser clásicos significa necesariamente que sean del gusto personal de todo mundo, aparte de que algunos eran muy antiguos y en la época en la que fueron escritos usaban estilos a los que yo no estaba acostumbrado, así que pronto me fui arrepintiendo de mi propio encargo y dejé de comprar ese genero. Pero me quedaban algunos, incluido The Catcher in the Rye, y eventualmente decidí darle una oportunidad.

Sabía muy poco de esta novela: el personaje principal era antihéroe, había sido a la vez uno de los libros más censurados y más asignados en escuelas de Estados Unidos, que era visto como un llamado a la rebelión, y que el asesino de John Lennon había leído algunos versos de esta novela en el momento del asesinato. Nada de eso aumentaba mi interés. Pero comencé a leer y no pude parar hasta terminarlo. Me gustó muchísimo; terminando fui a buscar ensayos que examinaran a profundidad la novela. Quería encontrar material que alargara mi experiencia con ese libro.


Lo que más me impresionaba era que la historia fuera tan sencilla: un muchacho recorre varios puntos de Nueva York después de ser expulsado de su escuela. El personaje principal, efectivamente un antihéroe, no solo era de lo más normal, sino que a veces se mostraba odioso, perdedor; incluso como un cretino. Pero al mismo tiempo, siendo también el narrador de la historia, vemos un lado comprensivo, autocritico y hasta altruista. En sí es un adolescente tan normal que cualquiera se puede identificar con su actitud.

Una ventaja mía, creo, es que tenía 27 años al momento de leerlo. Ya había pasado por esa etapa de inmadurez extrema (seguía sin madurar, claro), y pude evaluar mi comportamiento de ese entonces comparándolo con el de Holden Caufield. Tal vez si lo hubiera leído en prepa no me hubiera impactado tanto y hubiera negado tener algo que ver con ese personaje tan antipático. Pero con la distancia de la edad, mi experiencia fue de reconocimiento, aunque rechazo, de ese personaje si bien agrio, también incomprendido por la sociedad a la que pertenece.

Unos meses después, todavía en 2010, lo volví a leer. Quería saber si era tan bueno en una segunda leída, o había sido el factor sorpresa lo que le daba la ilusión de obra maestra. Pero mi gusto aumentó. Efectivamente era uno de las mejores novelas que había leído. Lo comentaba con quien estuviera dispuesto a escucharme y busqué mercancía relacionada con el título, algo que no me sucedía desde que le había agarrado cariño a El Principito. Años después encontré la edición original en EBay.

Después de 12 años de recomendárselo a quien me preguntara por un título qué leer, volví a tomar mi copia y lo leí por tercera ocasión el mes pasado. De nuevo disfruté la odisea del buen Holden, con la diferencia que en esta ocasión pude identificar por qué me gusta tanto esta novela.

No tiene qué ver con la rebeldía de Holden, con sus disparatadas ideas o con sus nobles intenciones. No son las citas citables que te hacen reflexionar, o la originalidad del relato. Lo que me atrae del libro es reconocerme en los sentimientos del personaje. No es la situación con lo que me identifico, sino la reacción del narrador. La repulsión que siente hacia algunos personajes (muchos) que le parecen hipócritas, o la perdida de interés por la chica que muestra interés por él. La frustración de sentirse estafado hasta romper en llanto, o el desconcierto cuando siente su privacidad violada por un adulto con intenciones dudosas. Durante toda la novela J.D. Salinger crea el ambiente justo para que sintamos lo que proyecta Holden. Su forma de ver el mundo puede ser absurda, tanto que cae en lo cómico, pero la manera en que se expresa de otras personas revela quién es por dentro, y creo que todos los que nos identificamos con el personaje, en algún momento de nuestras vidas (seguramente durante nuestra adolescencia), tuvimos esas sensaciones; quisimos ser importantes, evitar el ridículo, dejar todo e irnos a un lugar lejano donde nadie nos conociera para volver a empezar, creímos que no éramos falsos ni mojigatos aunque tal vez lo fuimos. Pero al final sabemos que teníamos buenas intenciones; que los errores que cometimos no fueron por mala voluntad. Simplemente éramos jóvenes inmaduros; más ecuánimes que otras personas, más tontos que muchas otras, pero al final tratando de descubrirnos.

Eso es lo que hallé en esta tercera visita a este apreciado libro. Pienso que por eso me costaba tanto explicar qué hacía tan especial a The Catcher in the Rye. Anteriormente, cuando me preguntaban, contestaba que eran los personajes y la manera en que el narrador se expresaba de ellos. Lo divertida que era la novela. El desenlace satisfactorio o la "redención" de Holden. Pero no era nada de eso. En realidad era la manera en que te hace caer en cuenta de quiénes fuimos; como ir excavando sin saber lo que encontrarías para luego encontrarte a ti mismo. Un espejo donde vi mis sentimientos. 




39

Una galleta de cumpleaños. Eso es todo por este 2021. Y está bien. Este año llego tan agradecido que no necesito nada más. 39 años. Segundo aniversario de pandemia. Casado. Dos hijos. Sin covid. Nunca me ha dado. Con salud, con amigos, con dinero (algo). Antes, 39, casi 40, parecía muy lejano, ya para viejos. Ya no, ja.

Tengo que aceptar: más de una vez dudé que llegaría a esta edad. Cuando tenia 25 años creía que ya había vivido suficiente; que mi vida era demasiado completa  para exigir más. Y tal vez en ese entonces sí lo era. Pero volteando a ver todo lo que me faltaba por vivir, ahora parece tan poco…

Tengo un techo, comida, transporte, lujos que cualquier documental sobre pobreza te hace sentir millonario: café caliente recién hecho por la mañana, calentador para el frío, aire acondicionado para el calor, Internet, plataformas de streaming, alimentos en mi refrigerador (y con muchas opciones), un asador para hacer carnes asadas, botellas de licor que no es barato.

Llego a los 39 más completo de lo que hubiera pensado hace tiempo. Más fragmentado de lo que hubiera pensado hace años. Con más planes de los que tenía hace una década. Con menos energía para festejar también.

Llego feliz. Contento. Emocionado. Curioso de saber cuánto tiempo me queda. Esperando que sean muchos años más. Pero preparado por si no.

Beso a mi esposa. Pienso en mis hijos. Me como mi galleta de cumpleaños. Y me voy a dormir.
Feliz cumpleaños a mí.

La Lección de León



CONTEXTO:





Leon Economista es un twittero totalmente a favor del capitalismo y del libre mercado. Critica fuertemente al gobierno, y en especial los asistencialistas con tintes socialistas.



Suele criticar los programas sociales gubernamentales y los derechos de los trabajadores como el aguinaldo, la antigüedad, el reparto de utilidades y el pago del seguro. Asegura que obligar al empresario a pagar esas prestaciones nos vuelve menos competitivos.




Frecuentemente argumenta que muchos problemas se resolverían privatizando los servicios básicos o al menos cobrándolos para evitar los impuestos del gobierno.





Y también ha expresado su negativa de ayudar a quien pide dinero sin ofrecer nada a cambio.









Hace dos días publicó este twit en su cuenta. --------->








Y luego pidió ayuda a la comunidad, compartiendo una lista de amazon que incluía un iPad Pro y una macBook, por un valor en conjunto de $40,000.




Las criticas y las burlas no se hicieron esperar. 



Lo que le pasó a León Economista es una lección de vida. León es chavo; entiende muchas cosas, pero le falta vivir mucho. Tal vez nunca había pasado por esto que le sucedió y por eso le parecía muy sencillo criticar a quienes llegan a su casa a pedir dinero.

León no está equivocado en sus juicios, simplemente tiene visiones limitadas. Es cierto que mucha gente prefiere estirar la mano y pedir dinero antes que ponerse a trabajar, pero también hay muchos casos en los que quienes piden limosna son víctimas de la situación en la que están. Suponer que todos partimos del mismo nivel o que tenemos la misma suerte es errado y acorta nuestra visión.

Él dice que la ayuda y la solidaridad no deben ser obligación sino voluntarias, sin embargo cuando criticó a quienes iban a su casa a pedir dinero lo hacía como si lo estuvieran obligando a ayudarlos. ¿Por qué se quejaba de ellos entonces? ¿Porque le molesta que pidan sin ofrecer un servicio a cambio? 

¡Eso fue justamente lo que él hizo cuando se vio en la necesidad! De hecho así lo dijo él, solo porque estaba realmente necesitado fue que se atrevió a pedir ayuda a cualquiera en twitter, pero de igual manera le hicieron ver que probablemente esa gente que acude a su casa a pedir dinero esté en la misma situación que él cree justificable.

Por eso pienso que León no está equivocado ni tiene mala intención, solo que no conoce de cerca las carencias que pueden llevar a alguien a pedir dinero gratis. Cuando se conoce la situación precaria en la que viven tantas personas, y el abuso al que se exponen, entonces se entiende la necesidad de apoyarlos y defenderlos para que puedan salir adelante. Si solo conocemos nuestro circulo cercano, es normal que creamos que nuestra situación es similar a la de los demás.

Los problemas del país y del mundo son demasiado complicados como para resolverlos en Twitter o con doctrinas de derecha o izquierda. La empatía, la solidaridad, la generosidad tendrían que nacernos a todos. Como no sucede así, algunos piensan que debería de ser obligatorio. Pero no se puede exigir libertad obligando a las personas a hacer lo que no desean. Por eso las respuestas no están en en ninguna ideología, sino en cada uno de nosotros. Pensar por uno mismo es mucho más valioso que seguir recetas para vivir bien. Entender que ni Marx ni Smith tienen las respuestas correctas. Que la realidad de cada persona es muy diferente de una ciudad a otra, de un estado a otro, de un país a otro. Que somos mucho más complejos de lo que algunas personas nos quieren hacer creer.

Al final, solo espero que León haya aprendido de este incidente. Si no fue así, entonces ése es el peor escenario de todo esto. 

La nieve por un dia


Pasa cada ocho o nueve años. Nieva un día, amanece todo blanco. Sacamos nuestras ropas más calientes, las que nunca usamos en Monterrey, y salimos al lugar donde haya más nieve. Chipinque era nuestro lugar favorito de niños.

No vas a la escuela, juegas todo el día con la nieve, y luego, al día siguiente solo queda un poco de blanco en las montañas. Sobre alguno que otro techo se ve un poco de hielo, pero ya no hay nada con qué jugar. En el periódico aparecen las notas que nos avisan lo que acabamos de ver todos. Y un día después es como si nunca hubiera nevado; tienes que esperar otros ocho o nueve años para que vuelva a suceder. 

Por eso somos la burla de otros cuando salimos a tomar fotos en la nieve. Pero cuando algo sucede tan infrecuentemente, es obvio. De chico, si no sales de Monterrey a vacacionar en invierno, has visto nevar dos veces máximo antes de cumplir quince años.

Es bonito que nieve solo por un día. Nos divertimos, la aprovechamos y la extrañamos inmediatamente. Van marcando tu vida: todos nos acordamos qué hicimos los días que nevó en Monterrey. (En cambio es imposible recordar todos los días que estamos a 40 grados, sea primavera, verano u otoño).

Ayer nevó en Monterrey. Hoy ya no hay nieve ni en las montañas. Y a esperar ocho años. Tal vez nueve. 




AMLO: el mejor presidente que ha tenido México.

 2024:

Andrés Manuel Lopez Obrador deja la presidencia con un crecimiento promedio del PIB de 4%. La corrupción disminuyó significativamente y hoy el país ocupa el lugar número 25 en ranking de corrupción mundial, con 68 puntos, adelante de países como Chile y España; cercano a Estados Unidos.

Los programas para impulsar el deporte nos dieron 15 medallas en las olimpiadas de Japón, incluyendo 4 de oro, y 21 medallas en Paris; 6 fueron de oro. Tuvimos 3 campeones mundiales en atletismo y México pasó por primera vez a semifinales en la copa del mundo.

MORENA expulsó de su partido y denunció funcionarios públicos acusándolos de corrupción. Muchos fueron encarcelados. Otros fueron inhabilitados. El caso más sonado fue el de Manuel Bartlett quien después de tantas pruebas, por fin pisó la cárcel, y debido a su avanzada edad se espera que muera ahí. 

Se convirtió en tendencia elegir servidores públicos que no pertenecieran a algún partido antes de las elecciones o a candidatos independientes. La mayoría nunca había tenido algún cargo público y había trabajado en el sector privado antes de postularse. El partido MORENA, con mayoría relativa, incluyó en sus estatutos que ningún funcionario podía competir por otro puesto sin terminar el periodo para el que habían sido elegidos por lo que el llamado chapulineo era prácticamente cosa del pasado.

El presidente por fin cumplió su promesa de vivir en su casa particular y después de un largo proceso logró obtener un avión presidencial que respondía a las necesidades básicas de transporte para el ejecutivo: sin lujos, sin excesos. 

Se capturaron o abatieron al 60% de los capos del país. Se desmantelaron la mitad de las organizaciones criminales, las más fuertes hasta entonces. Cientos de funcionarios y militares fueron extraditados o encarcelados por formar parte de dichas organizaciones. La confianza en las autoridades nunca había tenido un nivel tan alto.

Se metió en cintura a las empresas para no solo persuadir el pago justo de impuestos sino impulsar la competitividad en el mercado. Empresas grandes se vieron obligadas a pagar salarios justos, bancos tuvieron que reducir sus comisiones, pequeñas y medianas empresas comenzaron a crecer al volverse altamente competitivas, y la inversión extranjera creció como nunca.

Uno de los logros más importantes del presidente Lopez Obrador fue la destitución de líderes sindicales. Tanto Pemex como los electricistas y los maestros pudieron finalmente eliminar la corrupción que tanto había dañado esos sectores. Por fin se eliminó la venta de plazas, se privilegió la eficiencia y el esfuerzo. Se acabaron los paros. La educación tuvo un avance evidente y significativo.

Y por último, la pobreza se redujo. Veinticinco millones de personas salieron de la pobreza extrema. La clase media aumentó otro tanto. Mexico tiene ahora 500 mil millonarios cuya fortuna supera 1 millón de dólares. Las universidades se duplicaron. Los hospitales privados y públicos se triplicaron. Y lo más impresionante: el número de emigrantes se redujo a 1.8 millones de personas en el último año de su mandato. 



Si al menos cinco cosas de lo que dice este texto se cumplieran, no dudaría ni un segundo en llamar a López el mejor presidente que ha tenido México.

Los dueños del buen gusto

El debate en twitter explotó hoy. Que si la comida gourmet no se puede tocar ni con la gota de un limón por ser obra de arte del chef y estar preparada al punto justo para deleitarse. Que si es un insulto al esfuerzo del chef que escoge los ingredientes perfectos para preparar su comida. Que si los incultos no saben apreciar la comida gourmet no deberían de ir a esos restaurantes. Que si el cliente no siempre tiene la razón. En fin.

Aquí mi humilde y sesgada opinión que nadie pidió:

En gustos se rompen géneros, ya sabemos todos eso. Lo que para unos es arte, para otros es fantochería; pero se necesita de un ojo educado para que una opinión tenga validez. Pero ¿qué pasa si se paga por el arte que se va a consumir? ¿Tiene derecho el artista sobre esa pieza? (Ya he hablado sobre por qué el cliente no siempre tiene la razón. Pero este no es el caso).

Trabajo en la construcción, y he tenido muchos clientes que quieren construir su casa. Es común que el cliente tenga sus propias ideas sobre el diseño y quiera imponer sus gustos; obvio, es su casa. Sin embargo no es raro escuchar a un arquitecto enojarse porque su diseño se ve alterado por un "ignorante". A veces es el experto, que trata de persuadir al desinformado de las razones o las bases sobre las que se diseña un espacio; pero otras veces es el arrogante y soberbio que exige que el diseño no sea contaminado por mentes menos competentes.

El arquitecto puede tener razón en lo que propone; vamos, puede ser hasta lógico lo que expone. Sin embargo, el cliente es quien está pagando por el diseño que quiere, y si algo no le gusta, lo va a cambiar. Existen muchos tipos de casas y y muchas ideas para proyectos: distribución, acabados, funcionalidad... fantochería. Pero al final quien va a vivir ahí y quien va a pagar es quien tiene la última palabra. Al arquitecto puede darle rabia, pero no es él quien va a sufrir día con día, el cliente sí.

Yo pienso que en el ámbito culinario es lo mismo. Sí, el chef te da un consejo sobre cómo debe de consumirse su producto. Sí, es mejor confiar en el chef y probar la comida justo como la preparó, sin "meterle mano". Y yo abogo por que, quien pague los ridículos precios que cobran en esos restaurantes,  pruebe la comida tal y como se la sirvieron. Pero si al cliente no le gusta o no le satisface el sabor de la comida que recibió: ¿hay razón para sentirse insultado porque quiere ponerle más sal a la comida? O ponerle limón a la carne, o salsa a un taco. ¿Quién se va a comer el platillo, el cliente o el chef? 

El chef está en su derecho de pensar lo que quiera del cliente: inculto, ignorante, iletrado, corriente, naco. Lo que quiera. Pero quién es él para decirle que su gusto está equivocado, si al final quien lo consume es el ignorante, el naco. A final de cuentas pagó la cantidad que le dijeron que tenía que pagar. El alimento es suyo. 

No estoy en contra de que si piden limón, o chile, o salsa, o mayonesa o mostaza, en el restaurante les contesten "no tenemos"; pero ¿ofenderse porque alguien prefiere aderezar su comida..? ahí está la petulancia de quién ve clientes como indignos de sus facultades, aunque puedan pagarlas. 

Se creen dueños del buen gusto. 



La noche triste medio milenio después


1520.

Cortés mantiene a Moctezuma preso. Tratando de calmar los ánimos de los mexicas, que comenzaba a levantarse en armas al ver a sus líderes prisioneras de los españoles, le pide al tlatoani que salga a tranquilizar a su pueblo. Moctezuma es asesinado por la multitud enfurecida; al salir al balcón, su propia gente desconfía de su lealtad. Hernán Cortés y sus soldados, acorralados, deciden que deben huir. Blas Botello, un astrólogo (adivino), convence a Cortes que la noche del 30 de Junio es el día que deben fugarse o de lo contrario todos morirán; Cortés lo escucha y planean la retirada.

Tenochtitlán no está conquistada, no está sometida. Los españoles que acompañan a Cortés tienen ya joyas y oro, pero no han logrado su objetivo. Por miedo a perder la riqueza de la que ya se habían hecho, huyen con ella, y es por ella que encuentran la muerte. Las joyas y las armaduras pesan demasiado y dificultan la huida. El terreno está rodeado de agua; el estrecho camino que recorren es una trampa mortal para los avaros. Los guerreros locales los persiguen, los alcanzan y los matan. Hernán Cortés logra escapar, pero al ver que pierde a la mitad de su ejercito, llora. 

Quinientos años después nos encontramos en un país dividido, tan dividido como el territorio en 1520. Españoles aliándose con enemigos de los mexicas para conquistar su gran ciudad. Mexicas desconfiando de su líder por salir a dialogar con ellos. El líder español escuchando al adivino sobre la mejor fecha para escapar de la furia del pueblo. Soldados prefiriendo la muerte antes que perder sus joyas robadas.

Hoy ya no somos un conjunto de pueblos en guerra. Somos un país buscando reconciliación entre sus habitantes. Desconfiamos del tlatoani. Linchamos a los contrarios. Preferimos la muerte antes de perder nuestras joyas (robadas o no). Atendemos a quienes nos dicen lo que queremos escuchar, aunque no tengan sustento sus palabras. Permanecemos divididos; casi queremos delimitar territorios y separarnos en pueblos independientes. 


La guerra y la sangre que nos hizo un solo pueblo, rico en cultura y tradiciones, parece no importarnos, porque no hay confianza en las intenciones del que tenemos a un lado. Y nos hundimos con nuestras armaduras. Cómo no llorar.

Elegir ser Dr. Manhattan


Piensa en esto. Si te dieran la opción de tener los poderes de Superman ¿la tomarías? La decisión no es tan fácil. Sobre todo si una condición es que, si aceptas, no puedes nunca volver a tu vida normal otra vez; y claro, no puedes saber qué tipo de persona serás o qué tipo de vida tendrás una vez que seas Superman. Ahora, ¿aceptarías?

Si no se analiza la respuesta puede parecer muy sencilla de tomar. Después de todo ¿a quién no le gustaría tener los poderes de un superhéroe? Sin embargo, no consideramos lo que conlleva esa elección porque no tenemos la experiencia para evaluar las desventajas de una situación que nunca hemos vivido, y no tenemos la experiencia ajena tampoco. No vemos las desventajas de ser famoso por ser casi invencible; o de lo que se esperará de nosotros al tener tanto poder. Puede no aparentarlo, pero resultaría muy inconveniente ser tan superior a todas las demás personas.

A pesar de lo poco realista que puede parecer esta reflexión, es una alegoría de una situación mucho más común. Es el mismo dilema que uno toma cuando (y si) decide ser padre. No puedes saber qué tipo de padre vas a ser hasta que lo eres. Y una vez que decides serlo, no te puedes echar para atrás (sí, puedes ignorar tus responsabilidades, más no puedes dejar de ser padre de alguien).

Aceptar una responsabilidad tan grande debería tomarse con mucha seriedad, pero no mucha gente lo ve así. Ser padre o madre debería de conllevar una gran evaluación previa.

El ejemplo de convertirse en Superman es el más común, sin embargo puede que el personaje no represente ese dilema tan bien. Hay otro que para mi gusto nos llevaría a reflexionar más sobre esa decisión que en un inicio parece fácil de tomar. El Dr. Manhattan, de la novela gráfica Watchmen, es un personaje más adecuado para esta situación hipotética. Es básicamente un dios. Puede hacer lo que quiera. Para él el tiempo no es lineal: está en el presente, en el futuro y en el pasado simultáneamente. Es indestructible y puede hasta crear vida si lo desea. Es un individuo muy particular. En la novela lo presentan como alguien indiferente, ya que, claro, al ser todopoderoso no logra ser empático con las personas; sabe que a pesar de ser omnipotente no puede cambiar la perspectiva pequeña de los humanos, pierde el interés en ellos; no se puede relacionar con las personas. La gente lo odia porque creen que debería de usar sus poderes para el beneficio de los demás, y sin embargo él solo se siente incomprendido.

Dr. Manhattan al final es un superhéroe frustrado y frío. No puede mantener relaciones amorosas, personales, porque no envejece como todos los demás. Él se interesa por muchas cosas, y sus parejas por cosas mundanas: no se entienden.

De una forma parecida, uno se convierte en padre sin saber cómo esto le va a cambiar la vida; arriesgando la tranquilidad de no ser responsable de un ser completamente dependiente. A pesar de no poder ver el futuro, es ilógico pensar que no se atravesará por situaciones difíciles, tristes, o incluso trágicas. Tampoco podemos estar cien por ciento ciertos de que nuestro hijo o hijos serán personas de bien; a pesar de nuestros esfuerzos nadie nos garantiza que la educación que les demos será suficiente, o que estaremos ahí para ellos en momentos cruciales. Nadie nos garantiza que viviremos lo suficiente para asegurar su bienestar.

Nadie nos asegura tampoco que nuestra idea de un buen padre sea la correcta. Nuestras mejores intenciones nos pueden engañar. Tratamos de prepararnos para ser buenos padres basándonos en la experiencia ajena, así, para la paternidad en general, para ser un padre genéricamente bueno, sin embargo nadie nos puede preparar para ser el mejor padre para nuestros hijos en particular, todo es una estimación, tratamos de tener buena puntería, a nuestra manera.  

Bien. Conociendo todos los contras, (de ser padre o de ser el Dr. Manhattan) ¿lo serías?

Yo no quisiera ser el Dr. Manhattan. No quisiera vivir eternamente. No quisiera ver el tiempo como un mapa del cual no puedes cambiar detalles, solo observarlo. No quisiera soportar muchas cosas que tiene que soportar. Pero sí quise ser papá, a pesar de todos los dilemas que pude evaluar.

Tomé una decisión ciega basada en un futuro incierto. Quise ser papá para poder tener a Lucas sin haberlo conocido. No sé lo que pasará, y no voy a poder cambiar las malas situaciones que puedan llegar a suceder. De igual manera, acepté ser padre, sabiendo que voy a sufrir, sabiendo que voy a gozar, sabiendo que no soy inmortal, sabiendo que me puedo llegar a arrepentir en algún momento, pero confiando en que al final de todo vale más la pena intentar ser la mejor versión de mí para esa personita que acaba de llegar, que vivir el resto de mi vida pensando qué hubiera sido si hubiera tomado esta decisión. Acepté una responsabilidad que me da un poder al que voluntariamente voy a renunciar en beneficio de alguien que tal vez me llegue a odiar alguna vez. Acepté poner mi mayor esfuerzo en educar a alguien que tal vez rechace mis enseñanzas. Quiero ser padre de alguien que probablemente me va a hacer sufrir como ninguna otra persona puede hacerlo... pero espero que no. 

Es la esperanza la que nos mueve  tomar este tipo de decisiones que parecen ilógicas. Espero ser el mejor padre que Lucas pueda tener. Espero ser la mejor versión de mí mismo siempre. Espero que cuando no sea esa mejor versión, sea mi esposa la que me ayude a mejorar. Espero ayudar a este mundo trayendo a una buena persona en la sociedad. Quiero disfrutar de los buenos momentos que se comparten solo con un hijo y sentir su amor. Para eso me esfuerzo; para eso me arriesgo.

Al final no hay certeza en nada, lo único que uno puede hacer es tener una buena actitud, confiar en que mi mejor versión saldrá a flote, y esforzarme por evitar mis demonios. Esa decisión de ser papá ya la tome, ahora estoy aprendiendo a tomar las mejores decisiones para Lucas.



Cicatriz abierta

Caminando sobre hojas secas desperté de mi sueño

Mi mano apretó el aire y mi pecho se hizo nieve

El cielo apenas se dejaba ver, no había ruido

Tal vez era octubre o tal vez mayo; tal vez llovía o solo era yo

¿De dónde vino ese espejismo? ¿No estaba ya lejos? ¿Seco? ¿Flaco?

Flotando fui al jardín, buscando alivio... descifrando memorias ¿de dónde llega acaso la nostalgia?

Me pareció ver su silueta; en el espejo, o en el balcón. 

Eran risas, seguramente. Pero tal vez no.

Eran rostros parecidos. Sí, hacía sentido. Las flores se asemejan entre sí.

Aun dudaba. 

¿Qué trae de vuelta a los retoños cada primavera? Hay cielos que solos llegan.

Hay mareos que te tumban, mas no por debilidad 

Es porque somos vulnerables, es inevitable, no se puede defender uno de todo

No se cura uno de todo

Ignoro qué me trajo de vuelta al camino ese, lleno de hojas, hojas secas

Pero eso ya no me importa; aquí sigo, desintegrándome en ceniza, pétalo por pétalo 

Sonó un eco; caí en cuenta:

Música, eso había sido; no me pude escapar (y tal vez no quería)



Vi el jazmín y tenía flores, sí, era Mayo