Opiniones sobre el aborto

Desde hace meses tenía la intención de escribir sobre el aborto de nuevo. Ahora con la despenalización del aborto en Oaxaca me dieron una buena excusa. 

Hablar del aborto crea polémica, sobre todo en un país como el nuestro, profundamente católico, religioso, “conservador”. Lo de conservador va entrecomillado porque aunque nos duela aceptarlo, somos una sociedad muy hipócrita: nos asusta el divorcio, pero tenemos un índice creciente de estos; condenamos las relaciones prematrimoniales, pero las llevamos a cabo a escondidas; condenamos la poligamia, pero todos conocemos las escapadas de nuestros conocidos. En fin somos muy contradictorios. Y aún así me sorprende la manera de defender la penalización del aborto. Una cosa es estar en contra del aborto. Otra muy diferente es querer que sea un crimen abortar.

Desde hace tiempo que creo que el aborto (sobre todo antes de las 12 semanas, como se estipula en la ley) no es ningún crimen. Hay muchas situaciones que lo amerita, pero aun la simple razón de no querer tener un hijo para mí es suficiente para permitirle a una mujer abortar sin ponerla en el nivel de un criminal que merezca estar en la cárcel. Pensemos en eso, una mujer que decide interrumpir su embarazo merece un castigo como cualquier ladrón, asaltante,  defraudador, asesino, secuestrador. ¿Hace sentido? ¿En ese nivel se encuentran? No lo creo. Pero desde hace algunos meses, mi perspectiva sobre el aborto sufrió una ligera alteración. 

Hace no mucho tiempo (a principios de año, para ser más específico) mi esposa y yo perdimos un bebé en la novena semana de embarazo. El corazón simplemente dejó de latir. Digo ‘perdimos’ porque era nuestro, pero en realidad debería decir mi esposa perdió un bebé. Yo solo estaba ahí para apoyarla, pero la que sufrió lo peor de esa situación fue ella.

Perdimos un embarazo que ambos deseábamos menos de dos meses después de que sucedió y no fue una situación fácil. En primer lugar el golpe emocional y anímico fue fuerte. Pero el proceso para expulsar el producto fue peor. Solo puedo imaginar lo que mi esposa tuvo que soportar durante más de 10 días. Tengo que aceptar que durante el proceso me asusté mucho. No le deseo eso a nadie. 

Después de ver lo que pasó, no puedo más que sentir el mayor respeto hacia las mujeres que tienen que soportar un embarazo, sea cual sea la edad y sea cual sea su situación. Pero en especial las que tienen que pasar por un aborto, espontáneo o intencional. No es nada fácil. La decisión de aceptar un aborto es difícil; y la decisión de continuar con el embarazo lo es aún más. Desde entonces entendí que no soy nadie para decirle a una mujer lo que puede o no puede hacer con su cuerpo.

Si va a haber un debate sobre el aborto, sobre cuándo se puede abortar o en qué circunstancias, debe de ser evaluado por mujeres, siempre apoyadas con evidencia científica, pero a nosotros los hombres no nos compete en absoluto la decisión (a menos que seamos responsables del embarazo en cuestión, y aún en esa situación, nuestra opinión nunca estará sobre la de la madre). Al final son ellas las que van a pasar por un proceso incómodo, doloroso y a veces traumático. Y si decidieran continuar con el embarazo no deseado, todavía merecen más respeto y apoyo, porque esos nueve meses no pasan rápido. 

A pesar de haberlo omitido, espero haber dejado claro que ya no estoy hablando ni siquiera de si el feto antes de las 12 semanas es un ser humano o no. Para mí eso ya no es ni siquiera un tema de debate. En un mundo en el que nos multiplicamos exponencialmente, cada vez vivimos más años y tenemos problemas sociales tan importantes, traer más personas al planeta claramente no es una prioridad.

Pero pasando a otra parte de la discusión, donde todavía pienso que cabe mi opinión, hay algunos bemoles que se deben atender. Aclaro que lo que sigue lo escribo solamente porque creo que el aborto, aparte de ser legal, debe ser gratuito; lo que me lleva a pensar en la responsabilidad de cada persona. Yo no creo que el aborto gratuito deba de ser un derecho para una mujer en su tercer embarazo no deseado. Esto es considerando la obvia situación de que se tiene acceso a métodos anticonceptivos. No estoy hablando de la muy improbable situación de que quedara embarazada una tercera ocasión por una violación. Pero creo que si se va a invertir dinero de los contribuyentes para el beneficio de las mujeres que desean abortar, entonces podemos exigir que sean responsables. 

Yo no veo el aborto como una solución a la deficiente educación sexual. Lo veo simplemente como una opción para no crear una situación peor, que sería un niño que no tiene oportunidades, educación ni atención de su familia. No creo que sea peor interrumpir el desarrollo de un feto, antes de que tenga corteza cerebral, y que probablemente pudiera resultar comoquiera en un aborto espontáneo, que condenar a niños a una vida sin oportunidades como millones de niños en este país, o las mujeres que de la noche a la mañana tienen que ponerse a trabajar, dejar sus estudios, y perder la oportunidad de desarrollarse en lo que hubieran querido. Pero tampoco deseo una invitación a la irresponsabilidad. Si una mujer paga el aborto que se practique, por mí que haga lo que quiera cuantas veces quiera. No lo veo correcto, no lo veo saludable, pero no soy yo quien le diga que hacer con su cuerpo y con su vida. Pero si quieres que el gobierno te pague tu falta de sensatez, entonces no mereces ese derecho. Ya lo he escrito antes, no creo que todos tengan derecho a tener hijos si eso representa una carga para los demás. Si no eres capaz de controlarte, probablemente necesites que te limiten.

No veo nada de malo en evitar que mujeres que no quieren embarazarse, se les pida usar un DIU. Es reversible, es seguro, y lo único que evita es más costo a la sociedad. 

Para mí el debate del aborto es para construir una mejor sociedad. Si vemos con objetividad, es peor para todos traer niños al mundo que no son deseados. Y a los que están en contra intransigentemente, les pido que se preocupen por los niños que ya están en este mundo y que no tiene familia u oportunidades, antes de ver por los que solo les van a preocupar hasta el momento en que salgan del vientre de sus madres.