Conecta los puntos


En el 2006 tuve un accidente automovilístico: me pasé un alto y choqué contra una chica que me contrató para un nuevo trabajo 9 años después.

En 2011 tenía 3 proyectos estables y mucho dinero ahorrado sin planes de casarme pronto, por lo que decidí dejar la casa de mis papás e irme a compartir renta con dos amigos. Después de 3 meses me cancelaron mis proyectos "estables" y me quedé sin trabajo. Empecé a buscar empleo y después de varias entrevistas sin suerte una chica me llamó de una empresa que se llama Prodensa. Una semana después estaba trabajando en esa empresa, y tres años después me comprometí con la hija de uno de mis clientes del primer proyecto en el que trabajé para Prodensa.

Me gusta pensar en los caminos que tuve que tomar para llegar a donde estoy. Si no decido salirme de casa de mis papás, y tan inseguro estaba que fue un volado (literalmente) lo que me hizo tomar esa decisión, no hubiera estado en apuros económicos cuando me cancelaron los tres proyectos que tenía para asegurar mi independencia en el corto plazo. Si no hubiera estado en apuros, no hubiera entrado a Prodensa en 2012. Si no entro a Prodensa, no conozco a quien ahora es mi suegro, Randy, y por quien conocí a mi novia. Y no le hubiera comprado un anillo de compromiso.

Y si hace nueve años no hubiera chocado con aquella chica, que después me dijo que se llamaba Kathia, no la hubiera conocido. No hubiéramos sido amigos y por lo tanto, no la hubiera reconocido hace dos meses cuando fui a una entrevista para una empresa que esta en el mismo edificio de oficinas donde ella trabaja. Ni siquiera estaba tan interesado en el trabajo cuando me llamaron. Fui a esa entrevista solo por no dejar. Por lo que me sorprende muchísimo que me llegó una oportunidad profesional indirectamente gracias a eso. Me sorprende pensar en lo que tuvo que pasar para que esto sucediera, y me deja pensando en lo que puede estar pasando ahorita, que en un futuro tenga una repercusión interesante en mis planes.

Me deja la responsabilidad de procurar mi presente, por no saber el futuro que pudiera afectar. De dejar una buena relación con todas las personas con las que convivo, o por lo menos con la mayoría. Evitar conflictos y problemas innecesarios. Escoger bien las batallas. De agradecer a todos los que te ayudan en el camino. De ser humilde y respetuoso con todos. Pero sobre todo me deja la responsabilidad de valorar cada aprendizaje, cada oportunidad. Porque nunca sabes qué te va a salvar en el futuro. Y si con quien fuiste buena persona resulta no corresponder, por lo menos mal no te hizo.

Me voy de mi trabajo muy agradecido y muy entusiasmado. Muy agradecido con mis jefes, en especial con mi jefe directo. Muy entusiasmado por el conocimiento que me dejó Prodensa. La experiencia ganada es invaluable. Conocí a mucha gente buena, amistosa, agradable. Me quedo con mucha gente a quien le tengo muy buena estima. Me voy con amigos nuevos, y con novia. Sé que dejé muchas puertas abiertas, y también se que hay otras que cerré al salir. Pero me voy contento. Y estoy muy seguro que en el futuro, no se cuándo, pero mis tres años en Prodensa me van a alcanzar, y voy a volver a hacer el recuento de lo que tuvo que haber pasado para llegar ahí.

El mensaje a los espíritus



Estoy leyendo un libro muy interesante acerca de la historia de la humanidad (De animales a dioses, Breve historia de la humanidad de Yuval Noah Harari, editorial DEBATE). Cada capitulo que leo es un deleite y me hace reflexionar mucho. Acabo de leer una parte que me llamó mucho la atención y quería dejarla por aquí. 

El capítulo trata sobre el imperialismo y la conquista de las civilizaciones en el mundo entre los siglos XV y XIX, pero los parrafos cuentan una anécdota muy interesante: 

El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong y Buzz Aldrin ponían un pie sobre la superficie de la Luna. En los meses que antecedieron a su expedición, los astronautas del Apolo 11 se adiestraron en un remoto desierto de aspecto lunar del oeste de Estados Unidos. La zona es el hogar de varias comunidades de americanos nativos, y hay una historia (o leyenda) que describe un encuentro entre los astronautas y uno de los habitantes locales:

      Un día, mientras efectuaban actividades de adiestramiento, los astronautas se encontraron con un anciano americano nativo. El hombre les preguntó qué hacían allá. Le contestaron que formaban parte de una expedición de investigación que muy pronto viajaría a explorar la Luna. Cuando el anciano oyó esto, quedó en silencio por unos momentos, y después pidió a los astronautas si le podrían hacer un favor.
- ¿Qué quiere usted?- le preguntaron.
- Bueno- dijo el anciano-, la gente de mi tribu cree que en la Luna viven espíritus sagrados. Me preguntaba si ustedes les podrían transmitir un mensaje importante para ellos de parte de mi pueblo. 
-¿Cuál es el mensaje?- preguntaron los astronautas.
     El hombre pronunció algo en su lenguaje tribal, y después les pidió a los astronautas que lo repitieran una y otra vez hasta que lo memorizaron correctamente.
-¿Qué significa?- preguntaron los astronautas.
-¡Oh!, no puedo decírselo. Es un secreto que solo nuestra tribu los espíritus de la Luna pueden conocer.
     Cuando volvieron a su base, los astronautas buscaron y buscaron hasta que encontraron a alguien que podía hablar el lenguaje tribal y le pidieron que tradujera el mensaje secreto. Al repetir lo que habían aprendido de memoria, el traductor empezó a reírse ruidosamente. Tras calmarse, los astronautas le preguntaron qué quería decir. El hombre les explicó que la frase que habían aprendido de memoria con tanto cuidado decía: No crean ni una palabra de lo que esta gente les diga. Han venido para robarles sus tierras.

De ser cierta la anécdota, me pareció muy conmovedora. Un nativo que conoce lo que le hicieron a su pueblo trata de advertir a otro pueblo, que ni siquiera sabe si existe, de un gran peligro. Lo hace en su propio idioma creyendo que en la Luna pueden llegar a entenderlo de haber personas ahí. 

Parece que la indignación y el dolor por lo que perdieron sigue vigente después de 400 años. Y me hizo pensar que no todos ven a la tecnología y los avances científicos como un progreso. Conocemos la historia de lo que los vencedores hicieron a los vencidos. Si no hubiera tanta crueldad en esos hechos, todos celebraríamos indudablemente lo que hemos alcanzado con el conocimiento. Aunque bueno, tal vez no.  

Caminando juntos (Walking together)

Ya desde hace mucho tiempo me di cuenta que no valía la pena preocuparse por tener novia, por enamorarme, por estar con alguien o por no quedarme solo. Hasta llegué a pensar en la posibilidad de nunca encontrar con quien estar a gusto y pleno. Me siento muy bien sin esos prejuicios de  la vida en pareja o solitaria. Empecé a hacerle más caso a los dichos de "más vale solo que mal acompañado" o lo que dijo Robin Williams "Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo". Me convencí de que para llegar a encontrar a alguien con quien valiera la pena estar, primero tenía que entender que es necesario poder ser feliz solo. Si no eres feliz contigo mismo, tal vez puedas encontrar la felicidad con alguien más, pero tu felicidad siempre dependerá de otra persona. Yo no creo que mi felicidad deba de estar fuera de mi control. Si puedes ser feliz contigo mismo, cuando encuentras a alguien con quien quieres estar, resulta más sencillo ser feliz y hacer a alguien feliz; porque no estás con alguien por necesidad, sino porque en realidad quieres estar con ese alguien. Y yo por fin encontré a alguien con quien quiero estar y con quien quiero compartir mi vida.

Encontré alguien a quien amo y me ama. Con quien pude establecer una relación con nuestras propias reglas y sin clichés. Nadie nos presionó para hacer nada que no quisiéramos, y las tradiciones sociales poco nos importaron para comportarnos de una manera que no fuera como realmente queriamos. Cuando me pregunten si vine por mi libre y espontanea voluntad, voy a decir que sí confiado en que es totalmente cierto. Nunca me había sentido con tanta libertad en una relación de pareja. El complemento que no limita ni afecta la otra parte, simplemente comparte y disfruta de la compañía, de la visión imperfecta y que así la desea, imperfecta.

Las ganas de compartir experiencias, tiempo, espacio. Saber que para lograr que una vida funcione y se disfrute se necesita aportar con generosidad nuestro ser. Al final es todo lo que tenemos, nosotros mismos; lo demás son ficciones de nuestra imaginación. Por eso nos damos y nos entregamos, para sentirnos vivos. Porque solo importamos nosotros. Nosotros. Qué bonita palabra. Ya no soy yo, ya no es ella. Y sin embargo, lo que nos hace especiales es que vamos cada quien en su camino, pero agarrados de la mano. Caminando juntos.

Por eso hoy es un día diferente. Porque doy un paso más en mi vida, pero no lo doy solo, tal vez por primera vez. Y quiero seguir caminando acompañado, pero no por estar acompañado, sino porque quiero estar con ella. No me interesa estar casado. Quiero casarme con ella. Y por eso hoy voy a pedirle a mi novia que se case conmigo.





It's been a while since I realized that it was not worth worrying about finding a girlfriend, falling in love, being with someone or not ending alone. I even thought about the possibility of never finding someone with whom to feel at ease and fullfilled. I feel very well without those prejudices about the married life or the lonely life. I began to pay more attention to the words of "better alone than in bad company" or what Robin Williams said "I used to think that the worst thing in life was to end up all alone. It's not. The worst thing in life is ending up with people who make you feel all alone". I am convinced that in order to find someone worth being with, I first had to understand that it is necessary to be able to be happy by myself. If you can't be happy on your own,  you might be able to find happiness with someone else, but your happiness will always depend on another person. I do not think my happiness should be out of my control. If you can be happy all by yourself, then when you find someone you want be with, it is easier to be happy and make someone happy, because you are not with that person out of necessity, but because you really want to be with that someone. I finally found someone I want to be with and with whom I want to share my life.

I found someone whom I love and who loves me. With whom I was able to establish a relationship with our own rules and without clichés. Nobody pressured us to do anything we didn't want to do, and we did not follow social traditions when we didn't think they fitted us. When the judge asks me if I came spontaneously and by my own free will, I will say yes with confidence because that is absolutely true. I had never felt so free in a relationship. The complement did not limit or affect the other part, but it simply shared and enjoy the company of imperfect companion; and thats exactly how it was wanted, imperfect.

The desire to share experiences, time, space. Knowing that to achieve a life worth living, work and enjoyment is needed in order to give  ourselves generously to each other. As it is all we have, ourselves; everything else are figments of our imagination. That's why we fully give ourselves, to feel alive. Because only we matter. We. What a beautiful word. It is no longer I, it is no longer her. And yet, what makes us special is that we can each walk our way holding hands. Walking together.


So today is a different day. Because I'm giving a big step in my life. But I won't give it alone, maybe for the first time. And I want to keep walking accompanied. But not for the sake of being accompanied, but because I want to be with her. I do not want to be married. I want to marry her. And so today I'm going to ask my girlfriend to marry me.

TERMINATOR



Para entender por qué Terminator 2: Judgment Day es una de las mejores películas de ciencia ficción y su trascendencia en el cine, lo primero que debemos tomar en cuenta es que para cuando la película se estrenó no existía Jurassic Park, ni Independence Day, ni tampoco The Matrix. Los efectos especiales fueron muy vanguardistas e incluso hoy están muy vigentes. Y no solo fueron los efectos especiales y visuales lo que hicieron exitosa a esta película, sino la argumento en sí. La primera parte de esta historia fue lanzada 7 años antes, en 1984. La trama prácticamente la repitieron en 1991, pero lo interesante es que hubo una evolución de personajes y de argumento entre las dos películas. En la primera la protagonista es Sarah Connor, una joven normal, que trabaja como mesera. La trama es que un robot enviado del futuro la quiere matar porque ella tendría un hijo que sería el líder de la resistencia humana en el futuro, que lograría vencer a las máquinas, comandadas por Skynet. Las máquinas quieren evitar que ese niño nazca. Los humanos por su parte envían a un soldado a que la proteja, y el giro de la película es que este soldado resulta ser el padre del hijo que tendrá Sarah Connor.

En la secuela de The Terminator, Terminator 2, pasaron ya 13 años de la primera película. Sarah Connor está internada en un manicomio por ser responsable de un atentado contra una fábrica de computadoras (todos sabemos por qué quiso hacer eso). Ya no es una mujer tímida sino una guerrera que entrena y se defiende sola. John Connor, su hijo, es un adolescente problemático que vive con tutores y tiene una mala impresión de su mamá, la cree loca. En esta película las máquinas intentan de nuevo eliminar a John Connor, y envian a un robot para matarlo, pero esta vez e sun modelo más avanzado, T-1000, que puede tomar la forma de cualquier persona. Los humanos por su parte envían proteccióin para John Connor, pero no es un humano sino un robot como el que enviaron las maquinas en la primera película: y ahora sí tenemos una película de acción con muchos y muy buenos efectos especiales y visuales.


El hecho de que la historia haya evolucionado tan bien de una entrega a otra hace que no veamos un refrito sino realmente una continuación de la trama principal. Y los personajes escogidos para dar continuación fueron excelentes opciones para que la historia fuera profunda, no solo pura acción. Incluso que Sarah Connor pase de ser una mesera temerosa que necesita protección, a una soldado que se encarga de entrenar a su hijo y protegerlo, da espacio a que en la última parte de la película se vuelve ella misma una asesina que intenta impedir el futuro que no le conviene. Se vuelve ella misma un "terminator" que intenta matar al inventor de Skynet.


La película tiene muchas escenas célebres y casi todas tienen que ver con el robot T-1000. La más memorable de todas es cuando el robot hecho de metal líquido se congela tras estrellarse un trailer de nitrógeno liquido; el T-1000 se va congelando con cada paso que da hasta que se queda pegado al piso y se rompe tratando de avanzar. Una escena clásica y revolucionaria en cuestión de efectos especiales.
Por eso ahora que sale Terminator Genisys, por más que la película haya sido muy entretenida, nos deja a deber a los fans de Terminator, porque no hay ni una sola escena que se vaya a quedar grabada en la memoria, no hay novedades en cuestión de efectos especiales, y los personajes que mostraron no trajeron nada nuevo a la trama. No hay un "come with me if you want to live" de la primera entrega o un "hasta la vista, baby" de la segunda. No hay evolución de una mesera a una guerrera, ni de un robot de animatroics a un robot metamórfico de CGI. Nada memorable. Y de Terminator 3; Rise of the Machines y Terminator Salvation, no vale la pena ni hablar.



Tal vez la nostalgia nos haga agradecer los esfuerzos por mantener viva la saga, pero en realidad si hablamos de Terminator, se debe de hablar de The Terminator de 1984 y Terminator 2: Judgment Day de 1991, no hay más.



Lo dijo Jacobo


Claro que lo conozco. Crecí viéndolo dar noticias en la noche, en 24 horas. También en ECO, y muchas veces en la televisión dando entrevistas o reportajes. Ya estaba viejillo en ese entonces, y yo no sabía mucho, creía que era (y en realidad lo era) un hombre respetable. Pero después crecí y empecé a conocer la terrible historia de mi país y cómo el gobierno corrupto quería y lograba tener al pueblo controlado. Cómo engañaban a las personas para ocultar los peores crímenes. Y cómo la televisión era su principal arma, y ahí estaba Televisa, los noticieros y Jacobo Zabludovsky.

No, a mí no me tocó vivir Tlatelolco en 1968. No me tocó vivir las elecciones presidenciales donde ganó Luis Echeverría, ni José Lopez Portillo; ni siquiera la de Miguel de la Madrid. Nací después de todo eso y me tocó vivir el cambio cuando por fin pensaba por mí mismo, pero no gracias a Jacobo Zabludosvsky. Él fue parte del sistema y fue instrumento de los tiranos que gobernaban (y gobiernan) este país. Se ganó la credibilidad de la gente y usó ese poder en contra de ellos. Hoy escuché cómo lo elogiaban en la radio por su trayectoria periodística, y recordaban lo que las señoras decían cuando platicaban de noticias que más bien serían chismes: "lo dijo Jacobo". Como si por decirlo él tuviera que ser verdad por fuerza. Y ¿era su culpa? No. Era la culpa de todos los que creían a ciegas, pero que no puedo culpar mucho porque en ese entonces no tenían al alcance la información como la tenemos ahora. Sin embargo el legado de Jacobo todavía sigue. Dile a los periodistas que digan una mentira hasta que la gente lo crea. Adela Micha decía hoy que Jacobo Zabludosvky inventó el periodismo en televisión; me parece una exageración, pero incluso si en realidad fuera el inventor, mucha más razón tendríamos para recriminarle que gracias a su forma de hacer periodismo por televisión la gente vivió sumida en el control del gobierno durante tanto tiempo.


Lo defienden los periodistas, dicen que fue víctima de la época que le tocó vivir. No lo dudo, sin embargo a los héroes no se les recuerda si no se sublevaron contra el tirano, incluso si no triunfaron. Al artista no se le recuerda por sus vicios sino por su arte, pero si su arte era producto de la violación de derechos, nadie lo considera un artista digno de ser recordado. No dudo que Jacobo fuera muy bueno haciendo lo que hacía, pero el hecho de ser un sirviente de los políticos que se dedicaban a tirar al barranco a este país no se le debe de perdonar, por grandes que hayan sido sus reportajes. Muchos soldados nazis también seguían ordenes de sus superiores y nadie los defiende por hacer lo que hicieron. Escuchar a todos los periodistas, reporteros, radiolocutores y conductores de noticieros alabarlo y decirle maestro y recordar de anécdotas que vivieron con él, solo me recuerda a los políticos corruptos que cuando mueren solo son elogiados por otros políticos corruptos.


Por eso me da mucho gusto que se le negó el Doctorado Honoris Causa que le iba a otorgar la Universidad Veracruzana. La gente lo impidió. No se le da reconocimiento a la trayectoria de alguien que perjudicó a su país. Lo repito, no dudo que fue un gran reportero, pero no veo razón por la cuál hablar bien de él, cuando ayudó a mantener la dictadura perfecta porque la gente creía lo que decía solo porque él lo decía.