La lucha de las mujeres

Hay cosas en las que no pensamos mucho. Por ejemplo, no pensamos mucho en lo que sucedió antes de que naciéramos. Nos enseñan la historia en la escuela, pero es esta tan vasta que solamente podemos estudiar los hitos más importantes, y se dejan fuera muchos eventos que a pesar de ser importantes son opacados por otros aún más notorios.
 
Un evento del que nadie me habló cuando era chico fue el movimiento del sufragio de mujeres en Inglaterra al inicio del siglo XX, y me sorprende que no se le dé la importancia debida porque es una parte de la historia que explica mucho más de lo que parecería a primera vista. Si se entienden las razones de este movimiento, las leyes y costumbres de esa época, los abusos que se cometían y cómo un puñado de personas tenían a su merced a poblaciones enteras, se pueden entender muchos otros episodios del mismo siglo y cómo fue que llegamos a tener una sociedad mucho más justa de la que existía antes. Eso es lo que me parece importante entender, que lo que tenemos hoy no ha existido desde siempre. Que lo que damos por hecho costó sangre, sudor y lágrimas; y las vidas de muchas personas. 

Puede parecer que la discusión del matrimonio homosexual sea algo moderno, y que existen argumentos congruentes en contra de que dos personas del mismo sexo decidan casarse y compartir sus vidas; sin embargo cuando se conoce la historia de los movimientos a favor de los derechos de las personas, en cualquiera de sus etapas, podemos ver que esos militantes que lucharon por cambiar el status quo lo hicieron contra los mismos argumentos que escuchamos hoy. Con esto quiero decir que la lucha es la misma, solo que son diferentes las personas que defienden sus derechos. Conocer el movimiento de las mujeres por exigir su derecho al voto nos lleva a escuchar a hombres, que tenían todos los derechos, argumentar que las mujeres no necesitaban votar, porque sus hermanos, sus esposos y sus padres las representaban en los sufragios. Cuando buscamos los argumentos por los que los estadounidenses no querían permitir que personas de diferente color de piel se casaran antes de 1967, encontraremos las frases “ahora piden eso, después se van a querer casar con animales”; justo ese es uno de los argumentos que he escuchado en contra del matrimonio homosexual. Seguimos luchando por lo mismo, solo que con diferentes víctimas. 



Quienes no conocen que hubo un tiempo en que las mujeres no tenían ni un solo derecho sobre sus hijos, o que no tenían derecho a votar, o un tiempo en que los trabajadores en las fábricas no eran protegidos en absoluto por la ley, o que los negros  (hombres o mujeres) no tenían derecho a votar, o que hubo un tiempo que era ilegal ser homosexual, y un tiempo en que las mujeres no podían asistir a las universidades; quien no conoce eso le parece que las discusiones de hoy son justas, incluso necesarias, porque se están permitiendo barbaridades que pueden llevar a la degeneración de la sociedad. Sin embargo ese argumento es el que se utilizó en cada una de las batallas por obtener equidad. Ahora vemos esos acontecimientos como heroicos, pero en su momento se vieron por los contemporáneos de ese tiempo como rebeldes y subversivos; en contra de las tradiciones. 

Creo que por eso existe el Día Internacional de la Mujer, para recordar lo que tuvieron que hacer las mujeres por tener lo que tienen hoy. Los hombres no les dimos nada, ellas lo tomaron por su propia mano. Conocer la historia es conocer que los hombres hemos tenido siempre propiedad sobre las cosas y las personas. Desde que inventamos a Dios nos dimos el derecho divino sobre las mujeres, sobre los animales y sobre el mundo. Escribimos la Biblia para hacerlo oficial, y luego escribimos las leyes para hacerlo legal. Las minorías y las mujeres han tenido que luchar por los privilegios con que nacieron los hombres en el poder. En México las mujeres no podían votar sino hasta hace 65 años: es de asombrarse, si se piensa por un momento, que hay muchas mujeres vivas hoy que no tenían derecho a ser escuchadas cuando eran jóvenes. No poder votar significa que a los políticos no les importe lo que tu quieras o lo que tu pienses, porque no les beneficia en nada ayudarte. 

La muerte de Emily Davison puso los reflectores de la prensa
mundial en el movimiento de las mujeres por el sufragio
Las mujeres en Inglaterra no fueron escuchadas durante mucho tiempo a pesar de sus esfuerzos. Recurrieron a la violencia, rompieron vidrios, hicieron estallar edificios, todo por llamar la atención de su justa exigencia. Trataron de hacerse notar pacíficamente también, asistiendo a eventos que acaparaban la atención de los medios, y nada funcionó, hasta que una de ellas dio su vida por el movimiento. Fue hasta entonces que se le dio la atención debida; lamentablemente es algo que sucedió en casi todos los movimientos que buscaban justicia. 


Y hoy, en el día de la mujer, no solo quiero hacer un homenaje a las mujeres, que han luchado mucho por lo que es suyo y siguen buscando igualdad con sus iguales masculinos, sino que también quiero recordarles el motivo de esta celebración, reconocer que los derechos que se tienen no fueron un regalo, fueron el resultado de una guerra contra las tradiciones absurdas que no tienen razón de ser más que la misma tradición; contra el régimen establecido; contra el status quo. Recordarles que lo que ellas tienen todavía le falta a mucha gente que ahora está luchando de la misma manera que ellas antes, y que para lograr entender por qué la gente reprimida lucha por sus derechos hay que ver lo que otras personas tuvieron que hacer para que ahora nosotros tengamos estas libertades que a veces no valoramos. Ese para mí es el motivo de esta celebración, abrir los ojos ante lo que todavía falta y tener una mente más abierta y una conciencia más empática hacia quienes únicamente quieren lo que otros tienen por default

Feliz Día Internacional de la Mujer

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