Renuncia




La mayoría de estos incidentes sucedió hace décadas. No obstante, representan una carga especialmente para su pontificado. ¿Ha pensado usted en renunciar?
Si el peligro es grande no se debe huir de él. Por eso, ciertamente no es el momento de renunciar. Justamente en un momento como este hay que permanecer firme y arrostrar la situación difícil. Esa es mi concepción. Se puede renunciar en un momento sereno, o cuando ya no se puede más. Pero no se debe huir en el peligro y decir: que lo haga otro.

Esto fue lo que contestó el papa cuando el periodista Peter Seewald le preguntó sobre los casos de sacerdotes corruptos y corruptores en Irlanda y en el mundo entero. Me pareció una respuesta digna de analizarse. El papa respondía frente a una situación muy delicada con palabras muy sensatas. No se debe de huir del peligro, de la responsabilidad, de la emergencia. No se debe de renunciar cuando la situación es complicada sino cuando no hay riesgo inminente, porque renunciar es quitarse una responsabilidad ante un compromiso adquirido, y dejar un problema grande sin resolver es, aunque suene fuerte, un acto de cobardía. Dar la cara cuando la situación es difícil habla bien de quien enfrenta el problema e inspira confianza en caso de enfrentar alguna otra situación indeseada.

Renunciar, como menciona el papa, en momentos serenos también es un acto de humildad y sencillez: aceptar que es mejor que alguien más continúe con el trabajo que uno mismo ya no está despeñando con  completa lucidez es una muestra de saber que no se es único ni indispensable y que no hay terquedad o empeño en quedarse en un puesto (sobre todo los puestos importantes o que otorgan poder) solo por no dejarlo en manos de alguien más.

Recuerdo perfectamente el reclamo que Alejandro Martí le hiciera a los políticos mexicanos exigiéndoles: “Señores, si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien…” refiriéndose a la seguridad que deben de otorgar las autoridades en este país y que claramente habían fracasado rotundamente. En esta ocasión  la renuncia de estos personajes no era solo bienvenida, sino que era lo mínimo que podían hacer después de tan evidente fracaso en sus obligaciones. Aquí el que no hubieran renunciado no era muestra de coraje y responsabilidad, sino descaro al no hacer lo mínimo de sus tareas. Quien no renuncia en tiempos difíciles debe ser para sacar adelante una situación y no para ser parte del problema (como sucede en este caso en particular).

Hay personajes importantes que han renunciado a sus cargos sin ser presa de fracasos o impopularidad. Margaret Thatcher renunció a su cargo de primer ministro de Inglaterra en 1990 después de 11 años de permanecer en el poder, esto debido a los cambios que eran necesarios y que ella no era capaz o no deseaba realizar y perdió así apoyo de su partido, sin embargo, después de 11 años en el poder, es natural que eso suceda, y hubo muchas oportunidades de presión para que esto sucediera antes.

La madre Teresa de Calcuta renunció al liderazgo de la organización que ella fundó dejando a cargo a quien resultara ganadora de una votación. Incluso antes de renunciar ya había sugerido que se hiciera una votación para escoger a quien debiera de ser líder de las Hermanas de la Caridad, había ganado ella por unanimidad a excepción de un solo voto, el de ella.

Octavio Paz renunció a su puesto en la embajada de India en protesta por los hechos ocurridos en 1968 (la matanza de Tlatelolco). Esto elevó su imagen como intelectual.

Ahora el papa también presenta su renuncia, por razones de edad y cansancio. Está integro física e intelectualmente, a diferencia de su antecesor Juan Pablo II quien nunca renunció, y se le reconoce su gran valor y sacrificio por ello, pero que nadie le hubiera reclamado que lo hiciera.

Independientemente de que el papa haya hecho las cosas bien o mal (yo ya en realidad no me intereso en lo que dice, hace o deja de hacer) me gustó mucho esa declaración sobre la renuncia; ciertamente Benedicto XVI es una persona muy inteligente, y es digno de escucharse lo que tiene que decir, independientemente de que se esté de acuerdo o no con él.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaj no Renunciez a tu Blog Anselma :D

José María Hdz dijo...

jajajajajja, gracias! quien eres? el pony? o la gringa o malacara, o quien?